24 Abril 2013
El virus del dengue sólo es transmitido por el mosquito Aedes aegypti que se alimentó con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas sanas. "Como no hay vacunas disponibles para prevenir el dengue y la enfermedad no se transmite de persona a persona, la mejor prevención es evitar las picaduras de mosquitos", advirtió el ministro de Salud, Pablo Yedlin.
En primer lugar, recomendó erradicar el mosquito vector de las viviendas y sitios aledaños, eliminando los posibles criaderos: recipientes, cacharros y floreros que acumulen agua limpia. La fumigación sólo sirve para reducir la carga de insectos "volantes" o adultos, pero es ineficaz contra las larvas.
"Para matar las larvas e impedir que el mosquito se reproduzca -remarcó Yedlin- hay que usar larvicidas biológicos en las piletas con agua -que están prácticamente en desuso en esta época del año- como así también en las fuentes ornamentales de los jardines y en los macetones con plantas acuáticas. En estos últimos casos conviene cambiar el agua cada dos o tres días".
Las personas que vivan en zonas cálidas y húmedas y las que tienen planeado viajar a lugares donde el dengue es endémico deben protegerse la piel con repelente contra insectos. Conviene rociar también la ropa porque pueden picar a través de prendas de tela fina. Si es posible, deben protegerse con camisa manga larga y pantalones largos, usar mosquiteros en las camas si la habitación no tiene tela mosquitera o acondicionador de aire. También es importante rociar la habitación con insecticida antes de ir a dormir.
"La lucha contra el dengue es una tarea de todos y cada uno. Por eso hay que extremar las medidas de higiene, sacar todos los días los residuos, limpiar la casa, el patio y tirar los cacharros y cubiertas viejas para combatir los mosquitos y los posibles criaderos del hogar", enfatizó el ministro de Salud.
En el país, el dengue no es endémico como ocurre en Paraguay, Bolivia o Brasil, donde hay casos todos los años. Aquí, en cambio, desde la reaparición del virus, la Argentina sufrió brotes en 2003 y 2004, pero fue en 2009 cuando se registró la peor epidemia de esta enfermedad.
Ese año Tucumán fue una de las provincias que más casos de la enfermedad registró. En el interior, Aguilares fue la ciudad más afectada, por lo que las tareas de fumigación y descacharrado en esa localidad nunca se detuvieron desde entonces.
En 2009, la totalidad de los enfermos en Tucumán padecieron el dengue tipo 1. No hubo casos graves. El peligro de la reemergencia de la patología se da precisamente cuando aparecen nuevos serotipos (en total hay cuatro). Cuando una persona que ya tuvo el mal vuelve a ser picada, puede aparecer la variante más grave de la enfermedad.
Es por eso que en 2009, durante una entrevista, el ministro de Salud, Pablo Yedlin, había remarcado: "lo que perdimos es la inocencia en dengue. Ahora tenemos una cicatriz que nos marca para el futuro".
Zonas más afectadas
En Argentina el dengue se produce en los meses de calor, generalmente de noviembre a mayo, siendo las provincias de Salta, Jujuy, Chaco, Formosa, Misiones y Corrientes, las de mayor riesgo. Sin embargo, durante el brote del año 2009, también se produjeron casos de dengue en las provincias de Provincia de Buenos Aires, Catamarca, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Entre Ríos, La Rioja, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.
Este año, la epidemia volvió a impactar en provincias en las que es poco frecuente detectar casos de dengue. Córdoba es la segunda jurisdicción del país con más casos de la enfermedad: registró 60 casos (54 son autóctonos). En el primer lugar está Salta, con 154 enfermos confirmados.
Esta no es sólo una enfermedad urbana ni que sigue latitudes, sino que viaja en las rutas. Por eso, una de las mejores formas de prevenir el contagio de la enfermedad cuando uno viaja a zonas endémicas es protegerse de las picaduras de mosquitos.
En primer lugar, recomendó erradicar el mosquito vector de las viviendas y sitios aledaños, eliminando los posibles criaderos: recipientes, cacharros y floreros que acumulen agua limpia. La fumigación sólo sirve para reducir la carga de insectos "volantes" o adultos, pero es ineficaz contra las larvas.
"Para matar las larvas e impedir que el mosquito se reproduzca -remarcó Yedlin- hay que usar larvicidas biológicos en las piletas con agua -que están prácticamente en desuso en esta época del año- como así también en las fuentes ornamentales de los jardines y en los macetones con plantas acuáticas. En estos últimos casos conviene cambiar el agua cada dos o tres días".
Las personas que vivan en zonas cálidas y húmedas y las que tienen planeado viajar a lugares donde el dengue es endémico deben protegerse la piel con repelente contra insectos. Conviene rociar también la ropa porque pueden picar a través de prendas de tela fina. Si es posible, deben protegerse con camisa manga larga y pantalones largos, usar mosquiteros en las camas si la habitación no tiene tela mosquitera o acondicionador de aire. También es importante rociar la habitación con insecticida antes de ir a dormir.
"La lucha contra el dengue es una tarea de todos y cada uno. Por eso hay que extremar las medidas de higiene, sacar todos los días los residuos, limpiar la casa, el patio y tirar los cacharros y cubiertas viejas para combatir los mosquitos y los posibles criaderos del hogar", enfatizó el ministro de Salud.
En el país, el dengue no es endémico como ocurre en Paraguay, Bolivia o Brasil, donde hay casos todos los años. Aquí, en cambio, desde la reaparición del virus, la Argentina sufrió brotes en 2003 y 2004, pero fue en 2009 cuando se registró la peor epidemia de esta enfermedad.
Ese año Tucumán fue una de las provincias que más casos de la enfermedad registró. En el interior, Aguilares fue la ciudad más afectada, por lo que las tareas de fumigación y descacharrado en esa localidad nunca se detuvieron desde entonces.
En 2009, la totalidad de los enfermos en Tucumán padecieron el dengue tipo 1. No hubo casos graves. El peligro de la reemergencia de la patología se da precisamente cuando aparecen nuevos serotipos (en total hay cuatro). Cuando una persona que ya tuvo el mal vuelve a ser picada, puede aparecer la variante más grave de la enfermedad.
Es por eso que en 2009, durante una entrevista, el ministro de Salud, Pablo Yedlin, había remarcado: "lo que perdimos es la inocencia en dengue. Ahora tenemos una cicatriz que nos marca para el futuro".
Zonas más afectadas
En Argentina el dengue se produce en los meses de calor, generalmente de noviembre a mayo, siendo las provincias de Salta, Jujuy, Chaco, Formosa, Misiones y Corrientes, las de mayor riesgo. Sin embargo, durante el brote del año 2009, también se produjeron casos de dengue en las provincias de Provincia de Buenos Aires, Catamarca, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Entre Ríos, La Rioja, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.
Este año, la epidemia volvió a impactar en provincias en las que es poco frecuente detectar casos de dengue. Córdoba es la segunda jurisdicción del país con más casos de la enfermedad: registró 60 casos (54 son autóctonos). En el primer lugar está Salta, con 154 enfermos confirmados.
Esta no es sólo una enfermedad urbana ni que sigue latitudes, sino que viaja en las rutas. Por eso, una de las mejores formas de prevenir el contagio de la enfermedad cuando uno viaja a zonas endémicas es protegerse de las picaduras de mosquitos.