25 Mayo 2008
NUEVA YORK.- Los responsables de política monetaria y los inversores están ignorando los riesgos del repentino aumento en los precios de los alimentos y la energía, que amenazan con disparar un espiral inflacionario en las economías emergentes y con restringir el crecimiento en los países desarrollados, señala un informe de Merrill Lynch, uno de los bancos de inversión estadounidenses más golpeado por las turbulencias internacionales. “Por primera vez, la inflación, no el crecimiento, es el principal impulsor macro a nivel global”, diagnostica. La semana que pasó, el precio del crudo de Estados Unidos subió por encima de U$S 135 por barril, disparando una ola de ventas en los mercados que llevaron a los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE UU a cerca de los niveles más alto en lo que va de este año. Merrill elevó abruptamente su pronóstico para 2008 sobre la inflación global a un 4,9%, desde un 3,4% emitido en noviembre. El informe sugiere que los inversores y los bancos centrales recién ahora están comenzando a enfrentar la posibilidad de que la actual escalada de los precios de los alimentos y la energía pueda convertirse en una tendencia sostenida que cambiará el panorama de la inflación a largo plazo. (Reuters)