Tucumán Central venció a Graneros en un duelo marcado por viejas heridas y cuentas pendientes

En una tarde tensa, con recuerdos de la semifinal aún flotando en el aire, el “Rojo” leyó mejor el partido y ganó 1-0 con gol de Felipe Estrada. Graneros tuvo chances pero nunca encontró claridad; Central aprovechó su momento y quedó a un paso de los playoffs.

Estrada anotó el único gol del encuentro. Estrada anotó el único gol del encuentro. Gentileza Luciana Ramón.
19 Noviembre 2025

El deporte tiene sus ciclos. Vuelve sobre sí mismo, repite duelos, abre capítulos nuevos y ofrece desquites. Algunos equipos saben leer ese momento y lo transforman en una oportunidad; otros, en cambio, se ahogan en su propia falta de recursos y ven cómo la historia vuelve a doblarlos. Graneros tenía todo para cobrarse revancha contra Tucumán Central tras aquella semifinal de la Liga Tucumana que terminó en escándalo y con los jugadores increpando a la terna arbitral. Esta vez jugaba en su casa, con su gente, obligado a ganar para seguir con vida en el Regional Federal Amateur y con la chapa de vigente campeón de la Región Norte. Pero el impulso inicial se diluyó en ataques sin profundidad y centros sin destino. El “Rojo”, en cambio, aprovechó cada error, golpeó con el 1-0 de Felipe Estrada y mostró por qué es el último campeón del torneo provincial. Y, sobre todo, por qué sigue con chances de clasificar a los playoffs: deberá vencer a Famaillá, líder de la zona 9 con seis unidades, dos más que los de Villa Alem.

Para ambos, el duelo tenía un peso especial. Graneros buscaba levantarse del golpe liguista y volver a soñar con el ascenso al Federal A, del que quedó a las puertas tras perder la final contra Gimnasia de Chivilcoy. Tucumán Central, por su parte, quería dejar atrás las polémicas de la final frente a Concepción FC y reafirmar su condición de campeón. Había historia reciente, heridas abiertas y cuentas pendientes, y todo eso se tradujo en el juego: abundaron las faltas, los reclamos y las discusiones continuas.

El nerviosismo se palpaba desde el pitazo inicial. La tarde ya mostraba rarezas a los 2’, cuando el arquero Daniel Moyano, de Tucumán Central, se desvaneció y estuvo cerca de cinco minutos tendido en el suelo. Arrieta decidió reemplazarlo de inmediato y Néstor Tonini terminó debutando con la camiseta del “Rojo”.

La primera jugada discutida llegó a los 12’: Bruno Medina desbordó por izquierda y, al borde del área, recibió una falta de Néstor Campos. El cuerpo técnico visitante explotó en reclamos hacia Rodrigo Ballestero, mientras los hinchas del “Cocodrilo” respondían con gritos y proyectiles. El clima ya estaba encendido. Demasiado encendido.

El equipo de Hugo Corbalán intentó imponerse mediante la pelota parada: a los 14’, Jonathan Sandoval sacó un remate que Tonini tapó con firmeza. Pero el local seguía sin encontrar claridad en ataque. Trasladaba la pelota de un costado a otro, sí, pero sin profundidad. Era un “Cocodrilo” sin hambre: insistía, rondaba, empujaba, pero confiaba demasiado en que la pelota parada solucionaría lo que el juego asociado no podía resolver.

Tucumán Central, en tanto, se mantuvo ordenado y buscó romper a Graneros con rápidos contragolpes a través de Medina, Nelson Martínez Llanos y Estrada. El “9”, incluso, falló una ocasión clarísima frente a Pablo Lencina.

El clima se tensaba en cada cruce. Lencina protagonizó más de un encontronazo con los delanteros visitantes, y por momentos el duelo se reducía a un intercambio de insultos más que a fútbol. Fue un partido somnoliento, con poco atractivo desde lo estrictamente deportivo.

El segundo tiempo mantuvo ese tono áspero, aunque aparecieron las emociones. A los 55’, Carlos Juárez -que había ingresado por Gonzalo Salina- lanzó un tiro libre que dio en el palo izquierdo de Tonini y, en el rebote, Alejandro Medina anotó. El festejo duró poco: el asistente anuló la acción por offside.

Y de esa jugada nació el golpe que definió todo. Tucumán Central salió rápido por la derecha con Diego Martínez, que dejó atrás a Jonathan Sandoval y metió un pase perfecto para que Felipe Estrada, esta vez sí, definiera el único gol de la tarde.

El resto del partido no cambió demasiado. Tras la expulsión de Bruno Medina -por un codazo a Alejandro Medina-, el “Rojo” se dedicó a aguantar el resultado. Graneros buscó el empate de manera incesante: primero, Daniel López ganó en las alturas y lanzó un cabezazo que César Abregú rechazó sobre la línea; luego, Carlos Juárez sacó un remate que impactó en el travesaño. Evidentemente, la suerte no estaba del lado del “Cocodrilo”.

Al final, el duelo terminó como empezó: cargado de ruido, tensión y cuentas sin saldar. Graneros tuvo el impulso, la necesidad y las ocasiones, pero nunca encontró el orden ni la claridad para romper su propio laberinto. Tucumán Central, en cambio, leyó mejor el momento y se llevó un triunfo que vale más que tres puntos: sostiene su aspiración de playoffs y refuerza la idea de que, cuando la historia vuelve a repetirse, no siempre lo hace para ofrecer revancha. A veces vuelve para recordar quién está preparado para aprovecharla.

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