Los proyectos de la emprendedora no produjeron los resultados esperados, causando pérdidas económicas que impactan no solo en ella, sino también en la Diva de los teléfonos. Esta última financió las iniciativas que terminaron sin concretarse.
Lucía Celasco, nieta de Susana Giménez, se encuentra en una cruzada mediática con su abuela. Todo por causa de una supuesta deuda millonaria no pagada entre las mujeres de la familia Giménez.
El problema es que la joven Celasco, quien logró construir un perfil propio dentro del mundo del emprendimiento y la moda, no logra generar ingresos suficientes para pagar la deuda a Susana. La joven trabajó como modelo, participando en campañas de marcas reconocidas como Jean Paul Gaultier, y colaborando con la marca de jeans Lovely Denim.
¿Qué paso entre Susana Giménez y su nieta Lucía Celasco?
Según se comentó en el programa A la Tarde (América TV), la figura televisiva se agotó de actuar como su banco. Por ello, le hizo un reclamo que parece fracturar un poco la relación que mantienen. La conductora, Karina Mazzocco, señaló: "Susana le prestó un dinero a su nietita, y la chica parece que lo gastó". Luis Bremer complementó esta información diciendo: "Ahora las dos están en Miami, pero no se visitan. El conflicto se relaciona con una suma de dinero que le entregó para un emprendimiento. Hablamos de una cifra de seis números en verde (dólares), claro".
La vida de Lucía Celasco, la nieta de Susana Giménez
La nieta de la icónica Susana Giménez, construyó un perfil propio en el mundo del emprendimiento y la moda. Nacida el 25 de noviembre de 1993, es hija de Mercedes Sarrabayrouse y Eduardo Celasco. A pesar de su exposición familiar, prefiere mantener un perfil bajo en los medios.
En entrevistas, expresó su pasión por la moda, señalando que disfruta armar equipos, seguir tendencias y participar en desfiles. En el plano emprendedor, se destacó por su compromiso con la moda sustentable. En 2013, junto a dos amigas, fundó The Vintage Hole, un emprendimiento de moda circular que busca dar una segunda vida a las prendas usadas, promoviendo el consumo consciente y la reducción del impacto ambiental. La marca tiene locales en Buenos Aires, en Palermo Soho, y expandió su presencia a Estados Unidos, incluyendo Miami, reflejando su estilo de vida cosmopolita.
























