Por Fernando García Soto
08 Junio 2012
El Día del Periodista siempre deriva en una jornada especial en LA GACETA, porque se mezclan saludos interminables entre los colegas del diario, felicitaciones que llegan de afuera y el tradicional y esperado brindis a media tarde, momento en que cada profesional se permite distenderse y tal vez conversar unos minutos con compañeros de ruta de secciones distintas, que no se cruzan a menudo. Frente a empanadas, sandwiches y masas finas, los periodistas bromean un rato entre ellos, a la espera del breve discurso que formula la máxima autoridad de la Redacción, para luego brindar y volver raudamente a las tareas. Porque el periodista en su día también trabaja, y duro, como en cualquier jornada. Tanto es así, que ayer, en medio del festejo, uno de los secretarios de Redacción exclamó, mitad en broma, mitad en serio, que hacía media hora que no se actualizaba la página de internet del diario.