Francisco comenzó a cumplir la estricta agenda que le impone su cargo

Después de la ceremonia de entronización, el nuevo Pontífice empieza con las obligaciones. Por José Názaro, enviado especial de LA GACETA a Roma.

UN BAÑO DE MASAS. El Papa recorre la Plaza de San Pedro, rodeado por la multitud, el día de su entronización. EFE UN BAÑO DE MASAS. El Papa recorre la Plaza de San Pedro, rodeado por la multitud, el día de su entronización. EFE
CIUDAD DEL VATICANO.- De la multitudinaria ceremonia en la que ayer Francisco asumió el Papado quedan apenas algunas decenas de las sillas negras en las que se sentaron las delegaciones oficiales. Esta mañana, empleados de El Vaticano comenzaron a cubrir con tierra una zona cercana a la pirámide central de la plaza San Pedro para colocar árboles de olivos. Es que en la sede de la Iglesia Católica ya están pensando en la próxima gran aparición publica del Pontífice: el domingo de ramos.

A partir de hoy, Francisco comenzó a cumplir la estricta agenda que le impone su cargo de líder religioso y de jefe de Estado. Recibió a la presidenta de Brasil y recibió a los grupos de Delegados Fraternos.

Según informó la Santa Sede, el viernes mantendrá una audiencia con los cuerpos diplomáticos acreditados en El Vaticano. Y el sábado al mediodía se reunirá con su antecesor, Benedicto XVI. Todo indica que volará hasta Castelgandolfo en helicóptero. Pero con este Papa nunca se sabe (no hay que olvidar que rechazó trasladarse en limusina). La plaza de San Pedro volvió a llenarse hoy, pero en vez de recibir una catarata de de fieles católicos, la invadieron turistas de de diferentes culturas que más que a rezar vinieron a pasear. Los fieles regresarán en masa seguramente el domingo, cuando Francisco oficie la misa de Ramos y rece el Ángelus. LA GACETA

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