19 Abril 2013
JUEGO DE TRES. Alejandra Flechner, Enrique Pinti y Luis Luque protagonizan la comedia de Joe Orton.
A una afamada clínica psiquiátrica dirigida por un prestigioso médico llega imprevistamente un exótico funcionario del Ministerio de Salud Pública. Debe hacer una inspección de su funcionamiento. Desopilantes situaciones se desatan entre esposas infieles, empleados acosadores, secretarias de dudosa identidad sexual y médicos y pacientes en paños menores.
La confusión estalla mientras abren y cierran puertas en una delirante terapia de alcohol, sexo y tratamientos psicológicos no convencionales. El Complejo de Edipo es puesto a prueba con un revolucionario método que ni Freud pudo imaginar, pero le hubiera encantado.
"Lo que vio el mayordomo" es una obra de Joe Orton. "Fue un tipo corrosivo, con una vida inquietante. Un homosexual inglés de una época en que la homosexualidad era considerada un delito y una enfermedad curable con pastillas por la psiquiatría", cuenta Enrique Pinti, uno de los protagonistas de la puesta junto a Luis Luque y Alejandra Flechner. El elenco, dirigido por Carlos Rivas, se completa con Abián Vainstein, Paula Castagnelli y Andrés Portaluppi.
En la obra, Pinti interpreta al incisivo inspector que visita la clínica psiquiátrica. "Cuando llegó la propuesta de hacer 'Lo que vio el mayordomo' no lo dudé un momento, era una oportunidad de oro", destacó.
"Lo interesante de la puesta es que el público se va a divertir mucho, se va a reír, porque la historia es desopilante y el eje central son la locura y el análisis de la locura. Todo transcurre en una clínica trucha, como la que utilizó Gisele Rímolo, con médicos tan truchos como ella", anticipó Pinti entre risas. "Mi personaje es muy particular, soy un inspector enviado por parte del Gobierno a controlar la clínica. Paradójicamente, este inspector representa al poder, donde están los más locos, y allí es donde se introduce el tema de la locura", reflexiona.
El actor recordó que esta es la primera vez que recorre el país con un texto que no es suyo. "Eso me genera muchos nervios y también lo vivo como un gran desafío. Estoy ansioso por ver la respuesta de la gente, de los tucumanos. Cada vez que me presenté con mis propios espectáculos he sido muy bien recibido y no creo que ahora sea la excepción. Pero el texto no es mío y la respuesta del público no sé cómo será, por eso me pondré a prueba", expresó.
¿Y los monólogos?
Por supuesto, todos los periodistas le preguntan a Pinti si su nuevo trabajo representa el abandono de los críticos unipersonales con los que durante años recorrió los escenarios de todo el país.
"Llega un momento en la vida en el que si no hacés lo que te ofrecen se te va cortando el tiempo. Estoy convencido de que más adelante puedo poner una silla en un escenario, una mesa y un guión y la gente me va a aplaudir de pie, porque les encantan mis monólogos, pero esta oportunidad no la puedo dejar pasar, ya tengo 73 años, soy un hombre mayor -sostuvo-. No hago monólogos sobre el Gobierno de hoy porque estoy en este proyecto, pero no fue nada planificado".
La confusión estalla mientras abren y cierran puertas en una delirante terapia de alcohol, sexo y tratamientos psicológicos no convencionales. El Complejo de Edipo es puesto a prueba con un revolucionario método que ni Freud pudo imaginar, pero le hubiera encantado.
"Lo que vio el mayordomo" es una obra de Joe Orton. "Fue un tipo corrosivo, con una vida inquietante. Un homosexual inglés de una época en que la homosexualidad era considerada un delito y una enfermedad curable con pastillas por la psiquiatría", cuenta Enrique Pinti, uno de los protagonistas de la puesta junto a Luis Luque y Alejandra Flechner. El elenco, dirigido por Carlos Rivas, se completa con Abián Vainstein, Paula Castagnelli y Andrés Portaluppi.
En la obra, Pinti interpreta al incisivo inspector que visita la clínica psiquiátrica. "Cuando llegó la propuesta de hacer 'Lo que vio el mayordomo' no lo dudé un momento, era una oportunidad de oro", destacó.
"Lo interesante de la puesta es que el público se va a divertir mucho, se va a reír, porque la historia es desopilante y el eje central son la locura y el análisis de la locura. Todo transcurre en una clínica trucha, como la que utilizó Gisele Rímolo, con médicos tan truchos como ella", anticipó Pinti entre risas. "Mi personaje es muy particular, soy un inspector enviado por parte del Gobierno a controlar la clínica. Paradójicamente, este inspector representa al poder, donde están los más locos, y allí es donde se introduce el tema de la locura", reflexiona.
El actor recordó que esta es la primera vez que recorre el país con un texto que no es suyo. "Eso me genera muchos nervios y también lo vivo como un gran desafío. Estoy ansioso por ver la respuesta de la gente, de los tucumanos. Cada vez que me presenté con mis propios espectáculos he sido muy bien recibido y no creo que ahora sea la excepción. Pero el texto no es mío y la respuesta del público no sé cómo será, por eso me pondré a prueba", expresó.
¿Y los monólogos?
Por supuesto, todos los periodistas le preguntan a Pinti si su nuevo trabajo representa el abandono de los críticos unipersonales con los que durante años recorrió los escenarios de todo el país.
"Llega un momento en la vida en el que si no hacés lo que te ofrecen se te va cortando el tiempo. Estoy convencido de que más adelante puedo poner una silla en un escenario, una mesa y un guión y la gente me va a aplaudir de pie, porque les encantan mis monólogos, pero esta oportunidad no la puedo dejar pasar, ya tengo 73 años, soy un hombre mayor -sostuvo-. No hago monólogos sobre el Gobierno de hoy porque estoy en este proyecto, pero no fue nada planificado".