JUNTO A LAS URNAS. Los fiscales partidarios tienen un rol clave en las mesas de sufragio, a lo largo de la jornada.
La Boleta Única Papel (BUP) hará su desembarco por primera vez en Tucumán en las elecciones nacionales del 26 de octubre. Y si bien se supone que este instrumento de sufragio alivia las tareas de control partidario, la mayoría de los espacios políticos que competirán por las cuatro bancas a diputado nacional apuntan a tener una fuerte presencia en los lugares de votación.
Una de las ventajas de la BUP es que la distribución y disponibilidad de las papeletas es responsabilidad del Estado. Así, los fiscales de mesa no deberán reponer las papeletas en el cuarto oscuro, una tarea habitual con el sistema de boleta partidaria.
En la previa, se podía pensar que esto podía llevar a las fuerzas políticas a “relajar” la vigilancia en cada centro de sufragio, dada la complejidad de cubrir todas las escuelas (en las presidenciales de 2023 se habían afectado 492 establecimientos educativos en todo Tucumán), y mucho más todas las mesas de votación (habían sido 3.919 en las últimas nacionales).
Sin embargo, un relevamiento realizado por LA GACETA entre armadores y referentes de las nueve fuerzas que competirán el 26 de octubre da cuenta sobre la intención de tener la mayor cantidad de representantes partidarios acompañando a los presidentes de cada mesa, además de un fiscal general que vele por los intereses de su espacio en cada una de las escuelas.
Esta será la estrategia que adoptarán tres de los cuatro frentes anotados ante la Justicia Electoral Nacional: el oficialista “Tucumán Primero”, que lideran Osvaldo Jaldo y Glayds Medina; “La Libertad Avanza”, con Federico Pelli y Soledad Molinuevo a la cabeza; y “Unidos por Tucumán”, que postula a Roberto Sánchez y a Micaela Viña. También tienen estos planes los partidos CREO-Tucumán, con Paula Omodeo y Sebastián Murga como principales candidatos; y Política para la Clase Obrera, que encabezan Raquel Grassino y Diego Carrazán.
Para los espacios con mayor estructura, el desafío de contar con un “pelotón” de casi 4.500 fiscales partidarios parece, lógicamente, menos complicado.
Es que, si bien en muchos casos suelen ser voluntarios y afiliados, de todos modos esta labor en la jornada electoral genera gastos, por ejemplo, en traslado y en comida (al menos una vianda para el almuerzo y algún refrigerio), sin contar la posibilidad de brindar algún viático en dinero.
Pero la lógica que expresan en la mayoría de estas agrupaciones pasa por la importancia de “cuidar el voto” en estas nacionales, más allá de las mejoras que promete la BUP en cuanto a transparencia electoral. “Con casi un 30% de ausentismo, en cada mesa van a sobrar decenas de boletas”, planteó un referente del radicalismo. Según un libertario, uno de los temas clave a controlar será que no se tomen fotos en las cabinas de votación, más allá de que esta práctica está prohibida por acordada de la Cámara Nacional Electoral (CNE).
No brindar ventajas
Por el lado de Fuerza Republicana (FR), que lleva a Ricardo Bussi y a Sandra Orquera, están estudiando la estrategia que aplicarán en estos comicios, en parte por la cuestión del financiamiento, pero con la idea de no brindar ventajas comparativas respecto a las listas rivales. Además, está la alternativa de aprovechar la posibilidad de “sentar” un fiscal de mesa a las 17, algo que aliviaría el costo de tener un representante partidario durante todo el día.
En el caso del Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad (FIT-U), que lideran Alejandra Arreguez y Martín Correa; y del Frente del Pueblo Unido, con Silvio Bellomio y María Alejandra Medina como principales candidatos, apuntarán a garantizar ante todo la cobertura de un fiscal general por escuela. Entre la dirigencia del FIT-U consideran que, con la Boleta Única Papel, no tendría demasiado sentido un fiscal por mesa, aunque se intentará alcanzar algunos establecimientos de la Capital. “Los compañeros de Salta -donde rige la Boleta Única Electrónica- nos transmitieron esa experiencia”, detalló un dirigente de este espacio. Por el lado del Frente del Pueblo Unido, finalmente, afirmaron que están trabajando para fiscalizar todas las escuelas.
Así, entre afiliados, voluntarios y estructuras, la mayoría de las fuerzas apunta a tener ojos propios en cada mesa, y a minimizar el margen para sorpresas en el debut de la Boleta Única Papel.
























