08 Abril 2012
Paulina Lebbos desapareció el 26 de febrero de 2006, después de salir a bailar con sus amigas. Su cuerpo fue hallado dos semanas después. Desde entonces, el hecho sigue sin esclarecerse. Y el padre de la joven, Alberto Lebbos, continúa buscando testigos que se animen a hablar sobre lo que pasó. Pero no encuentra a nadie. Está convencido que en este crimen, como en muchos otros de la provincia, los testimonios más importantes están ocultos porque la gente que los guarda tiene mucho miedo y muy pocas garantías para hablar. "Hace seis años que está promulgada la ley de protección al testigo y el Gobierno no la quiere reglamentar", puntualizó Lebbos, referente de la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad. La norma establece la creación de un Departamento de Protección de Testigos que tiene como finalidad la adopción de medidas especiales para el resguardo de la vida o la integridad física de testigos y su núcleo familiar que hubiesen colaborado con las investigaciones judiciales, protegiéndolos de los peligros que pueda ocasionar su declaración. "Lo que llama la atención es que ningún fiscal o juez haya reclamado que se aplique esta ley", disparó Lebbos.
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