09 Mayo 2013
CLARITO. "RR", que aparece con "Cacho" Cortez, plantó su postura. Si Pompei lo ataca, que mire para otro lado, mejor.
Heraldo Rodríguez es el árbitro principal de un partido que cuenta con tres equipos en cancha. A los perdedores, salvo al Blanco que termina llevándose los laureles, no les gustó cómo el hijo de "RR" dirigió. "Te parecés a Pompei", le grita uno de los ofendidos del mediodía en 25 de Mayo y Chile. "De qué te quejás, te hicieron un gol de 40 metros y es culpa mía eso también", chicanea el preparador físico. "Dale, dale, seguí así...", le retrucan...
Se apaga la sesión y Heraldo, en confianza, bromea: "estamos preparados para todo ya, ja. Lo mío fue polémico hoy (por ayer), je", confiesa el improvisado hombre de negro, que no llegó a empujar a nadie como sí lo hizo Juan Pablo Pompei el lunes con Gerardo Martino, en Arsenal-Newell's. Su castigo fue bajar a la B Nacional y dirigir Olimpo-Atlético. "¿Justo a nosotros nos viene a tocar?", reniega algo molesto Ricardo Rodríguez. "No protesto y si lo hago llego hasta un límite, sabiendo que no le tengo que faltar el respeto al árbitro. Lo que hizo Pompei el otro día, a mí, me parece fuera de lugar. Deberían haberlo suspendido, no bajado de categoría", toma aire y vuelve a la carga. "Ya lo sufrimos, a Almerares le pegó dos cachetazos", recuerda.
Entonces, "RR", ¿qué onda si "JP" 'se saca' y te empuja? "A mí..."; ¡Sí! "Lo Mando a la c...". Epa, el DT, pasional como de costumbre, es la punta de un iceberg de opiniones que habita en Atlético. La diplomacia es lo Barone. "Uno tiene que tratar de mantener la calma", explica el capitán. Pero, Deivis, ¿si sos la víctima? "No, no, Pompei no me va a empujar". LG Deportiva insiste. ¿Y si te empuja? "... Me tiro al suelo y me agarro la cara así vean todos, ja, ja", bromea.
En ese tono, Matías Ballini sigue la corriente del asunto. "Le hago una toma de Rey Misterio, ja. ¿Sabés cómo queda?", dice el fan de la lucha libre.
Un tanto más particular es la mirada de Santiago Ladino, quien se congela ante la pregunta en seco. "Ja, ja, ja. Le doy un abrazo, qué se yo. Me agarrás en frío", se disculpa el lateral. Luego, ya interesado en el Pompeigate, argumenta. "Olvidate, eso no va a volver a pasar. Él se dio cuenta de lo que hizo". O sea, ¿no pasa nada? "Y bueno, si pasa lo abrazo bien fuerte, ja". Cristian Lucchetti se llama a silencio. Su mirada lo dice todo. No puede con su genio. Antes de irse, pega la marcha hacia atrás y suelta su historia. "¿Sabés las que me comí con Pompei? No fue una, fueron varias". Chan. "JP" es bravo.
Del vestuario local sale otra víctima de quien hoy es llamado "Mano larga". "No me gusta hablar de los árbitros... Me pegó una cachetada, pero ya pasó", relata Federico Almerares. El golpe fue en el "José Fierro", cuenta "Fede". "Mosquera (Gimnasia de Jujuy) me da una patada en el tobillo y obviamente me caigo. Pompei se acerca y me pide que me levante. Ni tiempo me dio. Me dio una palmadita y después salió con un cachetazo. No me gustó la situación, pero bueno, eso queda dentro de la cancha. No le pedí explicaciones, me di la vuelta y me fui". Ojo con Pompei...
Se apaga la sesión y Heraldo, en confianza, bromea: "estamos preparados para todo ya, ja. Lo mío fue polémico hoy (por ayer), je", confiesa el improvisado hombre de negro, que no llegó a empujar a nadie como sí lo hizo Juan Pablo Pompei el lunes con Gerardo Martino, en Arsenal-Newell's. Su castigo fue bajar a la B Nacional y dirigir Olimpo-Atlético. "¿Justo a nosotros nos viene a tocar?", reniega algo molesto Ricardo Rodríguez. "No protesto y si lo hago llego hasta un límite, sabiendo que no le tengo que faltar el respeto al árbitro. Lo que hizo Pompei el otro día, a mí, me parece fuera de lugar. Deberían haberlo suspendido, no bajado de categoría", toma aire y vuelve a la carga. "Ya lo sufrimos, a Almerares le pegó dos cachetazos", recuerda.
Entonces, "RR", ¿qué onda si "JP" 'se saca' y te empuja? "A mí..."; ¡Sí! "Lo Mando a la c...". Epa, el DT, pasional como de costumbre, es la punta de un iceberg de opiniones que habita en Atlético. La diplomacia es lo Barone. "Uno tiene que tratar de mantener la calma", explica el capitán. Pero, Deivis, ¿si sos la víctima? "No, no, Pompei no me va a empujar". LG Deportiva insiste. ¿Y si te empuja? "... Me tiro al suelo y me agarro la cara así vean todos, ja, ja", bromea.
En ese tono, Matías Ballini sigue la corriente del asunto. "Le hago una toma de Rey Misterio, ja. ¿Sabés cómo queda?", dice el fan de la lucha libre.
Un tanto más particular es la mirada de Santiago Ladino, quien se congela ante la pregunta en seco. "Ja, ja, ja. Le doy un abrazo, qué se yo. Me agarrás en frío", se disculpa el lateral. Luego, ya interesado en el Pompeigate, argumenta. "Olvidate, eso no va a volver a pasar. Él se dio cuenta de lo que hizo". O sea, ¿no pasa nada? "Y bueno, si pasa lo abrazo bien fuerte, ja". Cristian Lucchetti se llama a silencio. Su mirada lo dice todo. No puede con su genio. Antes de irse, pega la marcha hacia atrás y suelta su historia. "¿Sabés las que me comí con Pompei? No fue una, fueron varias". Chan. "JP" es bravo.
Del vestuario local sale otra víctima de quien hoy es llamado "Mano larga". "No me gusta hablar de los árbitros... Me pegó una cachetada, pero ya pasó", relata Federico Almerares. El golpe fue en el "José Fierro", cuenta "Fede". "Mosquera (Gimnasia de Jujuy) me da una patada en el tobillo y obviamente me caigo. Pompei se acerca y me pide que me levante. Ni tiempo me dio. Me dio una palmadita y después salió con un cachetazo. No me gustó la situación, pero bueno, eso queda dentro de la cancha. No le pedí explicaciones, me di la vuelta y me fui". Ojo con Pompei...
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