11 Mayo 2013
CONCENTRADO. Vera impacta el balón durante la sesión que ayer realizó el plantel en el complejo "Natalio Mirkin".
"Chocolatín" volverá a estar entre los elegidos. A los hinchas de San Martín que tienen memoria, esta noticia tiene que alegrarlos, pues Mario Vera es, junto a Luciano González, sobreviviente de aquel ciclo inolvidable que vivieron los "santos" en la década pasada, cuando lograron cuatro ascensos. Con la humildad de los que sabe que el puesto hay que ganárselo en cada práctica, "Verita" se siente complacido porque podrá jugar el partido del lunes, a las 21, frente a Juventud Unida Universitario de San Luis.
"A esta chance la tomo como una más en mi carrera. No la considero una revancha. En mi lenguaje esa palabra existe. Lo importante es saber que estoy en un grupo que se mata en cada entrenamiento para satisfacer al técnico, y él es quien al final elige quién juega y quien no", explica el reemplazante de Rolando Serrano, que el lunes pasado sufrió un accidente de tránsito. Quedó con una herida cortante en la pierna derecha y fue descartado para este compromiso.
Aunque sabe que no haber conseguido el ascenso directo fue un duro golpe para el plantel, Vera no baja los brazos y se enfoca en la segunda chance. "En este plantel hay jugadores con mucha experiencia en este tipo de definiciones, por lo que no nos asusta el nuevo desafío. Sabemos que no será nada fácil conseguir el segundo ascenso, pero nos sobra confianza para intentarlo. El lunes vamos a tener una excelente oportunidad para demostrar que todavía se puede. Lo bueno es que estará en nosotros aprovechar esta nueva oportunidad", dijo el lateral, quien no oculta su satisfacción por el nivel que mostraron los juveniles a los que Carlos Roldán les dio su respaldo en esta vuelta al club.
"Esto es algo gratificante, porque ellos serán el futuro de San Martín. Uno, desde el lugar que le toque, tiene que aconsejarlos para que mantengan la humildad que ahora ostentan", consideró.
Vera es una persona que mostró una paciencia infinita; nunca desesperó cuando no era tenido en cuenta por el entrenador. "Los años que llevo ligado al fútbol me enseñaron a que la desesperación no es una buena compañera. Sabía que en algún momento tendría una posibilidad y que no debía desperdiciarla cuando apareciera. Llegó, bienvenida sea", dijo el futbolista que vive en Lastenia.
"Chocolatín" considera que es una ventaja que Roldán sea el técnico: "me conoce muy bien y sabe lo que puedo aportarle al equipo. Pero también eso me obliga a esmerarme cada vez que juego para responderle a la confianza que él me dio", cerró el zaguero.
"A esta chance la tomo como una más en mi carrera. No la considero una revancha. En mi lenguaje esa palabra existe. Lo importante es saber que estoy en un grupo que se mata en cada entrenamiento para satisfacer al técnico, y él es quien al final elige quién juega y quien no", explica el reemplazante de Rolando Serrano, que el lunes pasado sufrió un accidente de tránsito. Quedó con una herida cortante en la pierna derecha y fue descartado para este compromiso.
Aunque sabe que no haber conseguido el ascenso directo fue un duro golpe para el plantel, Vera no baja los brazos y se enfoca en la segunda chance. "En este plantel hay jugadores con mucha experiencia en este tipo de definiciones, por lo que no nos asusta el nuevo desafío. Sabemos que no será nada fácil conseguir el segundo ascenso, pero nos sobra confianza para intentarlo. El lunes vamos a tener una excelente oportunidad para demostrar que todavía se puede. Lo bueno es que estará en nosotros aprovechar esta nueva oportunidad", dijo el lateral, quien no oculta su satisfacción por el nivel que mostraron los juveniles a los que Carlos Roldán les dio su respaldo en esta vuelta al club.
"Esto es algo gratificante, porque ellos serán el futuro de San Martín. Uno, desde el lugar que le toque, tiene que aconsejarlos para que mantengan la humildad que ahora ostentan", consideró.
Vera es una persona que mostró una paciencia infinita; nunca desesperó cuando no era tenido en cuenta por el entrenador. "Los años que llevo ligado al fútbol me enseñaron a que la desesperación no es una buena compañera. Sabía que en algún momento tendría una posibilidad y que no debía desperdiciarla cuando apareciera. Llegó, bienvenida sea", dijo el futbolista que vive en Lastenia.
"Chocolatín" considera que es una ventaja que Roldán sea el técnico: "me conoce muy bien y sabe lo que puedo aportarle al equipo. Pero también eso me obliga a esmerarme cada vez que juego para responderle a la confianza que él me dio", cerró el zaguero.
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