Por Nicolás Iriarte
25 Febrero 2013
GANÓ EN LAS ALTURAS. Barone fue eficaz en las pelotas paradas pero en las jugadas en movimiento cometió varios errores.
Promediando el segundo tiempo, Ricardo Rodríguez no daba crédito de lo que veía. Su actual equipo jugaba exactamente a la inversa de lo que quiere y su ex equipo, lo hacía como si hubiese escuchado la charla técnica en el vestuario de Atlético. Defensa y Justicia, aquel conjunto que él mismo redefinió en la temporada pasada y en el que sembró sus ideas, estaba cosechando los frutos en su cara y contándolos por goles. En realidad fueron dos contra uno de del "decano" que así, perdió su invicto de 12 partidos en su cancha, donde había caído por última vez.
El año pasado, "RR" tuvo a Víctor Piriz Alvez como el encargado de hacer los goles. La versión de Jorge Almirón no se queda atrás: Cristian Milla ratificó porque sigue de cerca a Luis Rodríguez en la tabla de artilleros: el delantero fue una máquina de correr, meter, generar situaciones, despilfarrarlas y meterlas. El combo completo para cualquier delantero aunque contó con la colaboración de la defensa local, de olvidable partido.
En el primer gol el buscapié de Milla encontró el de Deivis Barone. En el segundo, el uruguayo le entregó la pelota al 9 que la picó por arriba pero los errores empezaron en la fallida salida de Cristian Lucchetti y el rechazo en falso de César More. Barone, que se cansó de despejar en tiempo y forma pelotas aéreas, se fue con una fatídica estadística: una asistencia y un gol en contra que empañaron su buen trabajo en pelotas paradas.
En la temporada 2011/12, Rodríguez tenía a Gonzalo Bustamante, el 10 que jugaba y hacía jugar a todos. Claudio Aquino lo reemplazó en esta: manejó todos los hilos de su equipo y desequilibró en todo momento mientras Bustamante, de carrilero por derecha, sufría junto a Agustín Peña en esa banda. Para colmo, sobre el final, Defensa tuvo esa picardía que el técnico "decano" les reclamó a los suyos tras el partido ante Ferro. La durmieron y conservaron el 2-1.
El descuento de Luis Rodríguez sirvió de poco. El déjà-vu que había experimentado "RR" había acabado con las ilusiones de Atlético.
Las claves
Los errores defensivos, esos que escasearon durante la racha invicta, aparecieron todos juntos en el partido de ayer. Ninguno de los cuatro de atrás se salvó. Todos ayudaron bastante a los delanteros visitantes.
La generación de situaciones de gol en ofensiva, sello característico de Atlético, no apareció esta vez. El "Pulga" tuvo un intervalo de lucidez en el gol, pero no fue el mismo de siempre durante el partido.
Con Carrizo y el regreso tan esperado de Pereyra, Rodríguez intentó darle otro ritmo a Atlético. En los minutos finales hubo algo de eso, sumado a la desesperación visitante por conservar la ventaja, pero no alcanzó.
Atlético jugó uno de los peores partidos en la seguidilla positiva que tuvo, pero no es tiempo de dramatizar. Su victimario venía de comerse a Olimpo y en levantada. Ante Gimnasia (J) puede sacarse el karma y volver a prenderse.
El año pasado, "RR" tuvo a Víctor Piriz Alvez como el encargado de hacer los goles. La versión de Jorge Almirón no se queda atrás: Cristian Milla ratificó porque sigue de cerca a Luis Rodríguez en la tabla de artilleros: el delantero fue una máquina de correr, meter, generar situaciones, despilfarrarlas y meterlas. El combo completo para cualquier delantero aunque contó con la colaboración de la defensa local, de olvidable partido.
En el primer gol el buscapié de Milla encontró el de Deivis Barone. En el segundo, el uruguayo le entregó la pelota al 9 que la picó por arriba pero los errores empezaron en la fallida salida de Cristian Lucchetti y el rechazo en falso de César More. Barone, que se cansó de despejar en tiempo y forma pelotas aéreas, se fue con una fatídica estadística: una asistencia y un gol en contra que empañaron su buen trabajo en pelotas paradas.
En la temporada 2011/12, Rodríguez tenía a Gonzalo Bustamante, el 10 que jugaba y hacía jugar a todos. Claudio Aquino lo reemplazó en esta: manejó todos los hilos de su equipo y desequilibró en todo momento mientras Bustamante, de carrilero por derecha, sufría junto a Agustín Peña en esa banda. Para colmo, sobre el final, Defensa tuvo esa picardía que el técnico "decano" les reclamó a los suyos tras el partido ante Ferro. La durmieron y conservaron el 2-1.
El descuento de Luis Rodríguez sirvió de poco. El déjà-vu que había experimentado "RR" había acabado con las ilusiones de Atlético.
Las claves
Los errores defensivos, esos que escasearon durante la racha invicta, aparecieron todos juntos en el partido de ayer. Ninguno de los cuatro de atrás se salvó. Todos ayudaron bastante a los delanteros visitantes.
La generación de situaciones de gol en ofensiva, sello característico de Atlético, no apareció esta vez. El "Pulga" tuvo un intervalo de lucidez en el gol, pero no fue el mismo de siempre durante el partido.
Con Carrizo y el regreso tan esperado de Pereyra, Rodríguez intentó darle otro ritmo a Atlético. En los minutos finales hubo algo de eso, sumado a la desesperación visitante por conservar la ventaja, pero no alcanzó.
Atlético jugó uno de los peores partidos en la seguidilla positiva que tuvo, pero no es tiempo de dramatizar. Su victimario venía de comerse a Olimpo y en levantada. Ante Gimnasia (J) puede sacarse el karma y volver a prenderse.
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