Benjamín Tannuré Godward cierra un año con grandes emociones con la última función de “Llena tu cabeza de humor”, a las 21.30 en el Centro Cultural Aconquija (avenida Aconquija 1.978), presentada como “un show para volver a los 80”.
“Hacer esta obra es un gusto personal y un placer absoluto. Es un viaje sin riesgos y lleno de alegría hacia la mejor década que viví. Es un espectáculo buscado, deseado, y que se concretó gracias a la unión con Tucson Comedy y a Gustavo Delgado, quien le dio forma a toda esta locura nerd que siempre llevé conmigo. No es una cuestión de nostalgia: hay detrás una investigación profunda sobre esa época maravillosa que marcó a la Generación X, con la vuelta a la democracia y la mano de Dios, entre tantas otras cosas que pasaron”, afirma.
Volcado de lleno a la comedia, asevera que su predilección por ese género se debe a que “el humor estuvo presente en mi vida, desde la infancia, primero a través de la televisión (con programas como ‘Calabromas’ o ‘Hiperhumor’, que me marcaron con su estilo familiar, con doble sentido, pero sin caer en la grosería) y luego del teatro”. “En él me siento cómodo y puedo desenvolverme. Lo que más disfruto es ese instante en que lo que uno propone desde el escenario llega al espectador y provoca una risa genuina, es increíblemente gratificante. El humor motiva, crea lazos, distiende, divierte, transforma, despierta la creatividad e incluso enseña; y tiene un costado egoísta: genera algo en el otro y también es una enorme satisfacción personal”, sostiene.
Buen momento para reír
Por eso, señala que “siempre es buen momento para reír; nunca sabemos qué pasa por la cabeza de quien se sienta a ver una obra, pero la risa derriba barreras y provoca un momento de bienestar”. Aún así, tiene barreras: “no haría humor sobre discapacidades o enfermedades terminales. Son temas serios, pero los límites son, en realidad, muy difusos”.
Tannuré es, además, el creador y conductor del grupo La Teoría del Gran Ja!, que está cumpliendo 10 años. “El balance es sumamente positivo. Nuestra primera puesta fue ‘Cuatro obras sanitarias’, en 2015, y estrenamos más de una por año. Hoy ya tenemos 19, con gran aceptación del público, lo que nos permitió sumar seguidores. Nos definimos como una Compañía de Comedias, con un repertorio que retomamos cuando es necesario, como solía hacerse en el teatro del siglo pasado; como son obras atemporales, siguen funcionando tan bien como antes. Hemos recibido múltiples reconocimientos e incluso ganamos un concurso nacional del INT para grabar un radioteatro. Actuar me encanta porque me permite jugar y a veces creo que me divierto más que el público; y amo dirigir, porque disfruto moldear el trabajo del elenco a partir de una idea de puesta y una estética, pensando en la satisfacción del público”, finaliza.























