Cómo una pyme familiar del sur tucumano convirtió al limón en un caso de éxito internacional
La producción sustentable dejó de ser una opción para transformarse en una necesidad. En Tucumán, donde el limón es mucho más que un cultivo, una empresa familiar decidió dar un salto y cambiar el paradigma. Apostó por el valor agregado, la innovación y la certificación internacional. En una nueva edición del ciclo “Encuentros LA GACETA”, Luciana Zamora, gerenta comercial y de logística de Zamora Citrus, compartió la historia de una compañía que hizo del limón orgánico su sello distintivo.
“El limón orgánico fue nuestra apuesta al futuro”, afirmó Zamora. “Zamora Citrus fue fundada por mis padres, Juan Zamora y Alicia. Represento a la tercera generación y vengo de una familia muy ligada al campo: mi abuelo, inmigrante español, fue quien inició la producción de limones en la provincia”, contó. “Es un orgullo continuar ese legado. Dentro del equipo hay personas que me vieron crecer y que también forman parte de esta historia”, agregó.
La empresa nació en los años noventa, cuando producir limón orgánico en el país parecía una aventura sin destino. Juan Zamora apostó por la sustentabilidad en un contexto sin protocolos ni certificaciones. Con los años, esa visión se consolidó: Zamora Citrus es hoy el primer productor y exportador argentino con certificación Fair Trade, y abastece a la cadena Whole Foods Market, perteneciente a Amazon.
“Hace unos años notamos que el limón convencional tenía mucha competencia. Queríamos distinguirlo, darle valor agregado y abrirnos a nuevos mercados”, explicó. “Salimos del foco del limón tradicional y nos insertamos en el limón orgánico. Estados Unidos y Europa están más avanzados en este tipo de consumo y decidimos alinearnos con esa visión”, comentó.
El cambio de rumbo trajo reconocimiento. En 2023, Zamora Citrus obtuvo el Premio Internacional Fair Trade, que distingue a las empresas que cumplen con estándares sociales, económicos y ambientales. “Somos una de las ocho compañías del país con esta certificación. Este año la prima superó los 130 millones de pesos y llegó a 150 familias de forma directa”, detalló Zamora. “El proceso es transparente: la prima se transfiere a un comité de empleados que decide cómo usar esos fondos”.
RELATO. Zamora contó cómo fue el camino de apostar por el limón orgánico. LA GACETA/FOTO DE OSVALDO RIPOLL
Los resultados fueron visibles. “Los trabajadores destinan ese dinero a mejorar sus viviendas o a un programa llamado Alacena Llena para comprar alimentos. También lo usan para mejorar las escuelas de sus hijos”, indicó. “Algunos incluso comenzaron a emprender: compraron gallinas ponedoras o iniciaron huertas. Es un beneficio que los impulsa a crecer y a trabajar en equipo”, valoró.
Certificación, desafíos y liderazgo femenino
La certificación orgánica implica un proceso largo y exigente. “Lleva tres años en los que el campo debe trabajarse solo con materia orgánica. Todo, desde la cosecha hasta el empaque, debe cumplir protocolos de la Unión Europea y de Estados Unidos”, explicó. “Además, la logística desde Tucumán es un desafío enorme: tenemos entre cinco y siete días de viaje hasta el puerto y luego unos 40 días en barco. Lograr que el limón llegue firme y dure en góndola nos llevó más de 20 años de aprendizaje”, reconoció.
Con una planta de empaque construida en 1994, la firma produce 20.000 toneladas anuales, cultiva 800 hectáreas (600 orgánicas) y exporta el 60% de su producción, principalmente a Estados Unidos. “Competimos con Perú, Sudáfrica y España, pero el limón tucumano se posicionó entre los mejores del mundo. Nuestros principales clientes son cadenas internacionales que acompañan al productor y valoran el origen del producto”, subrayó Zamora, que también destacó el cambio cultural dentro de la empresa. “Vengo de un ámbito en el que históricamente los mandos fueron ocupados por hombres, pero hoy el 70% de los cargos jerárquicos está ocupado por mujeres. Eso demuestra que las miradas diversas enriquecen la gestión”, afirmó.
“El campo debe invertir sin saber si podrá cosechar o vender. Hay que cuidar al productor, porque es quien más arriesga. Mi padre siempre insistió en buscar valor agregado. Escuchar al cliente, adaptarse y apostar a la sustentabilidad fue lo que nos trajo hasta acá. Nuestro objetivo es ser 100% orgánicos y seguir creciendo”, concluyó.
Esta edición de Encuentros La Gaceta sobre Campo y Agroindustria contó con el acompañamiento de empresas e instituciones destacadas del sector: Apronor (Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte), Arca Continental Argentina, EEAOC (Estación Experimental AgroIndustrial Obispo Colombres), Grupo Zafra, INGENIOS, IPAAT (Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán), Movimiento CREA, Paltas del Timbó, RICSA S.A, SRT (Sociedad Rural de Tucumán), TS OASIS y Zamora Citrus





















