Prudencia, la palabra más usada. No hubo facturas que pasar. Tampoco tensiones propias del momento económico, político e institucional de la Argentina. El mensaje fue distendido de ambos lados, con la intención de que prime la concordia. No fue un dato menor, a casi una semana de un cachetazo electoral para La Libertad Avanza en territorio bonaerense. Lisandro Catalán, ministro del Interior, y Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, vinieron a Tucumán a marcar la cancha, pero sin agredir al gobernador dialoguista Osvaldo Jaldo. Eso quedó plasmado la noche del viernes en el Salón Roca de la Sociedad Rural de Tucumán durante el acto de inauguración de la Expo Agroganadera, que se extenderá hasta hoy. No hubo críticas contra la casta. Tampoco respuesta del peronismo hacia los libertarios. La elección del ministro de Economía y Producción, Daniel Abad, para que hable en nombre del Gobierno no fue al azar. El funcionario tiene raigambre del peronismo verdadero, aquel en el que una de las cabezas visibles fue la ex senadora Olijela del Valle Rivas. De allí que, en su mensaje, hiciera una ensalada de ideas entre hechos realizados y doctrina partidaria. Aún así fue cauteloso en la elección de las palabras. De la misma manera que lo fue Catalán que, en su discurso, recordó a los asistentes que hubo cuatro décadas en las que, en gran medida, el PJ ha sido protagonista, pero no disparó directamente culpas a esa fuerza. Es tiempo de no azuzar al adversario electoral. Prudencia es el término que mejor describe lo que sucedió durante la velada ruralista.
La mesa está servida. La mesa principal reunión a las principales figuras invitadas, junto con el anfitrión de la jornada, el presidente de la Sociedad Rural José Frías Silva (h). Las principales figuras se ubicaron justo en la puerta de ingreso principal al casco de la casona ruralista de Cebil Redondo. Fue a la luz de la noche. En la mesa lateral, pasando las escalinatas, se ubicaron la nómina completa de candidatos a diputados nacionales por La Libertad Avanza, Federico Pelli, Soledad Molinuevo, Manuel Guisone y Celina Moisá. Junto a ellos se ubicó el presidente de la Unión Industrial de Tucumán, el sucroalcoholero Jorge Rocchia Ferro, autodefinido como la pata peronista en la corriente libertaria. Pese a la cercanía del turno electoral, reinó la cordialidad. Otra de las asistentes al acto fue la diputada de CREO y candidata por ese espacio, Paula Omodeo. Tres intendentes también concurrieron: Rossana Chahla (Capital), Pablo Macchiarola (Yerba Buena) y Alejandro Molinuevo (Concepción).
De influencers a tiktokera. En la previa al acto, mientras se esperaba el arribo de las autoridades nacionales se produjo un llamativo encuentro con la intendenta capitalina ingresaba a la sede ruralista. Los influencers libertarios Iñaki Gutiérrez y Eugenia Rolón saludaron la jefa municipal tiktokera. “Te vemos en las redes”, le dijo Iñaki a modo de introducción. Tras la derrota del domingo pasado en Buenos Aires, el influencer trató de bajarle el tono al resultado, cuando afirmó: “lo que nos jugamos en términos de plan económico es en octubre, la batalla grande”. Gutiérrez y Rolón llegaron esta semana a Tucumán para participar del acto de lanzamiento de la campaña de LLA en Villa Luján.
Las chicanas tradicionales. “Vamos a ganar”, lanzó el gobernador y primer candidato a diputado por Tucumán Primero Osvaldo Jaldo durante el coctel que se ofreció en la Rural. Se dibujaron sonrisas entre las autoridades que se ubicaron en la mesa principal. “Espera que me agarre de la silla”, retrucó el ministro del Interior, Lisandro Catalán. Los comentarios políticos no pasaron de eso. Jaldo y Catalán se han mostrado en sintonía más allá de que, en los discursos políticos, uno se aferre a la tijera y el otro a la motosierra. Pero ambos, además, se necesitan. Lo dijo en su mensaje el propio ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, cuando pidió el acompañamiento de Jaldo a los proyectos que el Poder Ejecutivo nacional envía al Congreso para su tratamiento. Jaldo viene advirtiendo que es difícil gobernar dos años más en soledad, sin consenso. Eso fue lo que le transmitió en la reunión privada con ambos ministros en la sala de la presidencia ruralista. Hasta el 26 de octubre habrá una barrera electoral natural, por el efecto del impacto de algunas medidas en la sociedad. Tucumán ha dejado en claro que no negociará leyes que afecten a los jubilados, a los discapacitados y a otras áreas sociales sensibles. De todas maneras, después de los comicios parlamentarios, la sintonía será otra, porque tanto al presidente Javier Milei como al gobernador tucumano se necesitarán para seguir gobernando.
La presión impositiva, pero no política. El presidente de la Sociedad Rural, José Frías Silva (h), reiteró el clamor del campo para que el Gobierno nacional elimine las retenciones a las agroexportaciones. Pero además fustigó que el Estado los designe como agentes de percepción y de retención en varios impuestos. “Eso es tarea del Estado, no del productor. Delegarlas no sólo nos distrae en hacer lo que sabemos, sino que generan costos administrativos adicionales que terminan afectando nuestra competitividad como empresa”, argumentó. En el mismo sentido se expresó el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Carlos Castagnani, que recordó que el propio Milei ha definido las retenciones como el peor de los impuestos, como lo es Ingresos Brutos en las provincias. “Todos tenemos que aportar ideas para achicar los impuestos en todos los niveles, nacional, provincial y municipal”, completó. El ministro de Economía, Daniel Abad, prefirió hablar más de las leyes de fomento a la inversión y a las energías renovables. Pero no tocará la carga impositiva que, según la provincia, no es tan elevada como esgrime el sector privado. Por el lado de la Nación, Sturzenegger sacó a relucir el valor de la motosierra que, a su criterio, no es sólo simbólico. “Se necesita un Estado más chico, no sólo porque es más barato, sino porque cada peso que se gasta alguien lo paga con impuesto”, argumentó. Y continuó: “necesitamos bajar los impuestos si bajamos el gasto público, como lo hicimos en el orden de un 5% del PBI”. Pero el ministro también resaltó la decisión del Presidente de ir eliminando drásticamente el impuesto inflacionario que paga toda la sociedad. “Esto nos ha permitido dejar de emitir”, acotó. Recordó que la actual gestión bajó las retenciones, erradicó el impuesto PAIS y modificó Bienes Personales y aranceles de varios productos. “Necesitamos más motosierra para seguir bajando los impuestos”, expuso aclarando que eso se dio sin afectar servicios, pero sí suprimiendo ñoquis, redundancias administrativas y regulaciones que encarecían costos. “En esta tarea de bajar impuestos se requiere el acompañamiento de provincias y de municipios”, finalizó Sturzenegger.






















