El paro complica cada vez a más tucumanos

La Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) aplica sanciones a unas 130 empresas debido a la no prestación de servicios. Muchas personas siguen varadas, ya que viajar en avión no es una opción al alcance de la mano de todos por los precios.

PERJUICIOS. La terminal central de ómnibus de la capital tucumana permaneció casi vacía el fin de semana y algunos pasajeros debieron dormir allí. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARAOZ PERJUICIOS. La terminal central de ómnibus de la capital tucumana permaneció casi vacía el fin de semana y algunos pasajeros debieron dormir allí. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARAOZ
06 Mayo 2013
Sara Reinoso no puede regresar a Tucumán debido al paro de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que afectó el sistema de transporte de pasajeros de larga distancia. Debió haber abordado el micro el jueves por la noche en Mendoza y arribar el viernes a las 10.30 aproximadamente, pero el conflicto entre el gremio, las empresas de transporte y el Gobierno, complicaron su plan.

"Ella está aguardando que reinicien los servicios. Por suerte, tiene familia en Mendoza y no pasa inconvenientes por el alojamiento. No va a viajar en avión tampoco porque le implicaría un gasto casi cinco veces mayor. Debería tomar un vuelo hacia Buenos Aires y luego otro hacia Tucumán", relató Guillermo Mendoza, su esposo, quien está a la espera de su llegada.

Guillermo describió la odisea de su pareja mientras contaba los minutos de espera en el aeropuerto Benjamín Matienzo, sentado y acompañado de cientos de pasajeros. En la estación aérea se vislumbró en los últimos días un incremento del tránsito de pasajeros. "Hubo mucho movimiento este fin de semana, distinto a los anteriores. No sé si será por el paro de colectivos, pero los vuelos salieron completos esta mañana y todo el día (por ayer)", dijo un empleado de una de las empresas de líneas aéreas.

El paisaje fue distinto en la terminal central de ómnibus de San Miguel de Tucumán. Los andenes de la estación terrestre volvieron a estar casi desolados debido a la medida de fuerza de la UTA. Sólo circularon los pasajeros de los servicios interurbanos y algún comprador en los locales del centro de compras.

Justamente, la huelga no sólo afectó a los viajeros. En los comercios del lugar confirmaron una caída de las ventas, en la mayoría de los rubros. "Hay poco movimiento comparado con los domingos anteriores. Eso perjudicó las ventas", contó Antonela, personal de una tienda de artesanía. Lo mismo describió Griselda, de un local de ropa. "Este puesto está ubicado en los andenes de viajes de larga distancia. Por eso, la venta es casi nula. Hoy (por ayer) trabajamos con las personas que vinieron al shopping", comentó Enrique, empleado de un quiosco de la terminal.

Los choferes continuaron con el paro que iniciaron el jueves en reclamo de mejoras salariales, mientras que funcionarios kirchneristas acusaron que la medida sindical obedece a "un doble juego y lock out patronal".

La Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) aplicó sanciones a unas 130 empresas por la persistencia del paro. El director de la comisión, Ariel Franetovich, consideró "lamentable la falta de responsabilidad social de los empresarios del transporte". "Habrá que revisar los permisos y a la hora de regularizarlos pensar en otro sistema que limite la concentración y que excluya a quienes tengan este tipo de conductas", añadió, según consignó la agencia DyN.

El Gobierno denuncia "complicidad" entre UTA y empresarios
El ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, advirtió ayer sobre una presunta "complicidad de algunos sectores sindicales con empresarios" para mantener la huelga de colectivos de larga distancia y lograr así "volver al sistema de subsidios".

Además, cuestionó la continuidad del paro que inició el jueves, al señalar que sectores sindicales y empresarios toman de rehenes a los pasajeros para volver al sistema de subsidios.

"Hay un solo motivo por el que no se levanta el paro", dijo el funcionario y, según un comunicado, señaló que es porque existe complicidad de algunos sectores sindicales con empresarios para volver al sistema de subsidios.

Randazzo insistió en que el único objetivo de la medida de fuerza era "extorsionarnos para volver a un sistema de subsidios que, por decisión política de la presidenta Cristina Fernández, hemos superado". "No vamos a permitir que hagan esto y, a través de la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte), ya hemos labrado más 500 actas de infracción a las empresas por no brindar el servicio correspondiente", añadió.

Randazzo machacó sobre que el Gobierno estudiará posibles medidas, desde multas hasta el retiro de licencia a las empresas. "Es incomprensible la actitud del sector", expresó el funcionario.

Por su parte, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, dijo que la UTA está de acuerdo con el sector empresario y que existe una presión patronal y sindical para volver al sistema de subsidios. "¿A qué se debe este paro ahora, si la UTA ya tiene el aumento" de salarios del 23% decidido ayer (por el sábado) por el ministerio de Trabajo y el de Interior y Transporte?", se preguntó Tomada.

El titular de la cartera laboral manifestó que "lo único que parece es que la UTA hace un doble juego, es decir, un paro sostenido en un lock out empresario" y definió la medida como "irracional e injustificada". (DyN-Télam)

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