River se trajo al país un empate sin goles de su visita a Libertad por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. En un duelo friccionado, disputado en un estadio de dimensiones reducidas y con un público que presionó de principio a fin, el conjunto de Marcelo Gallardo no pudo imponer su juego, pero se fue con la tranquilidad de saber que definirá la serie en el Monumental.
El encuentro tuvo un primer tiempo complicado para el “Millonario”. Libertad, con menos nombres rutilantes pero mucho orden táctico, aprovechó los espacios que dejaba River y apostó a la velocidad de Hugo Fernández para lastimar de contra. En ese tramo, el equipo paraguayo dispuso de las chances más claras, todas desactivadas por un Franco Armani en gran nivel. El arquero, campeón del mundo con la Selección Argentina, tuvo tres intervenciones determinantes, incluida una espectacular en un mano a mano ante Fernández, en la que rechazó un disparo cruzado que llevaba destino de gol.
Con la pelota, River intentó manejar los tiempos, pero se topó con un rival bien plantado y con líneas muy compactas. El circuito ofensivo se cortaba al llegar al área rival y las aproximaciones más claras apenas inquietaron al arquero Martín Silva, de 42 años, que respondió con seguridad. La jugada más peligrosa para los de Núñez en el primer tiempo llegó tras una buena combinación entre Facundo Colidio y Matías Galarza, que derivó en un remate de Miguel Borja tapado por Robert Rojas, que se jugó la ropa en un cierre extraordinario.
En el complemento, Gallardo movió el banco y el ingreso de Sebastián Driussi, Ignacio Fernández y Juan Fernando Quintero le dio más aire y movilidad al ataque. River adelantó sus líneas y obligó a Libertad a replegarse. Sin embargo, ese dominio no se tradujo en situaciones claras de gol. El control territorial fue evidente, pero el último pase volvió a ser el gran déficit.
Las mejores aproximaciones llegaron a través de pelotas paradas: un tiro libre de Quintero que exigió a Silva y varios centros que buscaron la cabeza de “Nacho” Fernández o Driussi, aunque sin éxito. El arquero paraguayo respondió cada vez que fue llamado a intervenir, demostrando por qué sigue vigente a pesar de su extensa trayectoria.
En el tramo final, River estuvo a punto de llevarse la victoria. Un centro pasado encontró a Driussi, quien la bajó para que Gonzalo Montiel probara de volea desde el sector derecho, pero Silva volvió a lucirse para mantener su arco en cero. Acto seguido, una contra letal de los locales terminó sin consecuencias gracias al buen retroceso defensivo del equipo de Gallardo.
El 0-0 final dejó sensaciones encontradas. Por un lado, River mostró carácter para sobreponerse a un inicio complicado y mejorar en el segundo tiempo. Por otro, quedó la sensación de que le faltó claridad para romper el cerrojo defensivo de un rival que apostó a resistir y salir rápido de contra. La figura del partido fue sin dudas Armani, decisivo en la primera mitad y garante de un resultado que deja la serie completamente abierta.
La revancha será en el Monumental, con el aliento de más de 85.000 hinchas y en una cancha mucho más amplia, donde River podrá desplegar mejor su juego y tendrá la obligación de buscar el triunfo. El ganador de esta llave enfrentará en cuartos de final al vencedor del cruce entre Universitario y Palmeiras, serie que parece encaminarse para el lado del conjunto brasileño tras su contundente 4-0 en Perú frente a Universitario.
Con el apoyo de su gente, el equipo de Gallardo buscará sellar la clasificación y seguir soñando en la Copa Libertadores, donde el margen de error es mínimo y en esta instancia, cada detalle puede definir la historia.





















