Qué dice la psicología de las personas que tienen muchas plantas en su casa

La presencia de plantas en el hogar trasciende la mera decoración; estudios de la psicología moderna demuestran que nutrir la vegetación impacta positivamente la salud mental, fomenta la autoaceptación y refuerza un sentido de propósito en la vida.

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29 Junio 2025

En la era actual, donde el estilo de vida "eco-friendly" cobra cada vez más relevancia, es común observar cómo nuestros espacios personales se transforman en auténticos jardines interiores. Desde balcones repletos de macetas hasta escritorios con pequeñas especies, la presencia de plantas en el hogar se ha vuelto una constante. Esta tendencia, lejos de ser solo estética, encierra profundas implicaciones psicológicas que explican la fuerte atracción que muchas personas sienten por el mundo vegetal.

La conexión emocional con la naturaleza, según Sam Moreton, citado en un análisis del Departamento de Psicología de dos universidades de Moscú, se vincula estrechamente con la trascendencia personal y la moralidad. Este estudio reveló que quienes experimentan asombro y respeto por la naturaleza adoptan comportamientos proambientales, reforzando teorías éticas como la reverencia por la vida de Albert Schweitzer.

Se observó, además, que las mujeres exhiben una relación más significativa entre su apego a las plantas que tienen en casa y sus motivaciones morales, en comparación con los hombres.

Cuidar de una planta ofrece beneficios considerables para la salud mental. Ayuda a reducir la ansiedad, genera una valiosa sensación de propósito y facilita una conexión sencilla con la naturaleza, especialmente en entornos urbanos donde esta interacción es cada vez más escasa.

Qué dice la psicología de las personas que tienen muchas plantas en su casa

Las plantas se erigen, así, como compañeras silenciosas que brindan calma, estabilidad y consuelo emocional. Este vínculo refleja, a menudo, aspectos profundos de la personalidad: quienes disfrutan de su cuidado suelen mostrar rasgos de sensibilidad, paciencia y una profunda necesidad de conexión. En muchos casos, llenar el hogar de plantas puede ser una manifestación simbólica del deseo de nutrir, sanar o crear un refugio seguro y armonioso.

Propósito, autoaceptación y bienestar: cómo la psicología avala el poder transformador de las plantas

Rodearse de naturaleza no solo impulsa la autoaceptación y disminuye tensiones, sino que también fortalece la moralidad individual. Marjolein Elings, investigadora de la Universidad de Wageningen, demostró que la jardinería no solo ofrece paz y tranquilidad, sino que también mejora las relaciones interpersonales y fomenta la autoaceptación. En personas que han experimentado el síndrome de agotamiento, esta actividad ha demostrado ser efectiva para la rehabilitación, ayudando a reducir la presión arterial y promoviendo la inclusión social.

El Centro de Psicología y Salud Mental ADIPA México destaca que el contacto con la naturaleza, incluso a través del cuidado de una sola planta, fomenta la presencia consciente del cuidador, permitiendo a las personas enfocarse en el momento presente. Actividades como la jardinería en casa proporcionan un sentido de propósito; el proceso que va desde plantar una semilla hasta observar su crecimiento genera una profunda sensación de orgullo y conexión.

Esta institución explica que el cuidado de plantas puede ser una herramienta terapéutica para quienes han atravesado traumas, enfermedades o pérdidas, permitiéndoles reconectar con su entorno y encontrar consuelo en el proceso de cuidar y observar el crecimiento de una vida. En el caso de los jardines comunitarios, estas iniciativas promueven el sentido de comunidad y ofrecen una oportunidad para fortalecer las relaciones sociales, fomentando un respeto compartido por la naturaleza.

Además de la relajación y la desconexión de las preocupaciones diarias, tener plantas en el hogar enseña a valorar la vida y a desarrollar un sentido de responsabilidad hacia otros seres vivos. Como señaló Sigmund Freud, "las flores son tan relajantes de ver. Ellas no tienen emociones ni conflictos”. La psicóloga Evangelina Arellano, del Tec de Monterrey campus Sinaloa, explicó que las plantas son una herramienta útil para quienes trabajan o estudian desde casa, ya que la presencia de vegetación en el espacio personal contribuye a liberar tensiones, mejorar la concentración y fomentar un ambiente más armonioso. El color verde de las plantas, asociado con la tranquilidad y la creatividad según la Psicología del Color, puede inspirar calma y bienestar.

Arellano también señaló que cuidar plantas fomenta una conducta responsable y una conexión más profunda con el entorno natural, lo que puede traducirse en una mayor sensación de paz y energía, generando a su vez felicidad. La psicóloga ambiental Sally Augustin considera que rodearse de vegetación puede reflejar un deseo de mantener el orden y la vitalidad en la vida cotidiana, lo que sugiere una personalidad organizada y armoniosa. Este vínculo entre las plantas y la personalidad también se relaciona con la necesidad de crear un refugio seguro y personal.


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