Un empate que condiciona

San Martín fue más que Central Norte en Salta, pero volvió a fallar de visitante.

NO FUE EL DE SIEMPRE. Gustavo Ibáñez, que intenta superar la marca de un rival, no estuvo en su mejor día. Le faltó vértigo. NO FUE EL DE SIEMPRE. Gustavo Ibáñez, que intenta superar la marca de un rival, no estuvo en su mejor día. Le faltó vértigo.
El "santo" sigue con su déficit de visitante. Aunque esta vez no perdió, le faltó profundidad en los últimos metros para ser capaz de sumar de a tres frente a un rival que llegó a este duelo con cuatro derrotas consecutivas. En su visita a La Linda, San Martín igualó sin goles contra el local Central Norte y dejó escapar una gran chance de reencontrarse con la victoria.

Los "albirrojos" mostraron varios aspectos positivos, especialmente en el primer tiempo. En ese lapso contaron con algunas chances para perforar el arco adversario. Luis Vega debutó de titular en la presente temporada y dejó en claro que puede ser una alternativa para el sector izquierdo de la mitad de la cancha, tanto en la marca como para llegar de sorpresa en el ataque.

En el arranque del partido, el propio "Cebolla" desbordó y envió un preciso centro al área que Facundo Ermini no llegó a conectar por muy poco. Fue el primer aviso. Rubén Molina, por la derecha, fue otro que mostró un buen nivel. El cordobés fue el que encabezó la mayoría de los ataques y, con su botín derecho, estuvo cerca de mandar a la "gordita" al fondo de la red. Fue en un tiro libre, que Maino tuvo que despejar con los puños. Y con otra pelota parada habilitó a Goicoechea, que por muy poco no anotó de cabeza.

Ermini, que tuvo que reemplazar a Balvorín, tampoco desentonó. Se movió por todo el frente de ataque y complicó. En una jugada gambeteó al arquero rival, pero se quedó sin ángulo y definió mal.

En el segundo tiempo, con el correr de los minutos, el "santo" se fue quedando, algo que ya se convirtió en una constante en lo que va del torneo. San Martín tenía todo para ganar, pero no lo supo aprovechar. Ahora tendrá dos compromisos en los que no puede fallar: el miércoles contra San Jorge, por la Copa Argentina, y el domingo frente a Talleres, en la despedida del Argentino en 2012. De esos resultados puede depender el futuro del cuerpo técnico.

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