07 Junio 2012
TODO TERRENO. En España, donde vive desde 2000, Quirós tiene a cargo las ilustraciones de Muy Interesante y realizó portadas para revistas y libros; también colaboró con tutoriales médicos.
René Quirós es la muestra andante y cercana de que, a diferencia de lo que muchos reclaman, la palabra creativo puede ser, más que una descripción, un título. Autodidacta y emprendedor, el tucumano se destaca hace décadas por sus ilustraciones al punto de que, al instalarse en España, logró el rápido reconocimiento de ese difícil mercado. Pero lo que más sorprende de su trabajo es la interpretación de la realidad y la multiplicidad de mensajes que encierra, y que sobresalen a la par del cuidado del trazo y de los detalles.
Sobre todo, Quirós es el testimonio inobjetable, y en esto insistirá varias veces, de que se puede vivir del arte, y vivir bien. ¿La clave? Conocer todas las posibilidades que ofrece la rama a la que uno se dedica (en Europa, él se ha especializado en ilustraciones de manuales y tutoriales médicos, un nicho que en Latinoamérica parece poco explorado) y combinar la pasión con la rigurosidad. "En España, adonde vivo desde 2000, te dan una sola oportunidad. No podés errarle", comentó, en su vuelta a la provincia. Aquí permanecerá por razones familiares.
Y no le erró Quirós, sin dudas. Actualmente tiene a su cargo las ilustraciones de la revista de divulgación científica Muy Interesante (en su edición española) y colabora con múltiples editoriales de libros de educación, como Santillana, Anaya y Pearson, entre las más conocidas. No solo eso: sus dibujos han cumplido un rol fundamental en varias campañas vinculadas con cuestiones sociales, como la inclusión de discapacitados y la lucha contra las drogas en la adolescencia; al igual que en publicaciones destinadas a dar instrucciones médicas y de calidad de vida, entre las que se destaca una acerca de la fibrosis quística. Otros campos en los que ha hecho valer su creatividad y su eficacia son portadas de libros y revistas, publicidades, storyboards, infografías, caricaturas, arte plástico y más.
El caso es que los caminos son diversos y Quirós los ha andado casi todos. "El ilustrador debe ser un todoterreno, lo que no significa que no terminará haciendo lo que más le gusta. Pero hay que aprender y saberlo todo para que la elección sea realmente una elección, y no la única posibilidad. Veo que en Argentina los ilustradores están generalmente abocados al humor y a los storyboards. Mi intención es demostrar que los límites se pueden ampliar mucho más", señaló.
Justamente con ese propósito es que el comprovinciano se pondrá al frente, a partir de agosto, de un curso de Ilustración Profesional en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). "En Latinoamérica todavía no se dimensiona la gran cantidad de usos y utilidades que puede tener una ilustración, pero algún día se lo valorará y los trabajadores tienen que estar preparados. Me emociona muchísimo poder enseñar esas herramientas, porque cuando comencé nadie lo hizo conmigo. Siento que estoy obligado a difundir eso que aprendí solito y que me costó bastante. Además, me sensibiliza mucho la persona que quiere aprender", indicó. Por más información acerca del curso hay que dirigirse a dicha Facultad.
Un bote que se destapa
Según Quirós, es posible enseñar a tener creatividad. "Es algo inherente a todo ser humano. Hay que motivar a la gente para que la deje salir. No es como meter la mano en un bote y sacar la creatividad, sino que hay que despejar ese bote de todos los obstáculos que impiden que esta salga sola. No se puede inventar, solo dejar que aflore", expresó.
El dibujante contó que dedica mucho tiempo a mantenerse informado, ya que varias de las ilustraciones que le encargan demandan interpretaciones (y hasta pronunciamientos) políticos, económicos y sociales. "También hace falta mucha precisión: en las ilustraciones para manuales, por ejemplo, no podés equivocarte porque de ellas depende que los chicos aprendan bien. Es exigente, pero lo hago muy a gusto -subrayó-. Soy un agradecido de mi profesión".
Sobre todo, Quirós es el testimonio inobjetable, y en esto insistirá varias veces, de que se puede vivir del arte, y vivir bien. ¿La clave? Conocer todas las posibilidades que ofrece la rama a la que uno se dedica (en Europa, él se ha especializado en ilustraciones de manuales y tutoriales médicos, un nicho que en Latinoamérica parece poco explorado) y combinar la pasión con la rigurosidad. "En España, adonde vivo desde 2000, te dan una sola oportunidad. No podés errarle", comentó, en su vuelta a la provincia. Aquí permanecerá por razones familiares.
Y no le erró Quirós, sin dudas. Actualmente tiene a su cargo las ilustraciones de la revista de divulgación científica Muy Interesante (en su edición española) y colabora con múltiples editoriales de libros de educación, como Santillana, Anaya y Pearson, entre las más conocidas. No solo eso: sus dibujos han cumplido un rol fundamental en varias campañas vinculadas con cuestiones sociales, como la inclusión de discapacitados y la lucha contra las drogas en la adolescencia; al igual que en publicaciones destinadas a dar instrucciones médicas y de calidad de vida, entre las que se destaca una acerca de la fibrosis quística. Otros campos en los que ha hecho valer su creatividad y su eficacia son portadas de libros y revistas, publicidades, storyboards, infografías, caricaturas, arte plástico y más.
El caso es que los caminos son diversos y Quirós los ha andado casi todos. "El ilustrador debe ser un todoterreno, lo que no significa que no terminará haciendo lo que más le gusta. Pero hay que aprender y saberlo todo para que la elección sea realmente una elección, y no la única posibilidad. Veo que en Argentina los ilustradores están generalmente abocados al humor y a los storyboards. Mi intención es demostrar que los límites se pueden ampliar mucho más", señaló.
Justamente con ese propósito es que el comprovinciano se pondrá al frente, a partir de agosto, de un curso de Ilustración Profesional en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). "En Latinoamérica todavía no se dimensiona la gran cantidad de usos y utilidades que puede tener una ilustración, pero algún día se lo valorará y los trabajadores tienen que estar preparados. Me emociona muchísimo poder enseñar esas herramientas, porque cuando comencé nadie lo hizo conmigo. Siento que estoy obligado a difundir eso que aprendí solito y que me costó bastante. Además, me sensibiliza mucho la persona que quiere aprender", indicó. Por más información acerca del curso hay que dirigirse a dicha Facultad.
Un bote que se destapa
Según Quirós, es posible enseñar a tener creatividad. "Es algo inherente a todo ser humano. Hay que motivar a la gente para que la deje salir. No es como meter la mano en un bote y sacar la creatividad, sino que hay que despejar ese bote de todos los obstáculos que impiden que esta salga sola. No se puede inventar, solo dejar que aflore", expresó.
El dibujante contó que dedica mucho tiempo a mantenerse informado, ya que varias de las ilustraciones que le encargan demandan interpretaciones (y hasta pronunciamientos) políticos, económicos y sociales. "También hace falta mucha precisión: en las ilustraciones para manuales, por ejemplo, no podés equivocarte porque de ellas depende que los chicos aprendan bien. Es exigente, pero lo hago muy a gusto -subrayó-. Soy un agradecido de mi profesión".
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