Con el cine Atlas colmado, los "Benjamines" presentaron su documental.
“Ningún jugador es tan bueno como todos juntos”. La frase aparece en la pantalla apenas arranca el documental y funciona como declaración de principios. Resume el espíritu de Triple Corona – El Legado, la película que retrata la gesta del Lawn Tennis y que anoche se estrenó en el cine Atlas ante una sala colmada de socios, exjugadores, dirigentes y familias enteras, la mayoría vestidos de blanco, como si se tratara de un ritual colectivo.
El ambiente tenía la carga emocional de una final. La expectativa se palpaba en los pasillos y, una vez que se apagaron las luces, la tensión se transformó en un silencio reverente. El público se dejó llevar por las imágenes y reaccionó como si todavía estuviera en la tribuna: estalló en aplausos cuando se vio el try de Nicolás Sánchez contra Gales con la camiseta de Los Pumas, y volvió a emocionarse con el capítulo bautizado “El regreso del hermano mayor”, que muestra el retorno del apertura tucumano a entrenar en el club que lo vio nacer. Cada gesto, cada ovación, confirmaba que el estreno era mucho más que cine: era un homenaje compartido.
La historia que cuenta el film parece guionada para una épica deportiva. Lawn Tennis, que venía golpeado por derrotas que parecían condenarlo a un papel secundario, vivió en 2024 la temporada más gloriosa de su vida. El regreso de “Cachorro” Sánchez coincidió con una seguidilla de triunfos que le permitió ganar tres títulos consecutivos, incluida la Copa Nacional, el máximo trofeo al que puede aspirar un club tucumano. Ese recorrido fue bautizado como la “Triple Corona” y rápidamente se convirtió en parte del ADN del club.
Lo que comenzó como un simple registro terminó convirtiéndose en un documental de 68 minutos. “La idea era hacer un video de 20 minutos contando la hazaña del 2024 en la que Lawn Tennis pasa de estar muy derrotado a ganar tres copas consecutivas”, recordó Álvaro Simón Padrós, director y editor del film. “Grabamos pensando en eso, pero nos encontramos con testimonios muy ricos, muy inspiradores, y la historia se fue alargando. Realmente es una historia de superación que te motiva bastante”.
El resultado es una producción con entrevistas a jugadores, entrenadores, dirigentes e hinchas —15 voces en total— que reconstruyen un año irrepetible. Pero lo interesante es que el documental no se queda en lo local. “El desafío siempre fue que no solamente le sirva a un club ni a la gente de Tucumán”, explicó Simón Padrós. “Queríamos que alguien en Vietnam, Estados Unidos o Grecia pudiera sentarse a ver el documental y emocionarse igual. La idea era que sea una historia universal. Y creo que lo hemos logrado”.
Las tres copas estaban exhibidas en el hall de entrada.
Esa búsqueda implicó también una decisión narrativa clave: no reducir el relato a un homenaje a Nicolás Sánchez, pese a su peso específico en la historia. “Sin duda Nicolás es un personaje importante”, admitió el realizador, “pero son todos los jugadores importantes, también el staff. El desafío fue que no sea ‘Nicolás Sánchez, la película’, sino La Triple Corona – El Legado. Lo que buscamos fue rescatar el valor del grupo, la idea de que nadie triunfa solo”.
La película recorre momentos que ya forman parte de la mitología del club: el repechaje en Bigornia, la angustia de los viajes largos, las victorias que alimentaban la esperanza y la hinchada que seguía al equipo hasta el último rincón del país. En la pantalla se entremezclan la gloria y el sacrificio, las lágrimas y las canciones que se hicieron himno. La fotografía de Nicolás Perondi le da un espesor cinematográfico que potencia la narrativa.
En el Atlas, cada escena fue acompañada por gestos de complicidad: sonrisas, suspiros, aplausos espontáneos. Cuando aparecieron imágenes del festejo del título, los espectadores se emocionaron como si el partido hubiera terminado recién. Afuera, al terminar la función, la charla seguía: algunos repasaban jugadas, otros buscaban reconocerse en la pantalla, y más de uno se quedó conmovido en silencio, abrazando a su compañero de butaca.
Para el club, la película es mucho más que un registro. Es un espejo en el que se refleja una generación que aprendió a levantarse después de caer y que encontró en la unión su mayor fortaleza. “Queríamos que sea una historia que emocione a cualquiera, más allá de si juega o no al rugby”, resumió Simón Padrós. Y esa noche quedó demostrado que lo lograron.
Triple Corona – El Legado es, en definitiva, la prueba de que a veces el deporte puede convertirse en cine, y que los valores de un equipo trascienden fronteras. En la frase emblema del documental —“ningún jugador es tan bueno como todos juntos”— se condensa no solo la temporada más gloriosa de Lawn Tennis, sino también la esencia de una película que ya es parte de la memoria colectiva del club.





















