La eliminación ante Racing aceleró la planificación de Boca para la próxima temporada y encendió uno de los temas que más entusiasma a los hinchas: la posibilidad de que Marcelo Delgado anticipe movimientos fuertes en el mercado. El integrante del Consejo y mano derecha de Juan Román Riquelme habló sobre los desafíos que se vienen y no esquivó el nombre que hoy domina la escena: Paulo Dybala.
Con varios futbolistas que se marcharán, el club evalúa incorporar figuras de jerarquía y allí surgió el campeón del mundo, actualmente en la Roma y con deseos de regresar al país para reencontrarse con su amigo Leandro Paredes. La opción de que Dybala desembarque en el “Xeneize” fue creciendo en las últimas semanas y terminó de tomar fuerza cuando Delgado expresó: “La llegada de Dybala es un sueño y una ilusión, sabemos que se le vence el contrato en junio”.
La declaración no fue casual. Desde Boca ya iniciaron contactos con el entorno del atacante, que estudia la posibilidad de rescindir con el club italiano. Sin embargo, como ocurrió con el propio Paredes, es una negociación compleja que depende de múltiples condiciones y que podría prolongarse mientras la Roma define si lo retiene o lo deja ir libre.
En Italia, la renovación se encuentra frenada y su salida en 2026 no está descartada. Al mismo tiempo, en Argentina las versiones se multiplicaron luego de las palabras del padre de Paredes, quien reforzó el rumor con su frase. “Dybala vendrá, él y Leo jugarán juntos. La nena es hincha y verá a su papá en la Bombonera”. Y días más tarde volvió a insistir: “¿Paulo a Boca? Todo a su tiempo, ya verán”.
Un escenario abierto
Pese al entusiasmo, el entorno del cordobés mantiene prudencia. A sus 32 años, el surgido de Instituto analiza alternativas para continuar en Europa o explorar una llegada a la MLS. Aun así, medios italianos como La Gazzetta Dello Sport dejaron en claro que el interés existe y que “suenan las sirenas de Boca”, alimentando la expectativa del público “xeneize”.





















