Los narcos buscan gente vulnerable para traficar cocaína

El traslado con “mulas” y “capsuleros” es el segundo sistema más utilizado para llevar esta droga. ¿Son casos de trata de personas?

ESCONDITES. Los narcos encontraron varios lugares para esconder cocaína cuando la trasladan en las cada vez más usadas camionetas. ESCONDITES. Los narcos encontraron varios lugares para esconder cocaína cuando la trasladan en las cada vez más usadas camionetas.

En Tucumán, hasta el lunes pasado se secuestraron 1.024 kilos de cocaína, cinco veces más que en idéntico período del año pasado. La llamada “Ruta de los Valles” es el camino elegido por los narcos para transportar la sustancia, ya que allí se decomisó más del 57% del total de estupefacientes. Pero faltaba conocer un eslabón de la cadena del tráfico de droga: el sistema de traslado. Ocultar la droga en camionetas es el más común. Pero en medio de ese océano de números hay un dato relevante. En segundo lugar, con 260 kilos, aparecen los mecanismos en los que traficantes se aprovechan de personas para llevar adelante esta actividad ilícita. La vulnerabilidad se transformó en la mejor aliada de los narcos.

El traslado “humano” es un engranaje que los narcos tienen bien aceitado. Primero, según surge de las investigaciones realizadas, buscan a las personas vulnerables que, entre otras cosas, estén sin trabajo, necesiten hacerse de dinero de manera urgente o directamente no cuentan con recursos para afrontar gastos impensados como de salud o de educación. “En estos tiempos duros no les resulta para nada difícil encontrar gente que realmente esté desesperada. Personas que prefieren arriesgarse sin medir las consecuencias. Se dejan engañar, pero después terminan lamentándose porque no miden las consecuencias del delito que están por cometer”, resumió Jorge Dib, secretario de Lucha contra el Narcotráfico.

Los narcos buscan gente vulnerable para traficar cocaína

Las personas que se dedican a esta actividad ilícita son llamadas de dos maneras diferentes:

- “Capsuleras”: se llama así a quienes ingieren cápsulas de cocaína para transportarlas en el interior de su cuerpo. Hasta el lunes, las autoridades secuestraron 19 kilos que eran trasladados con este mecanismo.

- “Mulas”: hay de dos tipos. La primera, son personas a las que contratan para que lleven adosadas en su cuerpo los paquetes de cocaína. Hasta el lunes se decomisaron 13 kilos del estupefaciente con este sistema.

Así también se denomina a la gente que es contratada para que lleven la “merca” en colectivos o en vehículos a cambio de una suma de dinero. En este último caso, los narcos pagan más si la “mula” utiliza a todo su grupo familiar para no levantar sospechas. Las diferentes fuerzas secuestraron 195 kilos que eran trasladados con esta modalidad.

Aunque “oficialmente” no está integrando este grupo, también en 2025 se conoció una nueva modalidad: aprovecharse de los obreros golondrinas para trasladar la droga. En los últimos meses se conoció un caso: trabajadores temporarios llevaban 13 kilos ocultos en el interior de dos matafuegos.

Paga y algo más

Un kilo de cocaína cuesta en la zona de frontera unos U$S3.500. Para trasladarla a Tucumán, cuyo valor asciende a unos U$S5.500, las “capsuleras” pueden recibir en promedio unos U$S150 como máximo por kilo de droga. “Son el último eslabón de la cadena, porque no sólo reciben una miseria, sino que ponen en riesgo su vida por la necesidad”, agregó un funcionario judicial.

Las mulas, reciben una mejor paga por una sola razón: trasladan más estupefacientes. En un hallazgo concretado en la “Ruta de los Valles”, dos personas fueron detenidas por llevar nueve kilos en un auto desde Cafayate hacia Belén, Catamarca. Les prometieron pagar un $1 millón por transportar una carga valuada en más de $76 millones cuando llegaran a destino. El sistema, aunque suene increíble, es contraentrega.

Los narcos, a la hora de contratar a estas personas, les prometen asistencia legal y apoyo a su familia si es que ellos llegan a ser detenidos por este delito. Fuentes judiciales confirmaron que menos del 10% de los narcos cumplen con su palabra. Por temor a sufrir represalias, la mayoría de ellos guardan silencio. “En el mundo narco una traición se paga con la vida”, dijo un investigador al justificar el silencio de los detenidos que, según las normas vigentes, pueden recibir una pena de cuatro a 15 años de prisión por este ilícito.

El sistema judicial, cuando son detenidos, se encuentra con otro dilema: la situación de vida de los acusados. Muchas veces, por el análisis que realizaron los mismos acusadores, piden que se atienda situaciones porque es evidente que se aprovecharon su vulnerabilidad. Al recurso de elegir mujeres con hijos para que se les otorgue el arresto domiciliario, ahora los narcos eligen ciudadanos bolivianos. Con la modificación de la ley de Migraciones, los detenidos solicitan ser expulsados del país. La razón es simple: en caso de aceptarse su planteo, son liberados en la frontera y en su tierra natal quedarán libres porque se extingue su persecución penal. “Serán detenidos en caso de que lleguen a ser descubiertos en el país”, sostuvo una fuente judicial.

Planteos

“Son personas cuidadosamente elegidas por los narcos”, aseguró el penalista Aníbal Paz. “Si les sale bien, vuelven acceder, muchas veces obnubilados por el dinero, y otras, porque ya no pueden salir del círculo vicioso. Si son detenidas, reciben ayuda por un tiempo, especialmente para que denuncien a los que contrataron”, sostuvo.

“Hay que entender que si esas personas tuvieran más oportunidades, quizás no habrían aceptado una mísera paga para llevar drogas. Y si el narco no tuviera contactos con el poder, no podría mover todo por teléfono desde un restaurante lujoso”, sostuvo el penalista Patricio Char. “En Tucumán, por el incremento de cocaína secuestrada, pareciera que la batalla se está ganando. Pero no se puede dejar de tener en cuenta esta situación. Son víctimas de trata de personas, porque son obligadas a realizar una actividad ilegal a cambio de una mísera cantidad de dinero si se tiene en cuenta los valores que manejan los narcotraficantes”, agregó en una entrevista con LA GACETA.

“El fenómeno de las denominadas ‘mulas’ o ‘capsuleras’ puede encuadrar dentro de los supuestos de trata de personas, especialmente cuando se verifica que la captación, el transporte o la utilización de esas personas se realiza mediante engaño, amenaza, abuso de situación de vulnerabilidad o coerción, con fines de explotación”, sostuvo la abogada Paula Morales Soria. “En esos casos, el foco debe estar puesto en la responsabilidad penal de las organizaciones narcocriminales que se benefician del cuerpo ajeno, y no únicamente en la persecución de la víctima”, añadió.

La penalista agregó: “la suerte de esas personas suele ser trágica. La mayoría termina detenida, con procesos penales largos, sin recursos económicos, sin defensa adecuada y lejos de sus familias. mientras los verdaderos responsables -los que reclutan, financian o dirigen la logística del narcotráfico- siguen libres. Cuando salen, arrastran antecedentes penales que les cierran puertas laborales y sociales, lo que genera un círculo de exclusión y vulnerabilidad que las vuelve nuevamente captables”.

Análisis: cuáles son los sistemas más utilizados para transportar más de 1.000 kilos de cocaína

Las fuerzas de seguridad, en los informes donde dieron a conocer los detalles sobre el tráfico de droga, se estableció cuáles eran los sistemas que utilizaron los narcos para transportar los 1.024 kilos de cocaína que se secuestraron hasta el lunes en Tucumán. Con 719 kilos, las camionetas fueron los vehículos más elegidos para transportar la “merca”, oculta en las ruedas, en las cajas o en los torpedos.

“Las camionetas dejaron de ser un vehículo dedicado al trabajo, sino que cada vez son más las personas que los eligen como medio de transporte”, sostuvo Jorge Dib, secretario de Lucha contra el Narcotráfico.

Le siguen las “mulas” (241 kilos), encomienda (32 kilos), camión (21), “capsuleras” (19 kilos), tours de compras (4 kilos) y motocicletas (1). La disminución más notoria con respecto al año pasado fue en los micros que venían del norte después de haber realizado compras.

Fuentes judiciales indicaron que esta situación se podría haber generado luego de la desarticulación de una red de corrupción de efectivos de Gendarmería Nacional que cobraba coimas para no controlar los micros.

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