Juego de ajedrez

Matías Rossi ganó en Olavarría, a pesar de que había dicho que prefería no hacerlo.

SE AGRANDÓ. Imponente, el Chevrolet de Matías Rossi domina la escena. El piloto de Del Viso ganó de punta a punta, pero tuvo un gran rival en Diego Aventín, que condujo un Ford. SE AGRANDÓ. Imponente, el Chevrolet de Matías Rossi domina la escena. El piloto de Del Viso ganó de punta a punta, pero tuvo un gran rival en Diego Aventín, que condujo un Ford.
29 Abril 2013
"Si puedo, no gano", había dicho Matías Rossi el sábado 20 de abril, después de hacer la pole en el Súper TC 2000. "El Misil" se refería al Turismo Carretera, categoría en la que consideraba por aquellos días que su Chevrolet estaba un paso atrás de sus rivales de Ford. Y teniendo en cuenta cómo fueron los últimos años, en los que ganó antes de la Copa de Oro y después no pudo ser campeón, Matías daba esa declaración explicando que cambiaría de estrategia. "La idea es llegar a los play-offs sin kilos para andar mejor. Si no, va a ser muy difícil correr a los Ford", explicaba.

Una semana después, Rossi llegaba a Olavarría para disputar la quinta fecha del TC. El viernes, con su Chevrolet lograba la pole provisional y automáticamente surgía la duda de qué haría Matías. Hacía muy poco había declarado que si tenía que elegir, no ganaría. "Voy a ser segundo", afirmaba. Sin embargo, nunca imaginó ir tan rápido en la "Capital del TC", teniendo en cuenta que estaba 12° en el campeonato y muy lejos del andar de los Falcon. Por eso el subcampeón de la categoría tenía que responder las preguntas acerca de su declaración de la semana anterior. Y claro, fue cauto: "preferiría no ganar. Pero si todo sigue así de acá al final de la fecha y tengo chances de hacerlo, veré qué quiere hacer el equipo", definió. La cuestión fue que "El Misil" no logró la pole porque apareció otro que también es un misil: José María López. "Pechito" se lleva bien con Olavarría y un día después de su cumpleaños número 30 ganaba la clasificación. Matías quedaba segundo y el panorama era otro. Pero el domingo el cordobés no hizo la serie más rápida, sino que fue Rossi quien largaría primero con "Pecho" al lado, para repetir la secuencia que había sucedido siete días antes con el Súper TC 2000 en Rosario, donde festejó con el Toyota.

Matías no tuvo otra opción que salir a ganar. Y lo hizo, como él sabe, con su calidad y sin siquiera tener un motivo para preocuparse en una carrera monótona. Tal vez haya quienes digan que cuando Diego Aventin pasó a ser segundo en las últimas tres vueltas por el abandono de López, se habrá inquietado porque el Ford del Pumita "vuela". Sin embargo, Rossi mantuvo su calma y se quedó con la victoria en Olavarría.

Párrafo aparte para Luis José Di Palma, más conocido como "Josito", que terminó tercero atrás de Rossi y Aventin. El nieto del recordado "Loco Luis" consiguió así su primer podio en la divisional para la alegría de todo Arrecifes. Matías Rossi es el mejor piloto de la Argentina y lo demuestra en cada fin de semana y en cada categoría. El título de Turismo Carretera le quita el sueño, por eso en cada temporada busca la estrategia ideal para conseguirlo.

Ayer venció, aunque ni él sabe si fue lo ideal. "Es difícil decir si el triunfo era conveniente, pero entre todos los integrantes de mi equipo decidimos ganar", sostuvo. Así consiguió su 11ª victoria en la categoría y la segunda para Chevrolet en el año (Agustín Canapino obtuvo la restante en la primera fecha, en Mar de Ajó). Su escuadra festejó, como también los hinchas del "Chivo" que venían con las caras largas por el rendimiento de los primos de Ford.

En la próxima carrera, en Termas de Río Hondo, cambiará el reglamento técnico porque se quitan las cargas aerodinámicas. ¿Habrá Rossi ganado por el temor de no saber cómo le caerá al Chevrolet esta drástica modificación en los autos y tener, aunque sea, la tranquilidad de tener el triunfo bajo el brazo? ¿Y en caso de no andar bien sólo se debe preocupar para llegar mejor posicionado a la Copa? Sólo él lo sabe. Por ahora compite como si fuera un jugador de ajedrez, pieza por pieza.

Comentarios