Descifrar los sueños está cada vez más cerca gracias al trabajo de científicos japoneses

Un estudio publicado esta semana en la revista Science revela los avances de una nueva investigación en uno de los temas que más desvela a los profesionales de la salud mental. Experimentaron con tres voluntarios a los que sometieron a 200 pruebas cada uno. Encontraron patrones de actividad cerebral vinculados a las imágenes de sus sueños. La precisión alcanzó el 60%

¿ILÓGICO?. Dalí pintó este cuadro en 1944 a partir del relato de uno de los sueños de Gala, su mujer. ¿ILÓGICO?. Dalí pintó este cuadro en 1944 a partir del relato de uno de los sueños de Gala, su mujer.
06 Abril 2013
El cuerpo se relaja. La sensibilidad disminuye, el ritmo de la circulación y de la respiración son más pausados y las reacciones químicas del organismo son mas débiles. Nos dormimos, y a partir de ahí podemos o no soñar. Desde tiempos remotos las civilizaciones se interesan por descifrar el sentido de los sueños, y en la actualidad es motivo de estudio constante por múltiples disciplinas.

La revista publicó esta semana un trabajo de científicos japoneses que lograron acercarse más a la posibilidad de leer los sueños de una persona. Los investigadores expusieron a voluntarios a escáneres cerebrales mientras dormían. Poco después de despertarlos les preguntaron qué habían soñado. Los científicos descubrieron que las imágenes que se vieron en los sueños podían clasificarse en categorías amplias, que estaban correlacionadas con la información que mostraron los escáneres.

Los científicos afirman que éste es un paso clave hacia el logro de una lectura precisa de los sueños. Y ya tienen un nuevo objetivo: ahora estudiarán si la actividad cerebral puede utilizarse para descifrar otros aspectos de los sueños, como las emociones que se experimentan al dormir, los olores, los colores y las sensaciones físicas.

"Tengo una firme creencia de que es posible la decodificación de sueños, al menos de ciertos aspectos particulares de éstos. Por eso no me sorprendieron mucho los resultados, pero sí me emocionaron", destacó el profesor Yukiyasu Kamitani, de los Laboratorios Computacionales de Neurociencia ATR en Kioto (Japón).

El equipo utilizó escáneres de MRI (imágenes de resonancia magnética) con los voluntarios mientras dormían. Justo cuando éstos comenzaban a quedarse dormidos, los investigadores los despertaron y les pidieron que contaran lo que habían visto. Cada imagen que recordaban, desde estatuas de bronce hasta llaves, fue anotada independientemente de lo surrealista que fueran.

El grupo registró los resultados en una base de datos, en la cual agruparon los objetos vistos en los sueños en categorías similares visualmente (hotel, casa y edificio, fueron reunidos en la categoría de "estructuras").

Luego de repetir el experimento más de 200 veces con cada uno de los tres participantes, con esos datos lograron encontrar patrones específicos de actividad cerebral que estaban correlacionados con las imágenes visuales, con una precisión de 60%, según lo anunciaron. "Nuestros resultados demuestran que la experiencia visual durante el sueño es representada por patrones específicos de actividad cerebral, lo que permite descifrar el contenido de los sueños", explicó el equipo del profesor Kamitani.

Los científicos también desean analizar etapas de sueño más profundo, cuando se cree que ocurren nuestros sueños más vívidos.

Antecedentes
En octubre de 2011, una investigación mostró que la actividad de las neuronas observada en la corteza cerebral sensorio motora puede estar relacionada con lo que soñamos. Hasta ese momento no había sido posible medir el efecto de los sueños en el cerebro. Los investigadores de la Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia (MPG) de Alemania, en colaboración con científicos del hospital Charité de Berlín, consiguieron analizar la actividad del cerebro durante sueños específicos.

Según publicó la MPG en un comunicado, los autores de la investigación fueron capaces de hacer estas mediciones gracias a la ayuda de soñadores lúcidos, es decir, de individuos que son conscientes de que están soñando y que también son capaces de alterar el contenido de sus sueños. El estudio consistió en medir la actividad neuronal de estas personas durante movimientos soñados, aunque voluntarios, y compararla con la actividad cerebral registrada durante la ejecución de movimientos reales, realizados en estado de vigilia.

A los soñadores se les pidió que tomaran conciencia de su sueño mientras dormían en el interior de un escáner de resonancia y que, cuando alcanzasen ese estado de lucidez, lo comunicasen a los investigadores mediante movimientos oculares. Ésta y otras acciones permitieron a los autores registrar el acceso al denominado sueño REM, una fase en la que los sueños son percibidos de manera intensa. El registro fue hecho con la ayuda de un electroencefalograma.

Gracias a determinadas técnicas de investigación y diagnóstico ya se había visualizado e identificado con anterioridad la localización espacial precisa de la actividad cerebral durante el sueño (como por resonancia magnética funcional).

Sin embargo, hasta octubre de 2011, los especialistas no habían podido relacionar la actividad neuronal con contenidos específicos de los sueños, ya que para hacerlo, era necesario conocer dichos contenidos, de los que sólo puede informar al despertarse la persona que sueña.

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