13 Marzo 2013
IMPECABLE. La sala "Emilia Rodríguez de García Hamilton", reacondicionada. LA GACETA / FOTO DE ANALIA JARAMILLO
A las 7.20 llegaron las maestras Patricia Pagés y Dora Lía Cañas. Las primeras madres se sumaron 10 minutos más tarde. Había que tener limpias y listas las aulas del jardín de infantes "Emilia Rodríguez de García Hamilton" para las 8.30, cuando llegaran los alumnos.
La tarea no iba a ser sencilla. En la madrugada del lunes, un grupo de vándalos había ingresado al edificio, ubicado en Félix de Olazábal y San Juan, y además de haberse robado algunos elementos, habían esparcido pintura por las mesas, sillas y el piso, orinaron en las paredes y descargaron los dos matafuegos.
"Hasta los chicos ayudaron. Ellos corrieron las sillas y las mesas, y después colaboraron para acomodar todo. Las madres lavaron los juguetes, que estaban llenos del polvo de los matafuegos", comentó Cañas.
El jardín de Infantes pertenece a la escuela "Alberto García Hamilton". El edificio está separado por una tela metálica del resto del establecimiento, y fue donado por LA GACETA hace unos 20 años. "Necesitamos que se refuercen las dos puertas, para tratar de que esto no vuelva a suceder", manifestó Cañas.
Durante la tarde del lunes, las maestras de ese turno habían comenzado a ordenar el lugar, tarea que fue culminada a la mañana. La orden del Ministerio de Educación era clara: no podía perderse un día más de clases. "Hay que destacar el compromiso y la colaboración de los padres. Lo que más lamentamos es que se hayan llevados los calefactores, ahora que viene el invierno", expresó Cañas.
Los niños malos
Ayer al mediodía, mientras esperaban que sus padres los fueran a buscar, Stefanía y Facundo, de cuatro años, contaron que los ladrones habían desordenado el jardín el día anterior. "Fueron los niños malos", dijo el más pequeño.
"Hoy ya estaba todo ordenado porque han limpiado las señoritas. Fueron los ladrones", añadió Stefanía. Las clases se habían normalizado, y los chicos hablaban del cuento que leyeron durante la mañana. "Son unos monstruos", contó Facundo, sentado en una de las sillitas que tuvieron que limpiar durante la mañana.
La directora de la escuela concurrió ayer a tribunales para ratificar la denuncia. "De los tres robos, esta fue la primera vez que buscaron huellas, tomaron fotos e hicieron planos", comentó una maestra.
La tarea no iba a ser sencilla. En la madrugada del lunes, un grupo de vándalos había ingresado al edificio, ubicado en Félix de Olazábal y San Juan, y además de haberse robado algunos elementos, habían esparcido pintura por las mesas, sillas y el piso, orinaron en las paredes y descargaron los dos matafuegos.
"Hasta los chicos ayudaron. Ellos corrieron las sillas y las mesas, y después colaboraron para acomodar todo. Las madres lavaron los juguetes, que estaban llenos del polvo de los matafuegos", comentó Cañas.
El jardín de Infantes pertenece a la escuela "Alberto García Hamilton". El edificio está separado por una tela metálica del resto del establecimiento, y fue donado por LA GACETA hace unos 20 años. "Necesitamos que se refuercen las dos puertas, para tratar de que esto no vuelva a suceder", manifestó Cañas.
Durante la tarde del lunes, las maestras de ese turno habían comenzado a ordenar el lugar, tarea que fue culminada a la mañana. La orden del Ministerio de Educación era clara: no podía perderse un día más de clases. "Hay que destacar el compromiso y la colaboración de los padres. Lo que más lamentamos es que se hayan llevados los calefactores, ahora que viene el invierno", expresó Cañas.
Los niños malos
Ayer al mediodía, mientras esperaban que sus padres los fueran a buscar, Stefanía y Facundo, de cuatro años, contaron que los ladrones habían desordenado el jardín el día anterior. "Fueron los niños malos", dijo el más pequeño.
"Hoy ya estaba todo ordenado porque han limpiado las señoritas. Fueron los ladrones", añadió Stefanía. Las clases se habían normalizado, y los chicos hablaban del cuento que leyeron durante la mañana. "Son unos monstruos", contó Facundo, sentado en una de las sillitas que tuvieron que limpiar durante la mañana.
La directora de la escuela concurrió ayer a tribunales para ratificar la denuncia. "De los tres robos, esta fue la primera vez que buscaron huellas, tomaron fotos e hicieron planos", comentó una maestra.
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