La Buenos Aires secular muestra su rostro católico

Por Magena Valentié, enviado especial de LA GACETA a Buenos Aires.

BABEL. La prensa extranjera invadió Buenos Aires, tras la huella del Papa.  BABEL. La prensa extranjera invadió Buenos Aires, tras la huella del Papa.
17 Marzo 2013
"No soy de ir a la iglesia... Pero créame que a este Papa me dan ganas de escucharlo. El domingo voy a prender la televisión para verlo a Francisco", promete el taxista Julio Brites, mientras recorre las calles de Buenos Aires rumbo a Flores. Reconoce que desde asumió Benedicto XVI no se le dio por ir a una iglesia. "A mí me gustaba Juan Pablo II, al alemán lo veía muy seco, en cambio Bergoglio es una persona muy sencilla. Era un hincha más de San Lorenzo, eso me gustó. Y mire como son las cosas de la vida... ahora la Presidenta va a tener ir a Roma a besarle la mano", comenta con una media sonrisa.

La figura del Papa argentino ha despertado no sólo simpatía sino también deseos de volver a la iglesia a muchos laicos alejados. Sandra Lomas es católica por tradición. Dice que no va a misa desde que hizo la primera comunión, pero que un día de estos se va a llegar por la parroquia. "No me preguntés porqué, sólo te puedo decir que este Papa me da confianza", resume. La avenida Corrientes está empapelada con afiches en blanco y negro con la cara del Papa que dicen "Francisco, argentino y peronista". A la entrada de las parroquias hay imágenes del nuevo pontìfice. Buenos Aires, siempre tan cosmopolita y secular, por primera vez deja ver su costado católico.

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