"La tecnología se convirtió en una fábrica de DJs fantasmas"

Roberto Ceratti vio nacer la movida electrónica en Tucumán y vuelve esta noche, tras dos años. Fiesta para todos los gustos al pie del cerro

PURA ENERGÍA. El arte del DJ tiene que ver con la interacción con las bandejas y también con el intercambio con el público, dice Ceratti.  GENTILEZA DJ ROBERTO CERATTI - FOTO GABA HERRERA PURA ENERGÍA. "El arte del DJ tiene que ver con la interacción con las bandejas y también con el intercambio con el público", dice Ceratti. GENTILEZA DJ ROBERTO CERATTI - FOTO GABA HERRERA
01 Abril 2013

Si la noche tucumana tuviera que hablar, antes de hacerlo seguramente le pediría algunos consejos a Roberto Ceratti. El DJ residente de Sobremonte, disco emblemática de Mar del Plata, fue uno de los padres -o al menos padrinos- de la movida electrónica en nuestra ciudad. Y se hace cargo, con análisis del tipo: "de todos los lugares a los que fui, Tucumán es el que más discos abre, cierra, mata y renombra. Es impresionante", dice cuando llega el momento de enumerar los boliches en los que se presentó.

Se acuerda de algunos: ¡las fiestas Punto Negro!, Tjanaima, Nocturno, La Boite desde sus inicios en la estación de trenes, entre otros. Por supuesto, dentro de esa lista hay uno que es el preferido.

Radicado en Mar del Plata, Ceratti ha tocado en clubes y fiestas de todo tipo y color. Desde el boliche Revival, en Alicante (España), que abre los viernes y cierra los domingos a las 8 tras 32 horas seguidas; hasta alguna fiesta reciente en San Juan, en la que las chicas le pedían con el celular en alto que pusiera cumbia o reggaeton. Ceratti es versátil, pero tampoco tanto, y en algunas cosas tiene posición tomada. Antes de su visita a Tucumán, tras dos años de ausencia, conversó con LA GACETA.

- ¿Qué impresión te llevaste de Tucumán cuando viniste por primera vez, hace unos 15 años?

- Siempre me gustó mucho porque el público de la electrónica en Tucumán es un público de elite. Me refiero a que es gente que entiende lo que estás poniendo, algo que no siempre ocurre en el interior. Eso, a nivel musical, la pone al lado de las grandes provincias. Además, en Tucumán nunca murió la movida, los empresarios siempre le apostaron, a pesar de que la electrónica se bastardeó bastante en los últimos tiempos.

- ¿Cómo que se bastardeó?

- Claro. Las nuevas generaciones se volcaron a la electrónica más comercial, al cachengue, al reggaeton... Cuando se masifica la movida comienza a morirse. Pero es algo cíclico y global; como resultado, en todo el mundo hay una vuelta a los clubes chicos, donde va gente que disfruta en serio de la electrónica. Salvo, claro, en casos de los DJs que son casi rockstars y que llenan estadios...

Y dale con Soda Stereo...

Roberto Ceratti es, en realidad, Roberto Lozano. Pero nadie lo conoce así. La pregunta obligada es si, a pesar de que sobra una letra t, es algo de Gustavo Cerati. "No, nada que ver. Me quedó el nombre porque cuando nadie conocía Soda, yo rompía las bolas día y noche con ellos. Andaba con el vinilo para todos lados y se lo mostraba a todo el mundo. De ahí quedó", revela.

- Hablando de vinilos, sos uno de los pocos DJs que todavía insiste en este soporte...

- Es que con el vinilo se hace el verdadero arte del DJ. Sos vos y tus manos contra la máquina. Hay compacteras que emulan eso, las puedo usar, pero no es lo mismo. El tema es que conseguir vinilos no es fácil por una cuestión económica. Los tenés que traer de Europa, pagarlos en euros y pagarle a la Aduana el 50% del producto y del flete.

Publicidad

- ¿No se suplanta todo eso con tecnología?

- De ninguna manera. Creo que la tecnología arruinó todo, se convirtió en una fábrica de DJs fantasmas que se compran una notebook, le ponen un par de calcos, instalan el VirtualDj, se colocan los auriculares y ya son disc jockeys... El DJ es un artista.

- ¿De todos los lugares por los que pasaste en Tucumán, con cuál te quedás?

- Nocturno es el lugar que se lleva el primer puesto en cuanto a mística. Fue una etapa mágica de la electrónica en Tucumán, los personajes que había en esa época, algunos de los cuales ya no están, como el "Sapo" Soria. Yo tocaba una vez al mes ahí... Me quedan los mejores recuerdos de ese lugar. Pero siempre es bueno volver a Tucumán porque la movida nunca se quedó; siempre se fue sumando gente, y es gente cada vez más copada.

EN DETALLE

• Ceratti toca esta noche en la Non stop party (Italia y San Pablo, El Corte). En otra pista estará DJ Augusto Galucci.

Publicidad
Comentarios