15 Junio 2010
EN TRIBUNALES. Flay vio a los jueces. LA GACETA / JOSE NUNO
"Les pido mil disculpas. Si hubiese sabido que podía perder la libertad por irme a ver el Mundial, me quedaba y gastaba la plata en terminar de construir mi casa". Sergio Gustavo "Flay" Roldán, finalmente, pudo darles su versión a los vocales de la sala IV de la Cámara Penal. Aunque haya dicho la verdad, la suerte del líder de "La Banda del camión" está echada: deberá quedarse hasta diciembre de 2012 en el penal de Villa Urquiza, pues el tribunal le revocó el cumplimiento condicional de la pena que había recibido en 2004.
Además, los jueces María del Pilar Prieto, Horacio Villalba y Silvia Castellote le enviarán al fiscal de Instrucción, Arnoldo Suasnábar, las documentaciones que tenía en su poder "Flay" para que se investigue si se cometió algún delito en la obtención del pasaporte.
El 15 de septiembre de 2001, a la salida de un clásico entre Atlético Tucumán y San Martín, grupos de barras protagonizaron un violento incidente. Durante un tiroteo perdió la vida Luis Gerardo Caro, de 13 años, y sufrió heridas Luis Alberto Argañaraz. Por el primero de los hechos fue condenado a nueve años de cárcel Juan Carlos "Tata" Fenoglio. Roldán fue hallado culpable por el segundo hecho, y recibió una pena de ocho años. Meses después, como había tenido buen comportamiento, "Flay" fue beneficiado con el cumplimiento condicional de la pena y quedó libre.
La semana previa al Mundial, Roldán les envió a los jueces un escrito solicitándoles permiso para viajar a Sudáfrica. Sin esperar respuesta, se marchó a Buenos Aires, abordó un avión y salió del país. "El creyó que iba a obtener el visto bueno", dijo Cergio Morfil, defensor de "Flay". El barra ni siquiera alcanzó a escuchar el irritante chillido de las vuvuzelas. En el aeropuerto de Johannesburgo fue detenido y enviado de regreso. La Justicia tucumana ya había emitido una orden de captura.
El viernes, luego de otro largo viaje, llegó a Tucumán. Fue enviado directamente a la cárcel de Villa Urquiza y alojado en el sector de Máxima Seguridad. Sólo puede salir de su calabozo menos de una hora al día y no tiene prácticamente posibilidades recreativas.
Ayer a la mañana, "Flay" se entrevistó con Prieto, Castellote y Villalba. Los magistrados escucharon lo que tenía para decir, pero no modificarán su decisión. Los papeles que tenía el referente de la hinchada "santa" quedarán en manos de Suasnábar. El fiscal decidirá si es de su competencia investigar la posible comisión de algún delito o del fuero federal.
"Hice los trámites como cualquier ciudadano común. No me pidieron certificados de buena conducta", le dijo a la prensa mientras era escoltado por varios agentes del Servicio Penitenciario. Además, dijo que obtuvo el pasaporte en Buenos Aires, en la sede de la Policía Federal.
"Faltando tan poco para cumplir la condena, no iba a salir del país a sabiendas de que no podía hacerlo. El tenía los pasajes para viajar y como no le decían que sí ni que no, daba por descontado que se lo iban a dar. El venía cumpliendo con todo", comentó Morfil.
Además, los jueces María del Pilar Prieto, Horacio Villalba y Silvia Castellote le enviarán al fiscal de Instrucción, Arnoldo Suasnábar, las documentaciones que tenía en su poder "Flay" para que se investigue si se cometió algún delito en la obtención del pasaporte.
El 15 de septiembre de 2001, a la salida de un clásico entre Atlético Tucumán y San Martín, grupos de barras protagonizaron un violento incidente. Durante un tiroteo perdió la vida Luis Gerardo Caro, de 13 años, y sufrió heridas Luis Alberto Argañaraz. Por el primero de los hechos fue condenado a nueve años de cárcel Juan Carlos "Tata" Fenoglio. Roldán fue hallado culpable por el segundo hecho, y recibió una pena de ocho años. Meses después, como había tenido buen comportamiento, "Flay" fue beneficiado con el cumplimiento condicional de la pena y quedó libre.
La semana previa al Mundial, Roldán les envió a los jueces un escrito solicitándoles permiso para viajar a Sudáfrica. Sin esperar respuesta, se marchó a Buenos Aires, abordó un avión y salió del país. "El creyó que iba a obtener el visto bueno", dijo Cergio Morfil, defensor de "Flay". El barra ni siquiera alcanzó a escuchar el irritante chillido de las vuvuzelas. En el aeropuerto de Johannesburgo fue detenido y enviado de regreso. La Justicia tucumana ya había emitido una orden de captura.
El viernes, luego de otro largo viaje, llegó a Tucumán. Fue enviado directamente a la cárcel de Villa Urquiza y alojado en el sector de Máxima Seguridad. Sólo puede salir de su calabozo menos de una hora al día y no tiene prácticamente posibilidades recreativas.
Ayer a la mañana, "Flay" se entrevistó con Prieto, Castellote y Villalba. Los magistrados escucharon lo que tenía para decir, pero no modificarán su decisión. Los papeles que tenía el referente de la hinchada "santa" quedarán en manos de Suasnábar. El fiscal decidirá si es de su competencia investigar la posible comisión de algún delito o del fuero federal.
"Hice los trámites como cualquier ciudadano común. No me pidieron certificados de buena conducta", le dijo a la prensa mientras era escoltado por varios agentes del Servicio Penitenciario. Además, dijo que obtuvo el pasaporte en Buenos Aires, en la sede de la Policía Federal.
"Faltando tan poco para cumplir la condena, no iba a salir del país a sabiendas de que no podía hacerlo. El tenía los pasajes para viajar y como no le decían que sí ni que no, daba por descontado que se lo iban a dar. El venía cumpliendo con todo", comentó Morfil.
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Violencia en el fútbol
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