MÚSICOS Y CANTANTES. En la puesta del Teatro Estable de “Marat/Sade”, dirigida por Jorge Gutiérrez, la apoyatura sonora tiene importancia. La Gaceta / fotos de Diego Aráoz
Luego de un extenso proceso de un año, el Teatro Estable de la Provincia ya tiene en escena “Marat/Sade”, la recordada obra de Peter Weiss con dirección de Jorge Gutiérrez, que se presentará nuevamente esta noche a las 21 en la sala Orestes Caviglia (San Martín 251). Las funciones continuarán los jueves, viernes y sábado hasta mediados de agosto.
La obra resuena en el imaginario escénico tucumano por su puesta de 1972, a cargo del elenco estatal de ese momento con dirección del uruguayo Federico Wolff, que incluyó un escándalo en la noche de su estreno realizado por grupos de ultraderecha que lanzaron explosivos en pleno teatro San Martín.
No es el primer abordaje de Gutiérrez del texto: en 1995 y 1996 lo montó junto a Máximo Gómez con alumnos de la Licenciatura de Teatro de la UNT en la sala Paul Groussac. Ahora llega con una mirada contextualizada al presente, pero siempre tomando como base el relato del autor, cuyo título completo es “La persecución y asesinato de Jean Paul Marat representado por el grupo de actores del Hospicio de Charenton bajo la dirección del señor de Sade”.
“Hay varios aspectos que me atrajeron de este texto. Por un lado, el desafío que propone al plantear un juego de superposiciones de relatos escénicos a resolver en la puesta; y por el otro, la potencialidad discursiva de entrar en diálogo con el espectador contemporáneo”, señala el director para LA GACETA.
La obra ficcioniza sobre el asesinato de Marat, uno de los máximos referentes de la Revolución Francesa, a partir de una puesta dirigida por el Marqués de Sade en el hospicio donde está internado y protagonizada por enfermos mentales y cuidadores. De ese modo, aprovecha el recurso del teatro dentro del teatro para cuestionar distintas instituciones desde la anécdota histórica.
LOS PREGONEROS. Nelson González y Sergio Aguilar impulsan la acción.
“El abordaje de temas inherentes a la condición humana hace que el texto adquiera una vigencia contundente. La tensión entre el individualismo y el bien común; el avasallamiento de los derechos humanos más esenciales frente a los intereses expansionistas y la guerra como medio para lograrlo; la perpetuación de la desigualdades sociales en nombre del desarrollo y las instituciones como espacios de control de la cultura aparecen en el planteo. Otro aspecto interesante es el uso de recursos para lograr el distanciamiento en el espectador, que impide la identificación directa y promueve la reflexión y el pensamiento crítico”, agrega.
Gutiérrez aclara que su puesta no tiene una vinculación directa a la situación actual del país: “aunque encuentre resonancias en nuestra coyuntura, sería demasiado reduccionista la identificación de los personajes con figuras de la política actual. La obra nos propone un juego de pensamientos y metáforas que nos ayuden a replantearnos esencias, creencias y posicionamientos, individuales y colectivos”.
Aparte de los montajes realizados en Tucumán, y de las numerosísimas versiones en el resto del país, Peter Brook la llevó al cine. “Vi la película durante mi formación en la carrera de Teatro en algún momento, pero la verdad es que no volví a esa fuente para este planteo; quise abocarme a una lectura personal y actual del texto. Es una pieza que tiene un compromiso formal muy interesante en el discurso a través del encuentro ficticio entre dos pilares del pensamiento moderno: el Marqués de Sade y Marat, en un cruce de ideas que permite un juego escénico sobre valores que aún hoy seguimos discutiendo”, señala.
PERSONAJE HISTÓRICO. Indio Armanini interpreta a Jacques Roux.
“Al ser una obra dentro de una obra, el montaje también debía asumir esa complejidad. Tengo la alegría y satisfacción de trabajar con el elenco del Estable casi completo, con quienes comparto no solo respeto artístico, sino también afecto. Más allá de los inconvenientes de producción que demoraron el estreno, el tiempo que empleamos no resulta extraño dentro del teatro independientes. Hubo espacios de investigación y preparación para el abordaje de los personajes, con talleres alineados con el proyecto dedicados a los proceso históricos bordados por la pieza, a la creación musical, al canto, al trabajo corporal y a la manipulación de objetos, coordinado por referentes en cada área”, precisa.
En ese sentido, considera que “ese cambio en el paradigma de producción habitual, se alinea con la idea de ir construyendo la propuesta con los recursos artísticos y personales de cada participante y no de tratar que ellos se amolden a una idea preconcebida”. Así, defiende “la profesionalización y el ensayo de otros modelos productivos como respuesta y resistencia ante el vaciamiento de las instituciones y frente a proyectos culturales llevados a cabo por las políticas nacionales, lo que no deja de ser una estrategia posible para mantener activo el teatro”.
“Apostamos a que la obra genere pensamiento crítico. El teatro tiene esa misión: hacernos pensar y repensar y también interpelarnos en lo que creemos que creemos”, concluye.
El elenco: quién es quién sobre el escenario
La puesta en escena de “Marat/Sade” reúne a los integrantes del Teatro Estable de la Provincia en los distintos personajes: como el Marqués de Sade actúa Facundo Vega Ancheta; Ignacio Hael es Jean-Paul Marat; a Simone Evrard la interpreta Huerto Rojas Paz; Charlotte Corday está a cargo de Alejandra Páez Salas, Emilia Guerra y Araceli García; Duperret, Guillermo Arana; Jacques Roux, Indio Armanini; los cantores son Sergio Domínguez (Kokol), Eloísa Martínez Romero (Polpoch), Daniela Canseco (Cucurucú), Francisca Valero (Rosignol) y Ruth Pláate; Coulmier, Marcos Zerda; ; y los pregoneros son Sergio Aguilar y Nelson González. Como músico invitado está Raúl Aguirre.




















