Ema Gómez rompió el silencio y habló de todo

La principal sospechosa del crimen del juez Aráoz mantuvo una charla en exclusiva con LA GACETA, en la cárcel de mujeres. Juró su inocencia y pidió que se investigue a una mafia policial.

LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
25 Noviembre 2006
“Rompí el silencio porque siempre pensé que no tenía garantías para hacerlo, pero estar dos años presa me hizo cambiar. Quiero salir y estar con mi familia”, aseguró la ex policía Ema Gómez, principal sospechosa del crimen del juez Héctor Agustín Aráoz, asesinado el 26 de noviembre de 2004.

En la cárcel de mujeres de Banda del Río Salí, donde se encuentra detenida, Gómez conversó en exclusiva con LA GACETA, entrevista que será publicada en forma íntegra en la edición de mañana del diario.

“Le pido a todos los tucumanos que mañana prendan una vela para rogar por Agustín (cuando se cumplen dos años del asesinato) y para que de una vez por todas se sepa la verdad”, dijo la ex Policía durante el reportaje.

Luego anticipó: “En el juicio contaré todos los puntos oscuros que existen en el caso”.

“Nadie sabe lo que significa ver a tu familia entrar para visitarte y, cuando se van, tras las rejas, verlos marchar de nuevo”, se lamentó.

Gómez juró que es inocente y solicitó, por intermedio de LA GACETA, que se investigue a “una mafia policial” que opera en la institución y que está vinculada al asesinato del juez, según denunció.

Gómez está acusada de haber asesinado a Aráoz el 26 de noviembre de 2004 de nueve disparos. El cuerpo del juez de menores fue encontrado en su casa de la localidad de El Corte, en Yerba Buena.

Por el caso también está imputado el oficial Alejandro Darío Pérez. De acuerdo con la hipótesis que manejan los investigadores, Gómez y Pérez habrían matado al magistrado por razones sentimentales.

En la causa hay otros tres policías implicados: el comisario (r) Rodolfo Domínguez, el agente Gabriel Albornoz están acusados de encubrimiento. El oficial Andrés Faversani también había sido acusado por el fiscal Guillermo Herrera, que investigó el caso, de encubrimiento.

Sin embargo, el fiscal de Cámara Carlos Castellano, hizo lugar al pedido de la querella, encabezada por Benjamín Frías Alurralde y del juez Pisa para que sea acusado por agravado.



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