Muy pocas emociones en el superclásico

Boca y River igualaron 1 a 1, en un empate que no les sirve a ninguno de los dos.

CUERPO A CUERPO. Acosta y Mercado pelean por la posición de la pelota. El superclásico tuvo mucha lucha y poco fútbol. CUERPO A CUERPO. Acosta y Mercado pelean por la posición de la pelota. El superclásico tuvo mucha lucha y poco fútbol.
Prometieron mucho y ofrecieron poco. Especialmente en el segundo tiempo, que prácticamente estuvo demás en este superclásico deslucido y con muy pocas emociones. Boca y River igualaron 1 a 1, en un reparto de puntos que no les sirve a ninguno. El "millonario" golpeó primero. Fue a los 43 segundos de juego, con un preciso cabezazo de Manuel Lanzini para anotar el gol más rápido de la historia de un derby argentino. El empate llegó por intermedio de Santiago Silva, un verdugo para los de Núñez.

Está claro que con el empate perdieron los dos. Boca porque llegó a la peor racha de su historia en el torneo doméstico. Acumula 11 encuentros sin sumar de a tres, lo que hizo que supere la serie adversa de 1957. River, por su parte, necesitaba la victoria para seguir prendido en la lucha por el título. Ahora se ubica a cuatro de Lanús y si Newell's gana hoy, puede quedar a seis de la cima.

El primer tiempo fue prácticamente todo de River, que se vio favorecido por ese gol que llegó prácticamente desde el vestuario gracias al preciso centro de Carlos Sánchez, luego de una buena jugada de Juan Manuel Iturbe y un rebote en Guillermo Burdisso. El "xeneize" salió a buscar el empate con muchas ganas y poco fútbol, y le dejó espacios que fueron bien aprovechados por el "millo". El equipo de Ramón Díaz pudo aumentar la diferenciada por intermedio de Rogelio Funes Mori, en dos ocasiones, y de Sánchez, que tuvo la más clara del partido. El local llegó al empate en su peor momento. Y fue gracias a una excelente jugada de Walter Erviti y una precisa definición del "Tanque" Silva.

El complemento, el buen fútbol se ausentó por completo. La única chance de gol llegó a los 50', cuando Barovero tapó un remate de Escalante que tenía destino de red, lo que demuestra el pobre nivel que exhibieron ambos equipos.

Pasó un nuevo superclásico. Boca y River ofrecieron mucho menos de lo que prometieron y siguen en deuda con sus hinchas.

Iturbe complicó con su velocidad a la defensa de Boca, mientras que Erviti manejó los hilos del "xeneize". Ambos fueron reemplazados a los pocos minutos del complemento y el nivel futbolístico de sus equipos se resintió.

Eder Álvarez Balanta se muestra cada vez más seguro en el fondo del "millonario". El colombiano de 20 años se anticipó casi siempre a los delanteros. Matías Caruzzo levantó su nivel y fue lo mejor de la última línea de Boca.

Los hinchas volvieron a ser protagonistas. Pero esta vez no con su tradicional fiesta en las tribunas. Desde la parcialidad de Boca arrojaron bengalas y petardos y el partido estuvo demorado. El árbitro tendría que haberlo suspendido.

Con el empate perdieron los dos. River porque cedió terreno en su lucha por pelear por el título del torneo Final y el "xeneize" porque llegó a la peor racha de su historia y ya acumula 11 encuentros sin victorias.

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