Por Gustavo Frías Silva
08 Febrero 2013
Los productores tucumanos se encuentran muy preocupados por la falta de agua de lluvia. Las precipitaciones no cayeron de manera adecuada en el último bimestre en el territorio provincial y provocaron que los cultivos sufran la sequía actual que golpea fuertemente a los sembradíos de soja, maíz, caña de azúcar, poroto y citrus -entre otros- por lo que, en estos momentos, solo piensan en que debe llover para aliviar esta situación que, para muchos, ya es grave.
La falta de agua en el suelo hace que los cultivos no maduren adecuadamente y que no brinden todo su potencial productivo. Hoy, estos cultivos siguen creciendo como pueden y se encuentran en diferentes etapas fenológicas y por ende los requerimientos de labores son distintos.
Los cultivos de granos gruesos como la soja, el maíz, el sorgo y el poroto están ingresando en diferentes etapas de su ciclo de crecimiento y algunos (los más tempranos y los que tuvieron mejores condiciones para crecer) en su etapa reproductiva
Las condiciones climáticas a las que estuvieron expuestos los diferentes cultivos, incluidos los cítricos y la caña de azúcar, hicieron que las manifestaciones de plagas y de enfermedades fueran numerosas y muy diferentes según el comportamiento climático. En muchos casos los productores, además de esperar que llueva o de regar, están aplicando fitoterápicos para el control de plagas insectiles y malezas que están afectando a los cultivos en general.
Son pocas las enfermedades fúngicas que se manifestaron hasta el momento debido a que las condiciones de humedad y temperaturas no fueron las adecuadas para que esta plaga prospere.
Los citricultores, en general, están aplicando para el control de plagas y enfermedades según lo dispone el programa de certificación para exportación y para que la fruta no lleve consigo este tipo patología. Los productores de granos se encuentran aplicando insecticidas y herbicidas según las necesidades, para lograr que por lo menos el cultivo no sume otro inconveniente que lo complique aún mas.
Esto hace que en la provincia se vean pulverizadoras y aviones aplicadores realizando las diferentes labores de aplicaciones de fitosanitarias que requieren los productores y las labores se incrementarán si aparecen las lluvias tan necesarias.
La incorrecta aplicación de productos fitosanitarios puede generar numerosas pérdidas al productor que lo aplica de manera incorrecta, ya que el producto mal aplicado no cumple las funciones para la cual ha sido utilizado o bien que el mismo vaya a otro sitio provocando perjuicios a los vecinos. Además, al aplicar mal y mucho se gasta más de la cuenta, cosa que el productor no está en condiciones de hacerlo. Muchas recomendaciones de un buen uso y de una eficiente aplicación son dadas permanentemente por las instituciones de investigación agropecuaria y por los técnicos involucrados en dichos temas.
La mala aplicación de los agroquímicos puede representar un peligro para diferentes cultivos que se encuentran aledaños a los lotes en los que se va a aplicar por lo que es necesario actuar con cautela y aplicar cumpliendo todos los requisitos básicos para evitar las derivas.
Se debe aplicar con volumen adecuado y tamaño de gotas que permita que el agroquímico a aplicar llegue a todo el cultivo y no sólo en su parte superior, algo que sucede cuando el cierre del cultivo se dio y se tapa totalmente el surco.
La superficie que se cultiva en la provincia es muy amplia y variada por la diversidad de cultivos, lo que da una idea del alto volumen de agroquímicos utilizados durante el año y de los que se pueden estar utilizando en estos días, por lo que es fundamental que los responsables del uso y manipuleo de estos productos lo realicen como corresponde, buscando el control más eficiente de las plagas y enfermedades y evitando el daño a otros cultivos o montes naturales y evitando la contaminación del medio ambiente.
Si comparamos lo que realizan muchos productores del mundo, en cuanto a aplicaciones, podemos decir que los argentinos estamos en la vanguardia en el manejo de agroquímicos, pero el pecado de alguno que hace mal las cosas, lo pagamos todos, por lo que debemos ser muy cuidadosos con estas labores.
Es por ello necesario verificar las condiciones climáticas reinantes, el perfecto funcionamiento de las pulverizadoras para colocar el liquido asperjado en el lugar justo y en el momento preciso y tener el correcto asesoramiento técnico, que nos dé el tipo de producto, la dosis, el tamaño de gotas adecuado para llegar a toda la planta a tratar y no a otros lugares para evitar daños mayores y posibles causas judiciales por daños y perjuicios. Es por ello que instituciones como la EEAOC, el INTA y la Dirección de Agricultura son los organismos adecuados para que se cumpla con la ley de agroquímicos N° 6.291/91 de agroquímicos y su decreto reglamentario N°299/3, buscando de esa manera proteger la salud humana, animal y vegetal para mejorar la producción agropecuaria y reducir los riesgos para el medio ambiente.
La falta de agua en el suelo hace que los cultivos no maduren adecuadamente y que no brinden todo su potencial productivo. Hoy, estos cultivos siguen creciendo como pueden y se encuentran en diferentes etapas fenológicas y por ende los requerimientos de labores son distintos.
Los cultivos de granos gruesos como la soja, el maíz, el sorgo y el poroto están ingresando en diferentes etapas de su ciclo de crecimiento y algunos (los más tempranos y los que tuvieron mejores condiciones para crecer) en su etapa reproductiva
Las condiciones climáticas a las que estuvieron expuestos los diferentes cultivos, incluidos los cítricos y la caña de azúcar, hicieron que las manifestaciones de plagas y de enfermedades fueran numerosas y muy diferentes según el comportamiento climático. En muchos casos los productores, además de esperar que llueva o de regar, están aplicando fitoterápicos para el control de plagas insectiles y malezas que están afectando a los cultivos en general.
Son pocas las enfermedades fúngicas que se manifestaron hasta el momento debido a que las condiciones de humedad y temperaturas no fueron las adecuadas para que esta plaga prospere.
Los citricultores, en general, están aplicando para el control de plagas y enfermedades según lo dispone el programa de certificación para exportación y para que la fruta no lleve consigo este tipo patología. Los productores de granos se encuentran aplicando insecticidas y herbicidas según las necesidades, para lograr que por lo menos el cultivo no sume otro inconveniente que lo complique aún mas.
Esto hace que en la provincia se vean pulverizadoras y aviones aplicadores realizando las diferentes labores de aplicaciones de fitosanitarias que requieren los productores y las labores se incrementarán si aparecen las lluvias tan necesarias.
La incorrecta aplicación de productos fitosanitarios puede generar numerosas pérdidas al productor que lo aplica de manera incorrecta, ya que el producto mal aplicado no cumple las funciones para la cual ha sido utilizado o bien que el mismo vaya a otro sitio provocando perjuicios a los vecinos. Además, al aplicar mal y mucho se gasta más de la cuenta, cosa que el productor no está en condiciones de hacerlo. Muchas recomendaciones de un buen uso y de una eficiente aplicación son dadas permanentemente por las instituciones de investigación agropecuaria y por los técnicos involucrados en dichos temas.
La mala aplicación de los agroquímicos puede representar un peligro para diferentes cultivos que se encuentran aledaños a los lotes en los que se va a aplicar por lo que es necesario actuar con cautela y aplicar cumpliendo todos los requisitos básicos para evitar las derivas.
Se debe aplicar con volumen adecuado y tamaño de gotas que permita que el agroquímico a aplicar llegue a todo el cultivo y no sólo en su parte superior, algo que sucede cuando el cierre del cultivo se dio y se tapa totalmente el surco.
La superficie que se cultiva en la provincia es muy amplia y variada por la diversidad de cultivos, lo que da una idea del alto volumen de agroquímicos utilizados durante el año y de los que se pueden estar utilizando en estos días, por lo que es fundamental que los responsables del uso y manipuleo de estos productos lo realicen como corresponde, buscando el control más eficiente de las plagas y enfermedades y evitando el daño a otros cultivos o montes naturales y evitando la contaminación del medio ambiente.
Si comparamos lo que realizan muchos productores del mundo, en cuanto a aplicaciones, podemos decir que los argentinos estamos en la vanguardia en el manejo de agroquímicos, pero el pecado de alguno que hace mal las cosas, lo pagamos todos, por lo que debemos ser muy cuidadosos con estas labores.
Es por ello necesario verificar las condiciones climáticas reinantes, el perfecto funcionamiento de las pulverizadoras para colocar el liquido asperjado en el lugar justo y en el momento preciso y tener el correcto asesoramiento técnico, que nos dé el tipo de producto, la dosis, el tamaño de gotas adecuado para llegar a toda la planta a tratar y no a otros lugares para evitar daños mayores y posibles causas judiciales por daños y perjuicios. Es por ello que instituciones como la EEAOC, el INTA y la Dirección de Agricultura son los organismos adecuados para que se cumpla con la ley de agroquímicos N° 6.291/91 de agroquímicos y su decreto reglamentario N°299/3, buscando de esa manera proteger la salud humana, animal y vegetal para mejorar la producción agropecuaria y reducir los riesgos para el medio ambiente.