Por Miguel Eduardo Décima
29 Octubre 2012
CUMPLIÓ. Si bien Rizo no fue tan determinante, el pibe fue titular y mostró que en sus pies hay magia al por mayor.
CÓRDOBA.- San Martín comienza a demostrar que lo que le ocurrió en los últimos tiempos sólo fue una racha para olvidar rápidamente. Con una actuación más efectiva que lujosa, venció 3 a 0 a Racing de Córdoba y potenció sus pretensiones de terminar la primera rueda entre los equipos que lucharán por el ascenso a la B Nacional. Nace otro San Martín.
Creer o reventar. La efectividad que se le reclamaba a la hora de conseguir los resultados deseados, apareció en los últimos dos cotejos. Es verdad que todavía le falta ajustar en lo futbolístico pero luego de la caída ante Juventud Antoniana el panorama cambió. De eso no hay duda.
En Nueva Italia la previa parecía complicada por lo que significaba enfrentar a un rival obligado a buscar un triunfo para revertir la peor campaña de su historia en la categoría. También puede ser excesiva la diferencia con la que San Martín plasmó su primer triunfo fuera de La Ciudadela en esta temporada, pero es indudable que este equipo, por actitud y contundencia, nada tiene que ver con aquel que perdiera en Salta. Esta vez golpeó en los momentos justos a un adversario que es una sombra de aquel Racing que peleaba siempre arriba.
El tanto de Luis Silba fue una demostración de que el plantel cambió el chip. Un pelotazo de Federico Pomba, sin mayor trascendencia, fue rescatado del olvido por el "Tanque" que, luego de dejar en el camino a Gastón Molina y al arquero Godoy (cometió una falla garrafal), cambió un despeje por gol. El 1 a 0 justificaba la perseverancia del ex Unión Sunchales. Ese tanto despertó de la modorra al partido.
En el complemento, Racing salió a quemar las naves pero no tuvo en cuenta que Carlos Ramacciotti tenía en el banco las cartas ganadora.
Primero apareció Gustavo Balvorín con un espectacular remate desde fuera del área, y después "Nico" Roldán capitalizó un rebote que también podría haber sido gol de "Ring-Ring".
La contundencia no era su mejor característica. Sin embargo, San Martín pudo hacerla su aliada y así, como contra Central Córdoba, ante Racing volvió a aprovechar los errores rivales: no perdonó las pifias defensivas.
La defensa recuperó su mejor nivel. "Lucho" González y Alejandro Rébola volvieron a estar firmes en el fondo, ayudados por Pomba, que cada vez gusta más. Además, Goicoechea aporta abajo y arriba.
Cuando no se pudo cerrar a tiempo apareció Pave para salvar las papas. El 1 tapó varias y ahogó los gritos de los cordobeses, que jamás pudieron derrotarlo. El "1" estuvo siempre bien parado, fue una de las figuras.
Los delanteros comenzaron a pagar con lo que debían: goles. Silba volvió a ser de la partida y a su empuje le agregó el primer grito del "santo". Después ingresó "Ring-Ring" y de nuevo facturó en la primera que tuvo. Bien.
Creer o reventar. La efectividad que se le reclamaba a la hora de conseguir los resultados deseados, apareció en los últimos dos cotejos. Es verdad que todavía le falta ajustar en lo futbolístico pero luego de la caída ante Juventud Antoniana el panorama cambió. De eso no hay duda.
En Nueva Italia la previa parecía complicada por lo que significaba enfrentar a un rival obligado a buscar un triunfo para revertir la peor campaña de su historia en la categoría. También puede ser excesiva la diferencia con la que San Martín plasmó su primer triunfo fuera de La Ciudadela en esta temporada, pero es indudable que este equipo, por actitud y contundencia, nada tiene que ver con aquel que perdiera en Salta. Esta vez golpeó en los momentos justos a un adversario que es una sombra de aquel Racing que peleaba siempre arriba.
El tanto de Luis Silba fue una demostración de que el plantel cambió el chip. Un pelotazo de Federico Pomba, sin mayor trascendencia, fue rescatado del olvido por el "Tanque" que, luego de dejar en el camino a Gastón Molina y al arquero Godoy (cometió una falla garrafal), cambió un despeje por gol. El 1 a 0 justificaba la perseverancia del ex Unión Sunchales. Ese tanto despertó de la modorra al partido.
En el complemento, Racing salió a quemar las naves pero no tuvo en cuenta que Carlos Ramacciotti tenía en el banco las cartas ganadora.
Primero apareció Gustavo Balvorín con un espectacular remate desde fuera del área, y después "Nico" Roldán capitalizó un rebote que también podría haber sido gol de "Ring-Ring".
La contundencia no era su mejor característica. Sin embargo, San Martín pudo hacerla su aliada y así, como contra Central Córdoba, ante Racing volvió a aprovechar los errores rivales: no perdonó las pifias defensivas.
La defensa recuperó su mejor nivel. "Lucho" González y Alejandro Rébola volvieron a estar firmes en el fondo, ayudados por Pomba, que cada vez gusta más. Además, Goicoechea aporta abajo y arriba.
Cuando no se pudo cerrar a tiempo apareció Pave para salvar las papas. El 1 tapó varias y ahogó los gritos de los cordobeses, que jamás pudieron derrotarlo. El "1" estuvo siempre bien parado, fue una de las figuras.
Los delanteros comenzaron a pagar con lo que debían: goles. Silba volvió a ser de la partida y a su empuje le agregó el primer grito del "santo". Después ingresó "Ring-Ring" y de nuevo facturó en la primera que tuvo. Bien.
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