New Glenn, el cohete de la empresa espacial Blue Origin, propiedad de Jeff Bezos, se preparaba anoche para su segunda misión, un paso más en la carrera aeroespacial contra la compañía de Elon Musk, SpaceX, pero tuvo que suspenderlo debido a las condiciones meteorológicas.
El aparato, de 98 metros de altura, debía de propulsar la nave espacial ESCAPADE, de la NASA, con destino a Marte para estudiar la historia climática del planeta y preparar el camino para una eventual misión tripulada.
El lanzamiento serviría para saber también si el cohete de Blue Origin puede volver intacto a tierra. El despegue estaba previsto para las primeras horas de hoy, pero Blue Origin anunció que lo pospuso indefinidamente, debido a la nubosidad desfavorable en su plataforma de lanzamiento en Florida.
La empresa estadounidense explicó, según una transmisión en directo en video, que un sistema de nubes cúmulos complicó el lanzamiento y que estaba evaluando las opciones para su próximo intento en función del pronóstico del tiempo.






















