12 Enero 2013
Siria es considerado por la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) como el cementerio de los actores de la información, concepto que abarca a profesionales de la prensa, sus ayudantes y difusores de noticias en Internet. Durante 2012, según su estudio, fueron asesinados al menos 44 periodistas, 17 periodistas ciudadanos y 4 colaboradores de los medios de comunicación.
La mayoría de las víctimas sufrieron la sangrienta represión emprendida por el presidente, Bashar al Assad, contra la oposición política, que se ensañó especialmente contra la prensa, en tanto testigo molesto de las exacciones cometidas por un régimen acorralado y pese a la censura imperante. Pero los periodistas también fueron agredidos por ciertos grupos armados que se oponían al Gobierno (especialmente relacionados con sectores religiosos fundamentalistas), que son cada vez más intolerantes a las críticas y acusan de espías a los periodistas que no difunden sus discursos.
La polarización de la información, la propaganda, los intentos de manipulación, la violencia extrema, los obstáculos técnicos registrados, hacen de la labor de recabar y la difusión profesional de la información en este país se transformó en un verdadero sacrificio, según RSF, que además registró que al menos 21 periodistas y 18 periodistas ciudadanos fueron encarcelados durante el año pasado. Pese a las cifras, los arrestos han disminuido en comparación con 2011. La práctica de la tortura es sistemática, y las autoridades no retroceden ante nada para obtener información de sus prisioneros e intentar desmantelar las redes de sus opositores, según denunció la organización.
Este año no se presenta como mejor para la profesión: el 4 de este mes, fue asesinado el periodista de la televisión estatal siria Suhail Mahmoud Al Ali, crimen por el cual se acusó a los rebeldes. Hasta ayer, era el primer caso de un reportero muerto en el mundo en el actual período. También se registran 21 periodistas detenidos por el régimen de Al Assad.
Otros países violentos
Somalía y Pakistán ocupan los lugares dos y tres en la lista de países con mayor cantidad de periodistas asesinados en 2012. En el país africano se registraron 18 casos (el doble que en 2009), principalmente cometidos por milicias islámicas vinculadas con Al Qaeda; y en el Estado asiático hubo 10 crímenes.
La mayoría de las víctimas sufrieron la sangrienta represión emprendida por el presidente, Bashar al Assad, contra la oposición política, que se ensañó especialmente contra la prensa, en tanto testigo molesto de las exacciones cometidas por un régimen acorralado y pese a la censura imperante. Pero los periodistas también fueron agredidos por ciertos grupos armados que se oponían al Gobierno (especialmente relacionados con sectores religiosos fundamentalistas), que son cada vez más intolerantes a las críticas y acusan de espías a los periodistas que no difunden sus discursos.
La polarización de la información, la propaganda, los intentos de manipulación, la violencia extrema, los obstáculos técnicos registrados, hacen de la labor de recabar y la difusión profesional de la información en este país se transformó en un verdadero sacrificio, según RSF, que además registró que al menos 21 periodistas y 18 periodistas ciudadanos fueron encarcelados durante el año pasado. Pese a las cifras, los arrestos han disminuido en comparación con 2011. La práctica de la tortura es sistemática, y las autoridades no retroceden ante nada para obtener información de sus prisioneros e intentar desmantelar las redes de sus opositores, según denunció la organización.
Este año no se presenta como mejor para la profesión: el 4 de este mes, fue asesinado el periodista de la televisión estatal siria Suhail Mahmoud Al Ali, crimen por el cual se acusó a los rebeldes. Hasta ayer, era el primer caso de un reportero muerto en el mundo en el actual período. También se registran 21 periodistas detenidos por el régimen de Al Assad.
Otros países violentos
Somalía y Pakistán ocupan los lugares dos y tres en la lista de países con mayor cantidad de periodistas asesinados en 2012. En el país africano se registraron 18 casos (el doble que en 2009), principalmente cometidos por milicias islámicas vinculadas con Al Qaeda; y en el Estado asiático hubo 10 crímenes.
Lo más popular
