26 Junio 2025
Omitir datos de la verdad es también una forma de mentir.
Las personas más estrategas pueden ser las más peligrosas si se combina esa habilidad con una actitud manipuladora. Sucede que se estudió un nuevo fenómeno, denominado paltering, que consiste en emplear fragmentos de verdad más o menos acomodados para lograr que se entienda lo que conviene.
Pero es una actitud meramente manipuladora que, aunque es difícil de reconocer, al ser descubierta produce el mismo efecto y enojo que si se hubiera dicho una mentira directamente. Podés practicarlo o estar siendo víctima de él, lo importante es reconocer en qué instancia estás, por qué se practica y cuáles son sus consecuencias en tu credibilidad o en tu estado mental.
¿Qué es el platering: la manipulación sin mentiras?
Si sos de las personas que practican el paltering, quizás estés teniendo una consideración errónea y creas que es mejor acomodar la verdad que mentir. Pero, en definitiva, el fin es el mismo. Se trata de desviar la atención de los hechos reales para evitar consecuencias indeseadas. Al hacer paltering, estás manipulando deliberadamente a las personas a las que estás contando la información a medias.
La parte "oculta" del paltering es la omisión de información. Suele usarse evitando dar detalles relevantes de una situación que cambiarían completamente la percepción de los demás si tuvieran una visión completa del panorama.
Cómo reconocer a un manipulador que usa paltering
En primer lugar, a lo que debés prestar atención es al discurso en sí. Si hay algo que te hace ruido o no te deja con la certeza de que te están hablando de algo realista, prestale atención e intentá indagar en mayor profundidad. Esa astucia te permitirá llegar al fondo de la cuestión cuando algo te produce desconfianza y así reconocer si te están engañando o no.
Otro indicador son los enunciados. Si una persona usa demasiadas generalizaciones o declaraciones ambiguas, también debería llamarte la atención. Otra técnica utilizada en el paltering es evitar dar respuestas concretas o responder con otra pregunta que desvía el foco de la atención. Con estos mecanismos, nunca llegan a dar la totalidad de la información verdadera y la charla puede continuar como si hubieran contestado lo que se solicitó saber.
Por eso, nunca deberías dudar de hacer un seguimiento a las personas en las que todavía no desarrollaste confianza, sobre todo si se trata de un ambiente laboral. Tampoco dudes en repreguntar si una persona se muestra evasiva.
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