Le dicen "Chelo" –por cuestiones legales se mantiene en reserva su identidad- y hoy está enfrentado con los que compartió paravalanchas, viajes e interminables asados. Dice que se la banca, pero para ganarse un lugar en las tribunas buscó a los que, como él, se quedaron sin espacio. Muchos lo acusan de hasta haber pagado para tener apoyo.
Fue miembro de "La Banda del Camión" en las buenas y en las malas. Estuvo con sus pares en la Bolívar y volvió cuando hubo un acuerdo entre su facción y "La Brava", luego de la partida de Rubén Ale de la presidencia de San Martín.
Entró en desgracia cuando rompió los códigos. Varias fuentes coincidieron en señalar que él fue el responsable de protagonizar incidentes con la Policía en los ingresos de La Ciudadela, de pelearse con los miembros de "La Matienzo", de robarles a los vendedores de bebidas en el estadio y a los mismos hinchas. Esa fue la gota que colmó el vaso.
"Hace unos tres meses hubo una reunión y se decidió expulsarlo de la barra", le dijo a LAGACETA.com un máximo referente de la barra "santa". En el cónclave estuvieron los referentes de "La Banda del Camión", "La Brava", "Barrio Oeste II", "Tafí Viejo" y "La Matienzo". Varios de ellos no podrán ingresar mañana porque se les aplicó el derecho de admisión. El "Chelo" prometió volver, por las buenas o por las malas.
Todo quedó en amenazas o en mensajes. Durante meses planeó su retorno. Comenzó a buscar gente para armar su grupo. Prometió vaya saber qué cosas para convencer a un grupo de hinchas desairados y armó una banda. La bautizó como "Los Legendarios", para destacar que sus integrantes son conocidos en el ambiente.
El domingo terminó de concretar su plan. Secundados por unos 20, se presentó en La Ciudadela y se paró en la tribuna de la Bolívar. Allí plantó bandera e hizo estallar en cólera a sus rivales. El trapo y los bombos que llevaron pertenecían a la barra y habían desaparecido en un incidente que se produjo cuando San Martín jugaba en Primera. "Los changos se moquearon. Se había hablado de agarrarlo fuera del estadio, pero no pudimos contener a la gente que se fue al humo a buscarlos”, dijo otra fuente.
Los testimonios coinciden. En la pelea, de "Los Legendarios", sólo quedaron el "Chelo" y otro secuaz. Los demás salieron corriendo y lo dejaron solo. Dicen que cobró de lo lindo y no pudo hacer nada para defender sus estandartes. Pero la historia no terminó ahí. Los golpes no lo asustaron y mucho menos, lo amedrentaron. Desde ese día, juró venganza y, hasta algunas versiones, dicen que amenaza a los que lo castigaron.
Por todo esto es comprensible lo que hicieron los directivos. Pidieron derecho de admisión para todos y ordenaron un mega operativo de seguridad. Quieren que la paz se instale nuevamente La Ciudadela. Un clima que "Chelo" no quiere que exista. LA GACETA ©