ESCENAS DE VIOLENCIA. Los incidentes en Avellaneda derivaron en sanciones contra barras de Independiente y la prohibición a los hinchas de la “U” de Chile en territorio bonaerense.
Los graves incidentes ocurridos el 20 de agosto en el Libertadores de América siguen generando consecuencias. La Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) oficializó este martes fuertes sanciones contra los responsables: identificó a 40 integrantes de la barra de Independiente y les aplicó derecho de admisión por tiempo indeterminado, mientras que resolvió prohibir el ingreso de público de Universidad de Chile a todos los estadios de la provincia de Buenos Aires hasta el 31 de diciembre de 2027.
Las imágenes de las cámaras del estadio y el trabajo de investigación permitieron detectar a los barras que encabezaron el ataque a los hinchas visitantes en la tribuna Pavoni Alta. Allí se produjeron escenas de extrema violencia que terminaron con heridos de gravedad, como el simpatizante chileno que fue obligado a arrojarse desde lo alto de la tribuna para salvar su vida. Entre los sancionados aparece Mario Nadalich, uno de los líderes de la facción oficial, mientras que su par Juan Ignacio Lenczicki ya tenía prohibido el ingreso por disposición del Ministerio de Seguridad de la Nación.
El comunicado de Aprevide también hizo foco en los destrozos provocados por los hinchas de la “U”. El organismo detalló que incendiaron butacas, rompieron instalaciones internas y arrojaron objetos contra los locales. Se registraron 50 heridos, de los cuales 25 debieron ser trasladados a hospitales de Avellaneda. Por este motivo, además de la suspensión del partido, se dispuso que los simpatizantes chilenos no puedan asistir a ningún encuentro en territorio bonaerense durante más de dos años.
Las resoluciones se conocieron en simultáneo a la audiencia que Independiente y Universidad de Chile tuvieron en Asunción, ante el Tribunal de Disciplina de la Conmebol. Ahora, ambos clubes aguardan el fallo que definirá sanciones deportivas y económicas tras una noche de violencia que golpeó fuerte a todo el fútbol sudamericano.























