Conflicto en el transporte público: “Hay colectivos vacíos en hora pico y nadie controla las motos por aplicación”

Mientras el paro de UTA paraliza la ciudad, Maximiliano Villagra, dueño de la empresa que opera las líneas 19 y 11, advierte que la caída de pasajeros pone en riesgo la continuidad del transporte urbano.

06 Noviembre 2025

El paro de transporte mantiene paralizada a casi toda la capital. Maximiliano Villagra, dueño de la empresa TCM Bus S.R.L, que opera las líneas 19 y 11, aseguró que el sistema urbano atraviesa una crisis estructural agravada por la baja sostenida de pasajeros y la competencia desleal de servicios informales, especialmente las motos que operan mediante aplicaciones.

“El sistema de transporte público no es un problema que empezó ayer. Es una acumulación de muchas situaciones que se fueron dilatando en el tiempo. En algún momento fue la demora de los subsidios nacionales, después la competencia ilegal y ahora la aparición de Uber Moto que nos afectó directamente”, explicó en diálogo con LA GACETA.

El empresario señaló que desde principios de año se registra una caída marcada en la cantidad de usuarios que pagan tarifa plena, y que esa tendencia es particularmente fuerte en el sector urbano. “Primero pensamos que era un problema de nuestra línea, pero hablando con colegas entendimos que es algo general. Hay un desplazamiento de pasajeros hacia las motos por aplicación, y eso genera una distorsión muy grande”, sostuvo.

Villagra apuntó contra la falta de control del municipio sobre una normativa que prohíbe el traslado de personas en moto. “Si el municipio decide que esa norma no se cumpla, tiene que entender el impacto que eso genera en el sistema. Hoy muchos colectivos circulan vacíos, incluso en horario pico”, remarcó.

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Según explicó, las empresas del área metropolitana no sufren el mismo nivel de afectación que las de San Miguel de Tucumán. “Las líneas provinciales o rurales tienen una pérdida mucho menor. El problema está concentrado en la capital, donde los recorridos son cortos y la gente cambió su forma de moverse”, dijo.

Respecto de la relación con los choferes y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Villagra aclaró que no mantiene conflictos personales con el gremio. “Trabajo con mi padre desde los 18 años, y conozco a las gestiones actuales y anteriores de UTA. Nunca tuvimos problemas que no fueran estrictamente laborales”, expresó.

Sin embargo, confirmó que las líneas a su cargo debieron suspender personal como consecuencia de la caída de ingresos. “En la línea 19 son ocho empleados y en la 11 una cantidad similar, alrededor del 10% del personal. Es una medida rotativa que busca adecuar los costos a la realidad actual”, detalló.

El empresario consideró que el panorama es “muy complejo” y pidió una revisión urgente del esquema de subsidios y del control sobre el transporte informal. “Necesitamos que el municipio mire la situación de fondo. Hoy el transporte público dejó de ser la alternativa principal y eso está poniendo en jaque a todo el sistema”, concluyó.

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