Después de cuatro días intensos, el carnaval se convierte en cenizas

Mañana comienza la Cuaresma, la cara opuesta de esta celebración. Cerrarán la puerta del festejo los amaicheños, con la última noche de la Fiesta de la Pachamama. Aguilares, Lules y Famaillá ya finalizaron los festejos y en la capital habrá corsos hasta esta noche. Será hasta el año que viene, cuando el diablo se levante de su reposo anual y retorne a las calles.

SERÁ UN GRAN RECUERDO. El paso de la comparsa Frou Frou, de Corrientes, dio cátedra de swing y profesionalismo durante los corsos de Aguilares. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL SERÁ UN GRAN RECUERDO. El paso de la comparsa Frou Frou, de Corrientes, dio cátedra de swing y profesionalismo durante los corsos de Aguilares. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
12 Febrero 2013
Mañana es Miércoles de Cenizas. De a poco, el fuego de cuatro días que hizo arder de diversión y alegría a Tucumán comenzó a apagarse, hasta quedar reducido a un brillante recuerdo. En algunos puntos de la provincia, como Aguilares, Famaillá y Lules, la fiesta terminó entre el domingo y anoche, mientras que en Amaicha la llama acabará de apagarse hoy. Será hasta el año que viene, cuando el calendario anuncie que ha llegado nuevamente el carnaval.

Los corsos más importantes de la provincia, los de Aguilares, cerraron su 39ª edición con un balance favorable. A pesar de la lluvia del lunes, se hizo el desfile y pasaron todas las comparsas. Fueron cuatro noches en las que llegaron a circular hasta 30.000 personas y todas fueron buenas noticias. Se lo merecían, después de un carnaval 2012 que quedó trunco debido a dos tristes episodios de violencia que obligaron a las autoridades a suspender el espectáculo. El público se quedó con ganas, pero este año tuvo su revancha. El miércoles 20 se sabrá cuál de las cuatro competidoras es la comparsa ganadora.

"La delicada decisión de prohibir la venta y el consumo de alcohol en el corsódromo fue lo más acertado que pudimos hacer. Fue difícil porque en un principio los comerciantes se opusieron, pero luego comprobaron que la gente igual consumía comidas y bebidas, así que ganamos todos", evaluó Mirta Carrizo, directora de Cultura de Aguilares.

Lo que se consiguió, según la funcionaria, es que vuelva la familia a los históricos corsos. "Recuperamos ese público", destacó, y explicó que mucha gente había dejado de ir por temor a los excesos que se venían cometiendo. "Se reguló solo, además, porque la poca gente que llegaba alcoholizada comprobaba que no era su fiesta, y terminaba yéndose", celebró Carrizo. "En 2014 cumplimos los 40 años de los corsos y viendo lo favorable que fue no vender alcohol, haremos un festejo a la altura de las circunstancias", anticipó.

En el anfiteatro de El Cadillal, hoy a partir de las 18.30 el ensamble de percusión y ritmos afroamericanos Late Raza enterrará el carnaval.

Esta noche el diablo volverá a su cama, esperando que pase rápido el año para volver a bailar.

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