"No tengo más alternativa que quedarme en la terminal"

Desde el jueves, hay pasajeros que no saben qué hacer para retornar a sus destinos. Más de la mitad de las boleterías de las empresas cerraron sus ventanillas. Sólo hay movimiento por micros de media distancia

DURMIENDO ESPERO. Un hombre descansa en la terminal. Cientos de viajeros quedaron varados por el paro. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARAOZ DURMIENDO ESPERO. Un hombre descansa en la terminal. Cientos de viajeros quedaron varados por el paro. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARAOZ
05 Mayo 2013
Son las 20.30 de un frío sábado. Ezequiel prepara la colcha para dormir en uno de los asientos de la Estación Terminal de Ómnibus de San Miguel de Tucumán. Su ilusión laboral se quedó en el andén, al igual que su retorno a Venado Tuerto. "No tengo más alternativas que esperar que se levante el paro. Vine a trabajar a Pozo Hondo como camionero; me prometieron una cosa y me salieron con otra. Ahora esto", dijo anoche, resignado a LA GACETA. Este santafesino de 31 años fue uno de los tantos pasajeros que quedó varado desde el jueves como consecuencia del paro de los choferes de larga distancia.

"Anoche (por el viernes) me fui a dormir a un hotel, pero no tengo más plata. El pasaje me salió casi $ 500 y mi familia me espera en mi pueblo", acotó. Antonio, un estudiante universitario, expresó que tuvo que cambiar el pasaje porque no puede volver a Salta. Hubo casos de personas que optaron por tomar taxis; pero fueron los menos. Por caso, el kilómetro en ruta está a un promedio de $ 5, pero en tiempos de mercados paralelos y de necesidad de hacer una buena recaudación, hay algunos tacheros que ofrecen el servicio de transporte a $ 4 el kilómetro. "Por $ 450 lo llevo a Santiago del Estero", indicó Esteban. Un pasaje en colectivo cuesta $ 65. Un viaje a Salta o a Jujuy puede llegar a costar más de $ 1.000 en taxi. En ómnibus, el boleto vale $ 155 y $ 174, respectivamente.

En la Terminal, los encargados comentan que los viajeros aguzan el ingenio. Por ejemplo, los que residen en provincias vecinas toman colectivos de media distancia que los aproximen hasta el límite. De allí hacen el trasbordo y tratan de acercarse a la ciudad donde deben ir. "Son los que van a Santiago del Estero y a Salta", comentó uno de ellos.

Más de la mitad de las boleterías de las empresas instaladas en la terminal decidieron cerrar las ventanillas. Y colocaron carteles. "Paro de UTA", dice uno de ellos. "Se informa que, debido al paro nacional que rige desde el 2 de mayo, no hay servicios", puntualiza otro.

El ala sur de la terminal es la que más movimiento de pasajeros tiene. En ese sector prestan servicios las empresas de media distancia y las del transporte interurbano. "Desde que se dispuso el paro, ha bajado más del 50% el movimiento en la terminal. Por día hay más de un centenar de servicios que no se prestan", indicó un funcionario.

Dos colectivos de la empresa Mercobus testimonian la desolación en la terminal. Los choferes no pueden mover las unidades que salieron de Salvador Mazza (Salta) con destino a Córdoba. Las ruedas delanteras del rodado de gran porte están desinfladas. La consigna sindical es que nadie sale. El paro es por tiempo indeterminado. Ni gremialistas ni empresarios se apiadan de los viajeros afectados por la protesta salarial.

Comentarios