EN CASA. Los estudiantes de quinto año de la escuela Normal Julio Argentino Roca fueron recibidos por sus familias en la terminal de ómnibus. LA GACETA / FOTO DE MATÍAS VIEITO
Si tuvieran que describir el viaje a Carlos Paz en una palabra, ¿cuál sería? Javier Yanguez dudó unos segundos antes de responder. “Es una buena pregunta”, dijo. A su lado, Lautaro Miguel añadió: “No lo podríamos simplificar en una sola palabra, pero diría que fue un viaje ‘emocionante’”.
Los estudiantes de 5° año de la Escuela Normal Julio Argentino Roca de Monteros regresaron ayer a su ciudad pasadas las 19, después de disfrutar del viaje a Villa Carlos Paz que ganaron en septiembre en el concurso “Enseñame Tucumán”. La dupla integrada por Javier (5° D) y Lautaro (5° E), representó a la institución en la competencia que se desarrolló en varias instancias y se transmitió en vivo para la provincia. Con una dinámica colaborativa, la propuesta organizada por el Ministerio de Educación y LA GACETA buscó despertar en los jóvenes el interés por el pasado de Tucumán y fortalecer su identidad a través del juego.
RECIÉN LLEGADOS. Los ganadores sonríen cubiertos de espuma.
El certamen convocó a estudiantes de 4°, 5° y 6° año de más de 180 escuelas secundarias y el premio final fue un viaje, a cargo de la empresa Siwar, con destino la villa turística cordobesa. Los jóvenes se alojaron durante una semana en el hotel Intersierras.
“Por nosotros”
Lautaro contó que ya conocía Carlos Paz por viajes familiares, pero valoró esta nueva oportunidad. “Fue una experiencia única. Pude compartir, fortalecer mis amistades e interactuar con mucha gente”, contó. Entre risas recordó la noche de boliche. “Hicieron una fiesta de la espuma y parece que nos metieron en el lavarropa, porque volvimos completamente mojados”, bromeó.
CONTENTOS. Los campeones posan con la profesora Paulina Zelarayán.
Javier coincidió en que todas las actividades fueron inolvidables. “Fuimos al parque acuático y había una atracción con una caída de 13 metros que casi nos infarta porque teníamos que saltar al vacío. Fue muy fuerte, pero muy lindo”, recordó. Para él, el viaje tuvo un valor especial: “Después de tanto tiempo pudimos viajar todos juntos. Los coordinadores fueron excelentes y el servicio del hotel también”, resumió.
TERMINAL LLENA. Familiares y amigos de los chicos esperan su llegada.
Recordaron además cómo comenzó todo. Lautaro explicó que su madre, Paulina Zelarayán, profesora de Historia, debía reunir estudiantes para participar, pero no encontraba voluntarios. “La escuché angustiada, así que hablé con Javier y nos anotamos. Lo hicimos por nosotros y no imaginamos llegar a la final”, dijo. Javier destacó que siempre creyó en ellos: “Podíamos superar nuestros límites. Íbamos a dar todo y lo dimos”.
En Carlos Paz
El coordinador de Siwar, Agustín Juárez, guió al grupo durante la estadía. “Los chicos tuvieron una semana hermosa”, dijo y contó que conocieron puntos clave de Villa Carlos Paz como el Reloj Cucú y el emblemático boliche Molino Rojo. Hicieron un city tour, visitaron una fábrica de alfajores y el parque acuático. “Terminamos la semana con actividades en el hotel, que tiene espacios para que los estudiantes puedan divertirse”, agregó.
UN CARNAVAL. Con espuma, aplausos y saludos llegó el colectivo.
“Un viaje inolvidable”
Cinco adultos acompañaron a los alumnos de los dos cursos. Paulina, docente y madre de Lautaro, expresó su emoción: “Estamos muy agradecidos con todos los que hicieron posible este sueño”. “Fue un viaje inolvidable”, afirmó Carolina Fuenzalida, profesora de Educación Física y Hemilce remarcó que los estudiantes regresaron con momentos que guardarán en su corazón. Los preceptores, Miguel Andrada y Adolfo Zelarayán también fueron. “Los estudiantes son un valor muy importante en el sistema educativo”, destacó Andrada.





















