Por Jose Ariel Ibañez
06 Marzo 2013
LUCCHETTI. Le da seguridad a la defensa y al arco de los "decanos".
El clásico tucumano no necesita ingredientes extra. Es el plato preferido para los hinchas. Se lo saborea igual si se trata de un amistoso o de un partido por los puntos. Pero el duelo de esta tarde, a las 18 en el Monumental, viene "pulsudo". Se trata de un enfrentamiento oficial. El último lo jugaron hace dos años, por la B Nacional. Otra vez estarán las dos hinchadas aportando el color y calor que todo clásico merece, algo que no sucedía desde 2006. Además, es una eliminación directa. Eso significa que uno terminará festejando. Si igualan en los 90 minutos, la definición con remates desde el punto del penal determinará cual de los dos avanza a la siguiente instancia, donde espera Estudiantes de La Plata. Para revivir momentos como este hay que viajar en el tiempo hasta la década del 90, cuando el "santo" dejó en el camino en dos ocasiones a su eterno rival en las legendarias eliminaciones del Nacional B.
Disfrutar de una fiesta de esta naturaleza ya no es común para los tucumanos. Por eso el deseo de todos es el mismo: que sea sólo un partido de fútbol y más allá del resultado, el ganador sea Tucumán. En un momento donde la provincia es noticia por casos negativos, el fútbol tiene la posibilidad de reivindicarla. Ojalá todos lo entiendan y disfruten del gran plato del día.
Disfrutar de una fiesta de esta naturaleza ya no es común para los tucumanos. Por eso el deseo de todos es el mismo: que sea sólo un partido de fútbol y más allá del resultado, el ganador sea Tucumán. En un momento donde la provincia es noticia por casos negativos, el fútbol tiene la posibilidad de reivindicarla. Ojalá todos lo entiendan y disfruten del gran plato del día.
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