OTRO ESCENARIO. En 2024, Mileí sí vino a Tucumán.
El presidente Javier Milei se convirtió en el quinto mandatario en ausentarse de los actos oficiales por el Día de la Independencia desde 1991, cuando se declaró a la ciudad de San Miguel de Tucumán como “capital de la República con carácter simbólico”. En contrapartida, hubo tres jefes de Estado que tuvieron asistencia perfecta a los festejos.
El vocero presidencial Manuel Adorni fue el encargado de comunicar las razones por las cuales Milei no llegaría a esta provincia para encabezar la vigilia junto al gobernador Osvaldo Jaldo en el Museo de la Casa Histórica, para luego brindar un discurso a todo el país, tal como se había previsto. “El viaje que iba a realizar el Presidente de la Nación junto a su gabinete y demás funcionarios del gobierno a Tucumán queda suspendido. La razón de la decisión radica en los informes recibidos por Casa Militar y la Fuerza Aérea Argentina que refieren a la situación climática que impide realizar los vuelos pertinentes”, consignó Adorni a través de su cuenta de “X”.
Al margen de las lecturas políticas -la ausencia coincidió con el reclamo de más recursos por parte de los gobernadores a la gestión libertaria-, Milei pasó a formar parte de la lista que ya integraban Carlos Saúl Menem (1989-1999), Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), Mauricio Macri (2015-2019) y Alberto Fernández (2019-2023).
El líder de La Libertad Avanza (LLA) había venido en su primer 9 de Julio con la banda y el bastón, en 2024. Además de la relevancia institucional, fue una jornada clave desde lo político para la primera etapa de la administración liberal. Sucede que, esa noche, Milei puso la firma en el “Pacto de Mayo”, un acuerdo con 18 gobernadores -entre ellos, Jaldo- respecto a una decena de “puntos inclaudicables” que, además de expresar los ejes para políticas públicas en asuntos estratégicos, afianzó los vínculos la liga de los “dialoguistas”.
En el primer aniversario del “Pacto de Mayo”, sin embargo, Milei no llegó a Tucumán, ni hubo discurso por cadena nacional.
Simbólicamente
Tucumán es sede de los festejos oficiales por el Día de la Independencia desde 1991, cuando Menem rubricó dos decretos relacionados a la fecha patria.
El principal fue el decreto 81/91, que declara “simbólicamente Capital de la República los días 8 y 9 de julio de cada año a la Ciudad de San Miguel de Tucumán”. Según el instrumento, la medida fue dispuesta a solicitud de la XVI Asamblea General de la Comisión Permanente Interparlamentaria Nacional de Turismo y Deportes. “La referida iniciativa permitiría concretar el anhelo de muchos argentinos con la revalorización histórico-política de nuestro máximo monumento de la Independencia de la Nación, promoviendo, asimismo, la presencia de autoridades nacionales y de países hermanos de América” en esta provincia, señalan los considerando. Además, la resolución presidencial advierte sobre “la trascendencia de los festejos de nuestra Independencia”. “Es deber Gobierno nacional brindar su apoyo a esta conmemoración”, agrega el texto firmado por dirigente riojano.
Esta medida fue complementada por el decreto 1.294/91, a través del cual Menem estableció “que los actos oficiales que se realicen en conmemoración del Día de la Independencia se lleven a cabo en la ciudad de San Miguel de Tucumán”. “Ello conlleva el propósito de realizar un acto de reparación histórica con el que la Nación pretende saldar una antigua deuda moral que mantiene con la citada provincia”, se argumentó entonces.
Mandato por mandato
Menem completó su primer mandato con visitas a Tucumán para el 9 de Julio. Pero a dos días de iniciar su segundo período, en 1995, registró la primera ausencia, y envió al entonces vicepresidente Carlos Ruckauf a los actos oficiales. En 1996 y 1997, el riojano fue suplantado por su jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez. En 1999, su último año al frente de la Casa Rosada, vino en su representación el ministro de Educación, Manuel García Solá.
Estos faltazos fueron sucedidos por un lapso con “asistencia perfecta” a las ceremonias oficiales en Tucumán. La racha incluyó a tres jefes de Estado: Fernando de la Rúa (1999-2001), Eduardo Duhalde (2002-2003) y Néstor Kirchner (2003-2007) acudieron a todas las citas oficiales por el Día de la Independencia.
Cristina Kirchner cumplió con el homenaje a los próceres en la Casa Histórica hasta 2014. Ese año, tuvo que faltar porque se encontraba bajo reposo por un cuadro de faringolaringitis aguda. En su lugar viajó el vicepresidente, Amado Boudou. La visita del compañero de fórmula de CFK estuvo en duda hasta último momento, dado que en la previa a la fecha patria, la Justicia había confirmado su procesamiento por la causa “Ciccone”, por la que años después recibirá una condena. Finalmente, Boudou estuvo en Tucumán, pero el protocolo tuvo cambios sustanciales. Por ejemplo, los eventos centrales tuvieron lugar bajo el amparo del Teatro Mercedes Sosa, y no en el Hipódromo, como solía hacer Cristina.
Macri también tuvo una ausencia, en 2017, debido a que se encontraba en misión oficial en Alemania, donde se llevaba a cabo la cumbre del G20. La entonces vicepresidenta Gabriela Michetti estuvo en la vigilia de la Casa Histórica en reemplazo del líder del PRO, acompañada por algunos miembros del gabinete.
Alberto Fernández vino en 2020, en una de las etapas más críticas de la pandemia de coronavirus, y repitió en 2021 y en 2022. En su último año de gestión se sumó al listado de los mandatarios que se perdieron los festejos del 9 de Julio en Tucumán. “Otro hecho de enorme significación me impide participar”, argumentó el entonces jefe de Estado, en referencia a la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner, en un acto celebrado en provincia de Buenos Aires.




















