PAPEL Y PLÁSTICO. Cecilia Piazza protagoniza “Estoy acá”, construida a partir de su investigación escénica.
Sobre el escenario hay una mujer. Va a compartir sus vivencias, sus preocupaciones y sus deseos, atrapada en un sistema consumista de vida que se le presentó como modelo de progreso y confort, pero dentro del cual se siente asfixiada por el tiempo que no le alcanza, el individualismo y la violencia. Atrapada en su cotidianeidad, busca construir un mundo sensible en un recorrido poético.
La compañía rosarina La Hormiga llega a La Sodería (Juan Posse 1.141) esta noche a las 22 con su obra “Estoy acá”, interpretada por Cecilia Piazza y con la dirección de María Celia Fernández a partir del libro de poesías “Lugares posibles”, de Vivi Benito, y con música original de Pablo González.
“Es el resultado de una profunda investigación con papel, plástico, objetos y el cuerpo expresivo. Fue un disfrute indagar en este lenguaje: los materiales, su textura, su ruido, su movimiento, hasta que comienzan a hablar por sí mismos y nos sorprenden; entonces el cuerpo se deja llevar y se vuelve partenaire. Luego se sumaron palabras, textos y sonoridades en constante diálogo”, señala la actriz en diálogo con LA GACETA.
- ¿De qué forma desarrollaron el proceso creativo?
- Comenzó en pandemia. Aparte del encierro, muchos días llegaba humo de las islas que hay del otro lado del Paraná; se sentía en toda la ciudad, causaba molestias y afectaba la salud. La sensación era de que estaba todo mal en el cuidado del planeta, de que podía pasar cualquier cosa... Así nació este personaje, que comenzará a vincular de otra manera con lo que la rodea, con la naturaleza.
- ¿Qué significa esta declaración de que ella está presente?
- Muchas cosas. Es ser y estar. Es aceptar saber que estamos en un mundo complicado pero en el que podemos plantarnos de otro modo, es construir nuestras propias maneras y, desde allí, armar redes con otrxs, que es lo que nos dará fuerza. Es no perder el eje de saber quiénes somos y qué vida queremos tener.
- ¿Cómo lo expresan en escena?
- Está contado principalmente por imágenes, con materiales en movimiento, en conversación con el cuerpo más la música como un lenguaje que también cuenta y algunas, pocas, palabras. Es una obra de teatro de objetos y materiales para responder una pregunta: ¿cómo nos sentimos en este mundo? Ese es el principal disparador. La obra se estrenó a fines de 2022, en la pospandemia. Y ahora siento que se resignifica, en un mundo en que se está incentivando el “sálvese quien pueda”, el individualismo, el no importarnos cómo la están pasando los demás, nuestros “próximos”. Todo eso pone en peligro el ser “comunidad”. Pero, afortunadamente y como contraparte, hay personas que tienen una mirada amorosa y respetuosa hacia los demás.
- ¿En qué momento está el teatro de objetos en el país?
- Tiene cada vez un mayor desarrollo, con más investigación en este lenguaje y más lugares, como escuelas y universidades, que brindan formación. De todas maneras aún sigue siendo un lenguaje peculiar, no tan conocido por el público en general. Se cuela y aparece en las obras y su aporte es significativo, ya que posibilita el lenguaje poético y simbólico.
- Tu vínculo con esa forma expresiva tiene décadas...
- Soy titiritera desde 41 años, pero elegí esta vez animar objetos y materiales en lugar de títeres y no contar con ningún teatrillo, mesa ni ningún dispositivo de sostén.
- ¿La propuesta termina siendo contracultural en este momento social?
- Nunca lo pensé así. Me pienso como parte del teatro independiente. Todo lo que se produce es cultura. Y también es político. Estamos diciendo algo, tomando una postura, sea cual fuera... El espacio de la emoción es fundamental. Cuando voy a ver una obra me siento interpelada si me “pasa algo”, si los personajes transitan emociones y me las hacen transitar a mí. “Estoy acá” es un trabajo genuino, porque parte del deseo de contar lo que estamos contando. Y esa emoción siempre es para ser compartida. Y lo sensible parte del reconocer cada emoción, cada sentir, del sentir propio y de ponerse en el lugar del otro imaginando cómo se siente, de la empatía.
- ¿Qué valor le das a lo colectivo?
- Es importante para todo. Para la vida. ¿Qué sería del ser humano sin el otro, sin los otros? Armar redes es indispensable para ser con los otros: solo evoluciono como ser humano si crezco con el otro, si produzco un intercambio con los otros, así me constituyo como persona.



















