La Bancaria reedita su pelea con el gobernador

El dirigente Carlos Cisneros denunció que el alperovichismo persigue intereses inmobiliarios con el predio de calle Bolívar al 1.300. "No nos tienen que espiar para saber qué pensamos del Gobierno. No estamos con Alperovich y si su esposa es candidata, jamás la votaríamos", disparó el gremialista.

02 Octubre 2012
El reemplazo del retrato de la senadora y madrina Beatriz Rojkés de Alperovich por el de un equipo de básquet de 1973 en el hall del Club Caja Popular puede haber pasado inadvertido para algunos. La actitud de los nuevos dirigentes de la entidad (miembros de la Asociación Bancaria), sin embargo, fue interpretada por muchos como una declaración de guerra al alperovichismo. Ocurre que menos simbólicas fueron las acusaciones que ayer lanzó el secretario de la comisión directiva nacional del gremio, Carlos Cisneros.  
"No hay ninguna madrina (en referencia a Rojkés)". "El cantinero fue puesto por Alberto Kaleñuk, el secretario privado del gobernador José Alperovich". "El interventor (Federico Rodríguez Herrera) es ahijado de Rojkés". "El hijo del ministro Jorge Gassenbauer presentó el proyecto de expropiación". "Uno de los hijos de Alperovich organizó eventos en el Club". Cisneros  entretejió y relacionó la serie de nombres y hechos que, considera, demuestran que miembros del Gobierno provincial estarían interesados en el manejo de la institución.  
"Había un interés inconfesable detrás y también algún negocio inmobiliario a los que nos tiene acostumbrados el Gobierno", fustigó ayer durante una conferencia de prensa. Respaldó al flamante titular del Club, Eduardo Bourlé, quien había denunciado que el Departamento de Inteligencia Criminal de la Policía -conocido como "D2"- había irrumpido en las instalaciones el fin de semana y seguía a sus directivos.
Los dirigentes bancarios explotaron tras las acusaciones del encargado de la cantina, Ramón Ybarra. El cocinero había manifestado a LA GACETA que lo intimidaron para que abandonara el lugar: Ybarra se hizo cargo del  bar a partir de la intervención.
 
"Orquestado" por el PE
"No creo que Inteligencia deba intervenir en un supuesto conflicto que existe con el cantinero, que está puesto por Kaleñuk. Creemos que es algo orquestado por el Gobierno. Algún callo se pisó cuando se normalizó porque hay muchos hijos del poder involucrados (sic) ", advirtió Cisneros.
El dirigente manifestó que Bourlé es víctima de una "persecución" desde que fue electo presidente (el 20 de septiembre). Relató que, el sábado, policías entraron al predio de Bolívar al 1.300 y sacaron fotos para tratar de "comprometerlo". "Nos llama la atención teniendo en cuenta que en la zona donde está nuestra sede (Congreso al 600) ya habíamos visto movimientos raros", deslizó. Después, recordó las denuncias de la oposición sobre supuesto espionaje oficial.
Con respecto a la situación del bar, afirmó que sólo pretenden que se cumplan las normas laborales y sanitarias. "Más allá de que sea recomendado de Kaleñuk, tiene que tener todo en regla. Que muestre el contrato firmado por el ahijado de la senadora. Se armó todo un circo que se amplificó en los medios. No nos molesta lo que sale ni lo que opinan los blogueros de Alperovich. Sí que el 'D2' haya participado porque sabemos su finalidad", renegó. Ybarra había reconocido a este diario que sólo contaba con un acuerdo de palabra con el ex interventor.  
"No nos tienen que espiar para saber qué pensamos del Gobierno. No estamos con el gobernador y si en el 2015 se presenta como candidata su esposa (Rojkés), jamás la votaríamos", bramó Cisneros.  
Este se suma como un capítulo más de la novela política de la puja por la administración de la entidad. Agobiado por las deudas (de aproximadamente $ 2,5 millones), el club fue intervenido por el Estado a fines de octubre pasado. Rodríguez Herrera, hombre cercano a Rojkés, fue designado como administrador. En las refacciones intervino el Ente de Infraestructura Comunitaria.
La reinauguración se concretó el 7 de mayo pasado, con un festival al que asistieron Rojkés y Alperovich. Veinte días después, el legislador alperovichista Guillermo Gassenbauer presentó un proyecto de ley para expropiarlo. La iniciativa, mentada en la Casa de Gobierno, naufragó por la oposición de La Bancaria. El gremio pidió que el club sea devuelto a sus legítimos dueños, los trabajadores del sector. Hace poco más de 10 días, una asamblea de socios proclamó a Bourlé como presidente de la institución.

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