12 Enero 2013
Mataron a 94 periodistas y colaboradores en 2012
La cantidad de trabajadores de medios de comunicación ultimados el año pasado aumentó el 33% respecto de 2011, según la organización internacional Reporteros Sin Fronteras. La crisis armada en Siria es uno de los focos de mayor preocupación mundial, con limitaciones al ejercicio profesional. Graves casos de censura directa en China y en varios países africanos.
VÍCTIMA. El camarógrafo Gilles Jacquier de la TV 2 de Francia, fue uno de los muertos en Homs, Siria, el 11 de enero de 2012, durante un ataque con granadas. Aqui aparece en una foto de archivo. AFP (ARCHIVO)
El número de periodistas que fueron asesinados durante el año pasado, en el ejercicio de su profesión, se incrementó en el 33% respecto a 2011, según un informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF), asociación que tiene su sede central en Francia, con lo que se convirtió en el período más luctuoso desde 1995, cuando comenzaron a realizarse estos estudios.
Las zonas con más casos luctuosos fueron Oriente Medio y África del Norte (26 muertos), Asia (24) y África Subsahariana (21), mientras que, según el relevamiento mundial, el continente americano experimentó una baja relativa en el número de periodistas ultimados en el ámbito de su ejercicio profesional: RSF relevó 15 asesinados. Esta cifra que es apenas una tercera parte de los 45 crímenes que registró la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap), organización que es más amplia en su relevamiento e incluye hechos derivados de situaciones comunes que afectaron a los trabajadores de prensa (ver "Diferentes...").
RSF aclaró que sólo se basa en datos precisos y con investigaciones concluidas, y que no toma en cuenta quienes fueron asesinados en el marco de actividades estrictamente políticas o militantes, que no tengan relación con la gestión informativa de las noticias.
En este último quinquenio, el número de periodistas ultimados de 67 en 2011; de 58 en 2010 y de 75 en 2009, según la entidad gala. En 2007 hubo un pico histórico: 87 profesionales de los medios fueron muertos. En 2012, la cantidad trepó a 88 periodistas y a seis colaboradores que perdieron la vida mientras cubrían conflictos armados o fueron ultimados por grupos ligados al crimen organizado (como la mafia o el narcotráfico), milicias islamistas o por miembros corruptos de las fuerzas de seguridad nacionales de diversos países.
"El número históricamente elevado del año pasado se debe principalmente al conflicto en Siria (ver "Siria..."), al caos en Somalia y a la violencia de los talibanes en Paquistán. La impunidad de la que gozan los autores de los crímenes favorece que continúen las violaciones a los derechos humanos, en particular al derecho a la libertad de expresión", dijo el secretario general de RSF, Christophe Deloire.
En su estudio, la organización abarca a todos los llamados "actores de la información", en el sentido más amplio del término. Por ello, alcanza también a los llamados periodistas ciudadanos, a los difusores de información en Internet y a los reporteros, fotógrafos o videoastas asesinados, detenidos o agredidos por documentar la situación cotidiana y la represión en distintos países, con foco particular en Siria, donde hay extremas limitaciones al acceso a la información y a la verificación de datos.
Menos arrestos
En sentido inverso a los asesinatos y a las agresiones callejeras, los casos de arrestos y secuestros experimentaron una baja respecto a 2011 en el relevamiento mundial, aunque RSF aclaró que es muy complicado enumerar de manera precisa la cantidad de detenciones durante redadas.
En Libia y en Egipto, las agresiones disminuyeron considerablemente tras la caída de los regímenes dictatoriales de Muammar Gaddafi y de Hosni Mubarak, como producto de la Primavera Árabe del año pasado. En cambio, en Túnez el número de amenazas aumentó fuertemente en 2012, mientras que en el sultanato de Omán, las autoridades arrestaron a una treintena de blogueros para intentar poner fin a los movimientos de protesta social.
La violencia endémica explica que siga siendo elevado el número de periodistas que se ven obligados a huir de sus países o sufrir una censura directa en el contenido de sus notas, como es el caso de China, Nigeria, la República Democrática del Congo, Sudán y Somalia, atento al estudio anual de RSF.
Las zonas con más casos luctuosos fueron Oriente Medio y África del Norte (26 muertos), Asia (24) y África Subsahariana (21), mientras que, según el relevamiento mundial, el continente americano experimentó una baja relativa en el número de periodistas ultimados en el ámbito de su ejercicio profesional: RSF relevó 15 asesinados. Esta cifra que es apenas una tercera parte de los 45 crímenes que registró la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap), organización que es más amplia en su relevamiento e incluye hechos derivados de situaciones comunes que afectaron a los trabajadores de prensa (ver "Diferentes...").
RSF aclaró que sólo se basa en datos precisos y con investigaciones concluidas, y que no toma en cuenta quienes fueron asesinados en el marco de actividades estrictamente políticas o militantes, que no tengan relación con la gestión informativa de las noticias.
En este último quinquenio, el número de periodistas ultimados de 67 en 2011; de 58 en 2010 y de 75 en 2009, según la entidad gala. En 2007 hubo un pico histórico: 87 profesionales de los medios fueron muertos. En 2012, la cantidad trepó a 88 periodistas y a seis colaboradores que perdieron la vida mientras cubrían conflictos armados o fueron ultimados por grupos ligados al crimen organizado (como la mafia o el narcotráfico), milicias islamistas o por miembros corruptos de las fuerzas de seguridad nacionales de diversos países.
"El número históricamente elevado del año pasado se debe principalmente al conflicto en Siria (ver "Siria..."), al caos en Somalia y a la violencia de los talibanes en Paquistán. La impunidad de la que gozan los autores de los crímenes favorece que continúen las violaciones a los derechos humanos, en particular al derecho a la libertad de expresión", dijo el secretario general de RSF, Christophe Deloire.
En su estudio, la organización abarca a todos los llamados "actores de la información", en el sentido más amplio del término. Por ello, alcanza también a los llamados periodistas ciudadanos, a los difusores de información en Internet y a los reporteros, fotógrafos o videoastas asesinados, detenidos o agredidos por documentar la situación cotidiana y la represión en distintos países, con foco particular en Siria, donde hay extremas limitaciones al acceso a la información y a la verificación de datos.
Menos arrestos
En sentido inverso a los asesinatos y a las agresiones callejeras, los casos de arrestos y secuestros experimentaron una baja respecto a 2011 en el relevamiento mundial, aunque RSF aclaró que es muy complicado enumerar de manera precisa la cantidad de detenciones durante redadas.
En Libia y en Egipto, las agresiones disminuyeron considerablemente tras la caída de los regímenes dictatoriales de Muammar Gaddafi y de Hosni Mubarak, como producto de la Primavera Árabe del año pasado. En cambio, en Túnez el número de amenazas aumentó fuertemente en 2012, mientras que en el sultanato de Omán, las autoridades arrestaron a una treintena de blogueros para intentar poner fin a los movimientos de protesta social.
La violencia endémica explica que siga siendo elevado el número de periodistas que se ven obligados a huir de sus países o sufrir una censura directa en el contenido de sus notas, como es el caso de China, Nigeria, la República Democrática del Congo, Sudán y Somalia, atento al estudio anual de RSF.