18 Abril 2013
PREPARADO. Ladino inicia los trabajos físicos de la mañana de ayer, en compañia de Dutari, Calgaro, Pereyra y Galíndez.
Si las puertas de las estadísticas se abren, el margen de error se torna colorado. Los números de Atlético hablan de un año deportivo magro, con menos del 50% de los puntos disputados logrados. Esa breve exposición destapa la actualidad de un plantel con sueños de grandeza que chocó contra sus propias limitaciones, errores y falta de contundencia. Aun así, las perspectivas pueden cambiar, siempre y cuando la arremetida final sea favorable. El "decano" tiene prohibido empatar; ni hablar de perder.
"A mi entender, por el momento esta es una campaña con altibajos. No me animo a decir otra cosa porque sería injusto tirar con lo que yo diga todo el esfuerzo que se hace a diario. Quedan partidos por delante y un buen caudal de puntos que, de ganarlos, nos darían la posibilidad de cerrar una temporada muy digna. Por supuesto que no te voy a hablar de campeonato ni de ascenso, pero sí me animo a ser optimista". Santiago Ladino expone una verdad dolorosa, según su propia consideración. "Claro, se armó un plantel que llegó con pretensiones de estar entre los candidatos pero ahora está para saldar la deuda con el promedio del descenso del pasado. Si lo vemos por ese lado, y si sumamos muchos puntos, despegaríamos al grupo que venga de esa zona complicada", le busca el lado positivo el defensor casi a regañadientes. "Para la mayoría, la divisional fue nueva; nos topamos con un torneo complicado; difícil, parejo, que cualquiera le gana a cualquiera. Pero haciendo un análisis del equipo, tuvimos chances claras para sumarnos al pelotón que se cortaba y, a mi entender, fallamos", lamenta.
Ante todo, Ladino utiliza palabras acordes al presente. "Sí, no, no, reconozco que se volvió un campeonato inestable para nosotros, pero tampoco quiero con palabras empañar nuestro trabajo y catalogarlo de alguna manera cuando todavía tenemos muchos puntos por delante que podemos sumar". La confianza ciega del grupo tropieza con lo exterior. La duda cobró un papel preponderante puertas para afuera.
"Por supuesto que la duda que ustedes plantean es verdadera, pero tampoco no quiero entrar en una situación que va a ser así el resto del campeonato porque antes no fue así y quizás después de que hablemos esta semana tampoco. Soy optimista. Como el presente de Atlético es éste, mis respuestas son estas. Espero poder responderte de otra manera al final del campeonato", mantiene la llama de la ilusión a pleno el defensor.
Atlético camina por una delgada línea, la de la obligación, rellenada con la imperiosa necesidad llegar al menos a 50 puntos, y la del deseo, que no echa por tierra acercarse al tercer ascenso.
"Creo que estábamos para otra cosa, pero reconozco que falta mucho y todavía se puede. Y yo prefiero quedarme con eso". Fin
"A mi entender, por el momento esta es una campaña con altibajos. No me animo a decir otra cosa porque sería injusto tirar con lo que yo diga todo el esfuerzo que se hace a diario. Quedan partidos por delante y un buen caudal de puntos que, de ganarlos, nos darían la posibilidad de cerrar una temporada muy digna. Por supuesto que no te voy a hablar de campeonato ni de ascenso, pero sí me animo a ser optimista". Santiago Ladino expone una verdad dolorosa, según su propia consideración. "Claro, se armó un plantel que llegó con pretensiones de estar entre los candidatos pero ahora está para saldar la deuda con el promedio del descenso del pasado. Si lo vemos por ese lado, y si sumamos muchos puntos, despegaríamos al grupo que venga de esa zona complicada", le busca el lado positivo el defensor casi a regañadientes. "Para la mayoría, la divisional fue nueva; nos topamos con un torneo complicado; difícil, parejo, que cualquiera le gana a cualquiera. Pero haciendo un análisis del equipo, tuvimos chances claras para sumarnos al pelotón que se cortaba y, a mi entender, fallamos", lamenta.
Ante todo, Ladino utiliza palabras acordes al presente. "Sí, no, no, reconozco que se volvió un campeonato inestable para nosotros, pero tampoco quiero con palabras empañar nuestro trabajo y catalogarlo de alguna manera cuando todavía tenemos muchos puntos por delante que podemos sumar". La confianza ciega del grupo tropieza con lo exterior. La duda cobró un papel preponderante puertas para afuera.
"Por supuesto que la duda que ustedes plantean es verdadera, pero tampoco no quiero entrar en una situación que va a ser así el resto del campeonato porque antes no fue así y quizás después de que hablemos esta semana tampoco. Soy optimista. Como el presente de Atlético es éste, mis respuestas son estas. Espero poder responderte de otra manera al final del campeonato", mantiene la llama de la ilusión a pleno el defensor.
Atlético camina por una delgada línea, la de la obligación, rellenada con la imperiosa necesidad llegar al menos a 50 puntos, y la del deseo, que no echa por tierra acercarse al tercer ascenso.
"Creo que estábamos para otra cosa, pero reconozco que falta mucho y todavía se puede. Y yo prefiero quedarme con eso". Fin
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