La conductora y periodista Naza Di Serio abrió su corazón y recordó el calvario que vivió con un acosador que la hostigó durante un año, cuando tenía 24 años.
El testimonio surgió a partir del relato de sus colegas Agustina Peñalva y Soledad Larghi, quienes también compartieron sus experiencias de acoso.
En diálogo con el ciclo de streaming Resu en Vivo, Di Serio detalló: “Yo tuve una situación con el botón antipánico, me lo tuvieron que dar porque tenía una persona en redes sociales que empezó a mandar cosas al canal. Me mandaba regalos, regalos, regalos... hasta que un día cae un cuadro con la cara recortada de todos mis amigos y de mi familia”.
“Tuve que borrar todo para proteger a mis amigos”
La periodista de TN y El Trece relató que, tras ese episodio, las autoridades del canal intervinieron de inmediato.“Cuando vieron eso, me dijeron: ‘Ya te vas a hacer la denuncia’. Yo había dejado de seguir a todos y puse mi Instagram en cero para proteger a mis amigos, que estaban asustados. No entendían cómo una persona X sabía tanto sobre nuestras vidas”.
Desde entonces, Naza confesó que toma recaudos permanentes en redes sociales:
“No puedo arrobar a nadie porque le escriben a mis amigos. Si subo una foto con alguien, a esa persona le mandan mensajes preguntando dónde estoy”.
“Tener un botón antipánico te cambia la vida”
La conductora también manifestó su frustración por la falta de respuestas de la Justicia en casos de acoso digital y presencial.
“Me dieron un botón antipánico y te cambia la vida, porque no podés ir a ningún lado sola. Algo tan habitual como subir una foto y decir ‘estoy en Palermo’ ya no lo podés hacer, porque sabés que esa persona puede aparecer”.
Además, contó que el dispositivo que le asignaron no funcionaba correctamente:
“Era un aparatito con una tecnología muy paupérrima. Cuando se quedaba sin señal, capaz iba a un boliche y había un patrullero esperándome afuera. Terminaba siendo más acosada por la policía que por el acosador que me tenía que proteger”.
“Es estresante, triste y agobiante”
Naza Di Serio aseguró que el hostigamiento virtual y físico la afectó profundamente:
“No solo perdía señal, sino también batería. Es estresante, triste y agobiante. No lo entienden, porque te dicen: ‘Bueno, bloquealo’. Pero no podés, porque la otra persona lo percibe como algo personal. Si lo escrachás, cree que estás interesada; si lo bloqueás, te busca por otra red. A él lo motiva eso”.
La periodista concluyó que, pese al miedo y la angustia, su caso refleja una realidad que atraviesan muchas mujeres, que deben convivir con el acoso y la falta de respuestas efectivas por parte del sistema judicial.























